Una historia en donde Olivia y Charles quieren tener un hijo pero desafortunadamente no es posible.
Ambos acuden a la adopción, quieren darle un hogar a un niño pero no será fácil, enfrentarán problemas, situaciones difíciles pero lo harán juntos.
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La diseñadora nuevamente había regresado al trabajo, después de varios meses de estar en casa y hacer a un lado sus responsabilidades, había vuelto. Charles aún no quería que fuera, él le decía que regresara hasta el próximo año que tenía personal para ver por el trabajo.
Pero en gran parte el piloto se sentía más tranquilo al saber que ella ya tenía esas ganas de trabajar, Olivia quería regresar a su vida de antes y para eso tenía que iniciar por el trabajo.
Bajó de su camioneta y cuando entró a la lujosa tienda las empleadas se acercaron para saludarla.
—Hola chicas buen día, ¿cómo han estado?
—Muy bien señora Leclerc, estamos contentas de que usted nuevamente regrese aquí.
Se quitó sus lentes y sonrió.
—Ya era justo, el año está casi por terminar a tan solo dos meses y creo que para inicios de año debe haber una nueva colección — suspiró —Hay mucho trabajo.
Las chicas asintieron rápidamente mirándola.
Se despidió de ellas y caminó hasta las oficinas de la tienda para encontrarse con su secretaria y asistente. Olivia había cumplido el sueño que tenía de niña y era ser diseñadora, tenía varias tiendas en Mónaco y en otras partes como Londres, Francia, Italia y en Estados Unidos. La marca de la neerlandesa era reconocida y tenía muchos clientes.
—Liv — la abrazó su asistente —Me alegra que ya hayas vuelto, hay muchas cosas pendientes ¿pasamos a la oficina?
Asintió y entraron a la oficina, la rubia dejó su bolsa en la mesa y se sentó en una silla.
—Bien Laura dime, ¿qué tanto hay por hacer?
Revisó el iPad y se lo dió.
—Hay que diseñar algunos vestidos, ¿recuerda a la hija de la señora Amelia? — asintió —Será dama en una boda y quiere que diseñes su vestido, vendrá en dos días. Hay que iniciar con los diseños para la nueva colección y ya tenemos algunas propuestas pero sabes que tu das el visto bueno — le pasó unas hojas.
La neerlandesa los observó y negó, no eran el estilo que ella quería para la colección.
—Hay que iniciar de nuevo, la colección la lanzaremos como en Febrero o Marzo, haremos lo mismo de siempre, la pasarela e invitaremos a nuestros clientes al igual que otros famosos — jugó con su lapicero —Iniciaré con los diseños para que escojamos los mejores aunque ya tengo algunos.
Laura asintió y anotó en su libreta.
—¿Cómo has estado?
—Bien, me he sentido mejor que días anteriores — la miró —¿Todo ha ido bien estos meses?
—Si, los diseños que mandabas se hicieron y se repartieron en todas las tiendas ¿Sigue en pie la nueva tienda que vas a abrir verdad?, por que hoy es la reunión con algunos diseñadores que acaban de entrar.
