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Sanji pasó tres días exactos sin poder descansar de la forma correcta, durmiendo solamente una hora durante su descanso en el All blue, su mente trabajaba a mil por hora y a la vez en un modo automático que no le permitía descuidar su preciado restaurante, aún le sorprendía como es que podía cocinar tan eficazmente con la palabra "DIVORCIO" plasmada en su mente, porque después de una infidelidad lo más natural es que un matrimonio se separara ¿no? Pero para ser honestos, Sanji prefería hacerse el ciego, fingir que era ignorante al respecto y simplemente tratar de seguir con naturalidad. Pero era imposible, porque la simple idea de firmar una hoja que dijera que ya no era Vinsmoke de Roronoa nunca fue una opción para él.

Entonces ¿qué debía hacer? ¿cuál era el siguiente paso a tomar? Regresar a ese gélido departamento para recibir a Zoro cuando volviera de sus encuentros con su amante como el esposo infeliz en el que se había convertido no era algo que deseara hacer, enfrentarlo era la siguiente opción viable, pero era más que obvio que todavía no estaba listo para escuchar de propia boca de su marimo decirle que llevaba tres meses acostándose con otra persona, fingir que nada había pasado hasta explotar era la peor opción de todas pero aun así la mejor que podía escoger a final de cuentas, por ello llevaba 72 horas sin llegar a casa, lo peor de todo es que en ese tiempo Roronoa solo le había enviado un mensaje preguntando sobre su paradero cuando anteriormente habría llamado e ido hasta donde el rubio se encontrará para verlo porque lo extrañaba.

Se preguntaba a cada segundo donde había quedado el dulce hombre amante del kendo que a veces llegaba a casa sorprendiendolo con algún regalo dulce, ahora se había vuelto distante, tanto como para buscar el amor en brazos de otra. Pensó que quizá lo que debía hacer era tratar de reavivar la pasión en ellos, ser más provocador para llevarlo a la cama, si las cosas con la amante habían iniciado por alguna insatisfacción sexual entonces podía mejorar en eso, buscar el placer contrario en lugar del propio; si se trataba de amor... entonces podría volverse como un príncipe salido de un digno cuento de hadas solo para llenarlo de aquel sentimiento, si simplemente era porque Tashigi era femenina entonces el también podía serlo, podía usar tanto maquillaje como vestidos que Zoro quisiera; largos, cortos, escotados o cubiertos, lo haría si eso significaba que que el japonés lo amaría de nuevo.

Tenia ganas de fumar el tercer cigarrillo del día, desde el descubrimiento la necesidad de tener nicotina en su sistema se hacia cada vez más grande, como si se tratara de respirar, sin embargo, no podía hacerlo, Luffy, Nami, y Usopp ya lo habían visto consumir uno antes de llegar a su departamento, si lo hacía de nuevo eso levantaría sospechas. No se había atrevido a mencionarles nada del incidente, para ellos aún eso era solo una sospecha tonta son confirmar; no era que no confiara en ellos, es más, a ellos les confiaría su vida, pero sabía que era probable que la noticia causará un gran revuelo que los llevaría a enfrentar a Zoro y sinceramente no se sentía capaz de poder con ello en esos días.

- ¿si sabias que podías dejarle el trabajo de enviar las invitaciones al Wedding planner, verdad? - preguntó Nami con cansancio.

- ya perdí la cuenta de cuantas invitaciones he cerrado con las pegatinas doradas - siguió Usopp.

Luffy les había pedido el favor de ayudarles a ordenar todas las invitaciones antes de ser enviadas, los chicos aceptaron pero se arrepintieron de inmediato al saber la excesiva lista de invitados que reunía a una diversa cantidad de personas entre él y Law, personas importantes del trabajo, más amigos, familia, simplemente eran demasiadas personas.

- porque ya me había aburrido de dejarle todo al organizador - respondió sencillo - además es mejor así.

- por Dios, necesito un descanso.

- yo también.

- bueno, entonces yo igual - habló Luffy, sonrio amplio y se apego al francés con una sonrisa- Sanji, prepara algo.

Uragiri (Zosan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora