Segundo libro de One Shots publicado.
•Abro pedidos cada cierto tiempo.
•Twiligh / Teen Wolf / Harry Potter / TWD / TVD / Marvel / DC, Etc.
•Contenido +18.
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Hace pocos días, fue que terminé en el castillo Vulturi. No fue fácil acostumbrarme a mi nueva vida. Y aún no lo hacía, pero me gustaba. Era tratada muy bien, aunque sea una humana.
Los reyes, en especial Caius, me habían hecho sentir muy cómoda. Y quien era bueno hablando conmigo, era Marcus. Se había vuelto quién más me oía.
Caius no me hablaba mucho, era silencioso y frío, pero sus ojos me admiraban de tal manera. Decía que mi sangre lo calmaba, que le gustaba estar cerca de mí y sentir el latir de mi corazón. Solo saque pocas palabras de su boca. Pero poco a poco, comenzó a ser más demostrativo en lo físico. Al principio no me tocaba, ahora me acariciaba hasta yo quedarme dormida. Me tomaba de la mano y la cintura siempre que podía.
Pero aún no me había dado ni un solo beso.
Ahora comenzaba a acariciar mi cuerpo de maneras diferentes, calentaba todo mi ser. Pero aún era frío en ciertos momentos.
Además, el había ordenado que plantaran en los jardines, jazmines para mí, era mi flor favorita.
También había enviado a la guardia a que me comprasen semillas de varias plantas.
Me gustaba mucho sembrar y siempre había sentido cierta necesidad de llenar todo lo que pudiese con flores.
Y Caius cumplía cada uno de mis caprichos.
Gracias a las flores nuevas, el jardín ahora era visitado por aves y colibríes, todo había cobrado mucha vida. Así que ese era mi lugar favorito.
Sabía poco de cómo sería mi vida aquí. Marcus, me había hablado acerca de que ya no vestiría como antes, ni mucho menos me comportaría como antes. Ahora, debía convertirme en la compañera de Caius, una Reina.
Siendo sincera, la idea me aterraba tanto como me fascinaba. Era todo un reto cambiar solo por él. Pero también era lo que yo quería. Era divertido, peligroso y extraño.
Aún no sabía si seguiría siendo humana. Pero, si dijeron que debía despedirme de mi padre.
Así que, Caius fue conmigo hasta Forks.
En su avión privado, él, tomó mi mano y besó el dorso de esta.
—¿Segura de que podrás hacer esto? —cuestionó, con voz apagada.
Acerqué mi rostro a su brazo, rodeando este con los míos. Cerré mis ojos, sintiendo su aroma, que aceleraba mi corazón.
—Me cuesta entender el lazo que nos une —respondí, pausadamente— pero sé que quiero estar a tu lado. Me gusta estar en Volterra contigo.
—No es la reacción que esperaba de una humana.
–Es que lo siento —tomé su mano y la dejé en mi pecho— aquí, siento ese hilo del destino que me une a mi alma gemela. Tú, Caius y es tan bonito.
