05 "Sultán Soleimán"

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Dedicatoria a Xio_Love

No nací lista para lo que la vida me deparaba, ni mucho menos, lo aprendí rápidamente

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No nací lista para lo que la vida me deparaba, ni mucho menos, lo aprendí rápidamente.

Debí sobrevivir, sola, en un país al que no conocía y su lengua no era fácil de hablar. Me llevaron a un castillo, donde decían que vivía el Sultán Soleimán el Magnífico. Así que también, debí aprender, que aquello que te decían era una oportunidad, también era una sentencia.

Porque si me hubiesen dado a elegir en ese momento, sabiendo lo que pasaría en mis primeros meses allí. . . Hubiese preferido morir.

Llegué como una criada a la cual, luego de unos meses, me llamaban para la limpieza de los aposentos del sultán.

Me vestían con ropas algo lindas, con colores sobrios y tela normal, no muy llamativa.

Era un día en los que el Sultán llegaría de una batalla y sus aposentos debían estar perfectos.

Pero, al parecer, llegó de improviso, puesto que, los guardias lo anunciaron.

—¡Atención! ¡El sultán Soleimán ha llegado!

—Oh, no —susurró, otra de las mujeres que estaban conmigo.

Ambas nos volvimos hacia atrás, dejando de lado los almohadones que estábamos acomodando. Bajando nuestras cabezas en el proceso.

Solo había visto una vez al sultán, él era sin duda muy atractivo, todas hablaban del cielo que poseía en sus ojos. Y no mentían, tenía una mirada tan azul como el cielo.

—Ibrahim —habló, hacia el hombre que entraba detrás de él— Prepara los documentos para mañana por la mañana, recibiré a Ahmed Pasha.

Las sirvientas y sirvientes que estaban allí, comenzaron a alejarse, sin darle la espalda al sultán, así que yo hice lo mismo.

Solo que, era algo torpe.

Pisé la túnica del Pasha, casi cayéndose. Pero él me sostuvo.

—Señorita, tenga cuidado —ordenó, dejándome en mi lugar.

Bajé mi cabeza, aturdida.

—Lo siento, Pasha —susurré, sin mirarlo a los ojos.

Los demás salieron de los aposentos, dejándome sola allí.

—¿Acaso no te han enseñado-?

Las palabras duras del Pasha, fueron interrumpidas por la voz ronca del sultán.

—Ibrahim. Solo fue una equivocación. Ahora ve a descansar.

El pasha asintió y bajó su cabeza para irse a los aposentos.

—Lo siento, mi sultán. Me retiro.

Quise seguir mi camino, pero el sultán extendió su mano, deteniéndome.

ONE SHOTS- 《MULTIFANDOM》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora