El tiempo se escapó de las manos de todos los mugiwara, menos para Zoro, el año y medio que había pasado se había sentido eterno, era consciente de que aún le quedaban muchos años más de ese largo tiempo sin Sanji, al inicio seguía manteniendo la esperanza de que el cocinero lo perdonara y pudieran retomar su amor donde lo dejaron, pero entre más avanzaban los días terminó aceptando que eso no iba a pasar porque su amado chef ya ni siquiera lo volteaba a ver con alguna intensión más allá de la amistad justo como habían acordado, se veía estúpidamente enamorado de Ace que era imposible ignorarlo.
Por un momento se preguntó si así se veían ellos antes, si cuando los miraban de lejos mientras estaban juntos la gente los envidio tanto como él envidia a Ace, era complicado pensar que había estado en su lugar pero ahora debía tratar de caminar hacia adelante justo como el chef lo había hecho, era difícil se el espectador de la vida de la persona que amas y que perdiste debido a las malas decisiones, ver de lejos lo meloso que Sanji podía ser con el noble bombero le hacia resaltar en el pecho todo lo que había perdido, el no tener al cocinero a su lado seria lo que le dolería toda la vida, más aún cuando el rubio si había sido capaz de avanzar hasta dejar atrás lo que fueron como pareja.
Zoro lo intentó, claro que si, no quería seguir siendo el único que no pudiera dejar las cosas atrás, pero al final terminaba cometiendo el mismo error que cometió con el francés, aunque en vez de buscar a Kuina en otra mujer, terminó buscando al hombre Vinsmoke en otros varones, no estaba seguro de si era de forma inconsciente o consciente que siempre terminaba en citas con rubios interesados en la cocina, algunos de ellos llegaron a ser muy parecidos a su amado pero siempre terminaba encontrando una mínima diferencia que le hacía perder el interés porque simplemente ninguno de ellos era su ex esposo, incluso intento con mujeres pero ninguna lucia el rosado peonia como el chef lo hacía, así que dejó las citas luego de un tiempo después de notar el patrón que estaba repitiendo, se resigno a ser él hombre que viviría lleno de remordimiento por la pérdida pero amando a Sanji hasta el fin de sus días como prometió en el altar.
Sin embargo, cuando lo tiene frente a él finge que todo está bien, que no hizo todo lo que hizo y sigue pretendiendo que son amigos, que ya olvidó su historia de amor, que fue capaz de borrar de su memoria todos los momentos felices que pasó con Sanji, que puede hacerse creer que jamás se enamoró del hermoso rubio de ojos como el mar, y siempre espera que le crea esa mentira. Muy en lo profundo de su ser, Zoro espera que Sanji también este fingiendo, que ese amor que una vez le tuvo solo este dormido como un volcán esperando hacer erupción en el pecho del europeo. Sólo que, hasta que la lava no saliera, tenía que resignarse a simplemente ser el amigo que incluso se alegra por lo bien que va su relación, con el que pelea por diversión, el que tiene que ver todo desde lejos.
Pero si era sincero, esa esperanza se apaga poco a poco con el paso de los días. Sanji de verdad había cambiado porque Ace le había enseñado demasiado.
De lado de Sanji la vida había vuelto a ser color de rosa, una vez fue capaz de cerrar la dolorosa herida que su matrimonio le había dejado se dejó llevar por los encantos de Portgas hasta enamorarse por completo, dejando atrás su pasado, dejando de verse a sí mismo como un hombre divorciado que había fallado como esposo para volver a ser solo Sanji Vinsmoke. El pecoso aprovecho cada segundo de la oportunidad que se le había dado para demostrar su amor, y si bien al inicio fue un proceso difícil por el daño que aquejaba al corazón del chef, finalmente lo logró, el rubio lo amaba con la misma intensidad.
Pero más allá de aprender a amar a Ace, a su lado Sanji aprendió a amarse a sí mismo, a considerarse merecedor de todo lo bueno que le ocurría en la vida, a ser una persona con la capacidad de ser amado por otros, a dejar de tener miedo de que en algún momento la vida le volviera a arrebatar a la persona que ama. Aprendió a ver su valor, sus talentos, a apreciar todo lo magnífico que podía ser porque durante ese año entero Portgas se había encargado de hacerlo sentir como el ser más especial del universo; le daba rosas de sorpresa, no dudaba en tomarse su tiempo para organizar citas románticas en secreto para Sanji, buscaba aprender sobre sus gustos, tanto que incluso se leyó las novelas de harlequín que tanto le gustaban al europeo solo para poder hablar con él de ello, aún si estaba ocupado en el cuartel no había no un solo día en el que no lo llamara solo para escuchar su voz, cuando tenía que cubrir el turno de la noche aún si llegaba cansado por la mañana no dudaba en quedarse con ratito hablando con el rubio para saber sobre su día, tarareaba con el mientras cocinaba.
ESTÁS LEYENDO
Uragiri (Zosan)
FanfictionSanji no logra comprender como su esposo Zoro y él pasaron de ser un matrimonio feliz a uno cada vez más cerca del divorcio.