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Esa mañana era la primera en semanas en la que ambos hombres unidos por una argolla tomarían el desayuno juntos, pues Roronoa llevaba ya bastante tiempo saliendo antes de casa para "ir al trabajo", por lo que Vinsmoke terminaba teniendo un primer alimento solitario y desabrido a pesar de haber sido preparado con sus propias habilidades, es solo que la comida le empezaba a saber a hoja de papel por lo que terminaba reduciéndose a solo una taza de café americano cargado y un cigarrillo. Se había saltado tantas comidas que era algo seguro que ya había perdido algunos kilos que se lograban disimular por la elegante ropa que siempre usa; sin embargo, ahora que Zoro estaba ahí con él quizás podía dejar de sentir los platillos insaboros y disfrutar de ellos como antes.

Preparo un común desayuno estilo japonés aún cuando el quería disfrutar de algo de pan francés con frutos rojos, solo buscaba complacer al peliverde, creía que si lo hacía así, justo en la misma manera en la que se empezaron a enamorar tal vez podría ser capaz de recuperar el amor de su esposo, se levantó un poco más temprano de lo usual solo por eso, era tan claro que se podían ver unas zonas oscuras bajo sus ojos que no eran más que la suma de todas sus noches de mal descanso.

Aún con el cansancio trató de ocultar ese detalle que lo hacía ver ligeramente acabado, después fue directo a su habitación para despertar al espadachín con un beso en la mejilla, tierno y dulce como solía hacerlo, normalmente Zoro habría correspondido con un beso en los labios que continuarían en un montón de risas en esa cama, eso no paso esa vez, el japonés simplemente despertó para salir de la cama en cuanto pudo.

— hice el desayuno... tradicional japonés, como te gusta antes de un entrenamiento.

— no se si tenga tiempo...

— por favor —  rogó — sabes que no me gusta desperdiciar la comida.

Ese ruego hizo que algo se removiera en el interior del asiático, algo que solo sentía cuando veía a su esposo desanimado y que no se había hecho presente durante un tiempo, por ello poco tardó en aceptar, avisó al francés que tomaría una ducha antes de ir al comedor; fue hasta el baño, envío un mensaje a Tashigi haciéndole saber que no podría reunirse tan temprano con ella porque Sanji requirió de que se quedara un poco más, sabía que a la chica de lentes no le gustaba eso y que seguro a penas se vieran le preguntaría porque no le había pedido el divorcio al rubio como le prometió que haría; pero no quiso pensar en ello, solo se dispuso a terminar de alistarse.

Cuando estuvo listo fue recibido en el comedor por un delicioso festín preparado por su esposo, el magnífico chef del All blue y del cual adoraba cada uno de los platillos, se sentó en la silla de siempre, la que quedaba al lado derecho de la que el europeo usaba.

— espero que te guste.

— tu comida siempre es magnífica, cocinero. — respondió — siempre me va a gustar.

— gracias, Marimo...

Decir que ese comentario no había hecho que el rubio se sonrojara hubiera  sido una completa mentira, aquel simple halago fue tan especial que por un segundo sintió que había vuelto a su feliz matrimonio. Ambos comenzaron a comer en un extraño silencio, no del todo cómodo pero tampoco cien porcierto incómodo, simplemente raro además de poco usual, el cual Vinsmoke siempre trataba de romper.

— hoy iré a recoger con Luffy los trajes que eligió para la corte de honor — respondió — para ti escogió uno completamente negro, y para mí uno rojo vino.

— ¿ah si?

Parecía como si Zoro realmente tuviera prisa por terminar sus alimentos e irse. Eso simplemente le quito el hambre a Sanji.

— se que te hubiera gustado algo con azul para mi ¿no es así? — preguntó tratando de obtener otro halago — pero Luffy es quien se casa, él tiene la última palabra.

Uragiri (Zosan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora