Segundo libro de One Shots publicado.
•Abro pedidos cada cierto tiempo.
•Twiligh / Teen Wolf / Harry Potter / TWD / TVD / Marvel / DC, Etc.
•Contenido +18.
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El amor en ocasiones puede llegar de maneras extrañas. Aunque siempre confié ciegamente, en que las mejores relaciones, siempre comienzan con una amistad.
Cedric y yo éramos amigos desde hacía tiempo. Yo de Slytherin y él de hufflepuff, compartimos una clase en la que nos enviaron, un trabajo en parejas y sí, me había tocado con él.
Al principio, no nos soportábamos, luego, no volvimos amigos. Amigos con ciertos roces. Él era muy atractivo y dulce, algo bromista. Y aunque nos habíamos besado una vez en una fiesta, nunca se blanqueó nada entre ambos y eso, en cierta medida, me molestaba.
Me atraía y mucho. Pero jamás me habían gustado las relaciones. Solía estar con quien quería en el momento y luego simplemente seguir.
Y esperaba que nadie pudiese cambiar ese pensamiento, pero Cedric lo hizo, sí que lo hizo.
Me encontraba en la clase de pociones. En donde debíamos, con tu compañero de lugar, conseguir una poción perfecta cuyo nombre no recordaba. Aunque en ese momento, mi poción estaba saliendo a la perfección. Cedric estaba al otro lado de mi mesa, con su compañera, Holly.
Mi compañero era Theodore Nott.
—Oye —Theodore me llamó— ¿Irás a la fiesta de esta noche?
Mire hacia atrás, el profesor Snape no se encontraba en el salón, probablemente, algún alumno se había quemado haciendo la poción.
Introduje unos pimpollo de belladoma a mi poción y revolví. Sentí la mirada azul de Cedric en mí, pero no le tomé importancia.
—Claro. Draco me ha pedido que asista. Aunque, no me lo perdería por nada.
Theodore acomodó sus cabellos rubios oscuros con un movimiento. Luego vertió las lágrimas de orco en el caldero.
Levante la mirada, encontrándome con los ojos azules de Cedric. Él no apartó la mirada, así que yo tampoco.
Pero Theodore apoyó un brazo cerca del mío, haciendo que lo mirase.
—Ven conmigo esta noche —dije, al ver como miraba mis labios.
No iba a mentir, Theodore era muy atractivo, y además uno de los chicos más codiciados de Hogwarts. Y me da la razón los ojos de Holly, que no se despegaban del rubio.
Relamió sus labios y asintió.
—Bien. Iré contigo, Melek —extendió su mano y tomó la mía para revolver al caldero a mi par— ¿Segura que lo haces bien?
—Lo hago muy bien, Theo.
Entonces, Cedric soltó un jadeo de dolor y el caldero cayó de costado. Haciendo qué líquido se derrame en el suelo.
