Segundo libro de One Shots publicado.
•Abro pedidos cada cierto tiempo.
•Twiligh / Teen Wolf / Harry Potter / TWD / TVD / Marvel / DC, Etc.
•Contenido +18.
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No recuerdo en que momento es que él me comenzó a interesar. Pero sea cual fuere el momento, me gustaría cambiarlo.
Me encontraba en las gradas de Quidditch, esperando a que mi mejor amigo terminase con las prácticas.
El libro no estaba muy interesante, así cuando el capítulo cinco terminó, lo cerré.
—¡Camila! ¡Baja!
Baje las gradas de forma lenta, divisando a mi rubio amigo debajo de estas. Cuando estuve a su lado, me sonrió, de forma ladina.
—¿Y, princesa, como me has visto?
Draco Malfoy me había apodado princesa desde que a él lo habían coronado como príncipe de Slytherin. Éramos mejores amigos desde niños, él era mi versión masculina, o no, a veces yo era peor que él. Así que, nos habíamos convertido en dos personas inseparables. Además de unirnos por ser de la misma casa y haber crecido casi juntos, también nos unía el hecho de ser una especie de pareja. Es decir, Draco era mi alma gemela, no romántica.
Nadie me soportaba por mucho tiempo, ni siquiera mi hermano, pero Draco, si lo hacía. Y digo, soportar, por no decir que solía aburrirme muy rápido de las personas. No necesitaba tener a alguien a mi lado, simplemente, con mi bienestar me conformaba.
—Podrías haber estado mejor —respondí, con una sonrisa igual de ladina.
Rodó los ojos y asintió.
—Oye, Princesa —mi hermano corrió a mi lado.
—Theodore, no me llames así.
—Lo lamento, todo el mundo te llama así. Como sea, ¿vendrás este fin de semana con nuestro padre?
Negué.
—Bien, avísame si cambias de opinión.
Luego se marchó, corriendo adelante del equipo, con el cual estábamos nosotros.
Draco me tendió su sueter sudado.
—No tocaré eso —hice una mueca de asco.
—Es agua de lluvia, no sudor. Y deja de hacerle honor a tu apodo si no te gusta.
Había estado lloviendo, así que le creí. Lo coloqué en mi espalda, cubriendo mis hombros.
Draco observó al frente e hizo una mueca de asco.
—Oh mierda. La escoria ha llegado.
Todos miramos al frente y allí estaba, el equipo de Gryffindor entrando al campo de entrenamiento.
Su capitán, Harry Potter, se colocó frente a Draco, el capitán de Slytherin, con una sonrisa maliciosa.
