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Pasaron cerca de tres meses más antes de que Sanji comenzará a considerar el matrimonio una vez más, fue un arduo trabajo individual, solo él y nadie más con la clara ayuda de un terapeuta, la confianza que Sanji le tenía a Zoro ya llevaba un tiempo restaurandose, habían hecho logros increíbles en ello siendo un equipo como la gran pareja que fueron y aún son, pero los miedos no eran cosas que se esfumaran con rapidez o al primer intento, aún cuando una persona logra hacerle frente a lo que le aterra eso no significa que se volverá un insensible al segundo intento.

Para el francés, el matrimonio siempre había sido algo sagrado, divorciarse fue un golpe muy duro por esa misma razón, tardo demasiado en procesar un sacrilegio como ese, pero final ya se sentía listo para dar un paso tan grande como ese otra vez al lado de Zoro, si era sincero nunca creyó que podría volver al punto en el que sintiera la necesidad de volver a estar casado con él, pensó que tras el divorcio y su relación con Ace ese sentir se esfumaria por completo, aún a veces se pregunta si hace lo correcto, pero incluso Luffy le ha dicho varias veces que tanto Sabo cómo él creen que debe hacer lo que lo haga feliz ya que Ace seguramente hubiera querido que continuará con su vida.

Así que ahora, a pesar de todo pronóstico, se estaba preparando para hacer una propuesta de matrimonio, Zoro lo pidió la primera vez por lo que pensaba que ahora era su turno; Nami no está muy de acuerdo, cree que es el peliverde el que debe de encargarse de la propuesta pero es Sanji quien insiste que quiere hacerlo él. Es un hombre de casi treinta y dos años nervioso por hacer una proposición de matrimonio a pesar de saber que la respuesta será "sí", pero nunca lo había hecho antes, es natural que se sienta tan ansioso aunque todos sus amigos lo están apoyando con ello.

Luffy y Usopp se estaban encargando de distraer a Roronoa mientras Robin y Chopper lo ayudaban con el pequeño presente que él mismo quiso hacerle, un álbum lleno de sus recuerdos tras tener más de diez años juntos, todas sus etapas y procesos merecían ser mostrados. Nami acababa de llegar con el traje que recién había comprado para la ocasión mientras que Franky y Brook terminaban de traer la lista de ingredientes para la cena que iba a preparar.

Sentía que las manos le sudaban y el corazón le iba a salir por la boca, aún cuando todos sus amigos trataban de calmarlo y apoyarlo era muy difícil no sentirse así, sabe que no es por la respuesta de Zoro ni por el hecho de pedir matrimonio, siente que es porque piensan llegar mucho más lejos de lo que llegaron en su relación la última vez, más serio, más formal pero con una situación que siempre estará en medio de ellos aún cuando ya es pasado pisado.

Una vez los chicos se fueron se dispuso a preparar la cena en su casa, quería que la propuesta fuera lo más discreta posible, íntima y solo para ellos, a diferencia de cuando se comprometieron hace varios años que hubo una gran cena y pedida de mano en el Baratie, para ese momento Zoro comenzaba a tomar popularidad a partir de su gran desempeño en el deporte como kendoka así que su compromiso se había vuelto una gran noticia en ese momento. En ese entonces el que todo el mundo lo identificará como el futuro esposo de la promesa del Kendo le encantaba en demasia y amaba ver en redes sociales los miles de artículos sobre su compromiso, pero justo ahora no quería nada de atención por su unión, después de haber estado en el ojo público asediado por rumores respecto a lo sucedido en su relación lo único que necesitaba era la privacidad de solo saberlo los más cercanos.

Cuando el menú que había ideado específicamente para ese momento estuvo listo supo que era el momento de alistarse a si mismo para cuándo el japonés llegará, un baño largo, un peinado hecho con dedicación, traje nuevo y un perfume especial para ocasiones así de únicas, mascarilla en incluso algo de maquillaje como Ivankov le enseño en su momento, hacía tanto que no se sentía tan nervioso por la llegada del espadachin. Era casi como regresar a su primera cita, recuerda haber pasado toda la mañana tratando de encontrar el mejor atuendo para ir al parque de diversiones, a su memoria vienen las mariposas en el estómago que sintió ese día, el como intento no olvidar todos los consejos que Robin, Nami, Vivi, y Conis le habían dicho.

Uragiri (Zosan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora