Uragiri (Zosan)

17

Esa noche, guiados por lo mucho que se extrañaron ese último año terminaron en la cama haciendo el amor más de una vez, tanto Sanji como Zoro se sentían en el cielo por el simple hecho de rozar la piel contraria y besar de forma lenta los labios del otro, se tomaron su tiempo la primera vez como si fuera un sueño del que temían despertar, sus cuerpos quemaban, ardían en deseo y necesidad porque de verdad se habían anhelado más de lo que creyeron. Vinsmoke sintió su cuerpo ser adorado por Roronoa como si fuera la pieza de arte más valiosa del mundo, ser tratado con tanta delicadeza mientras el peliverde no perdia la oportunidad de decirle cuanto lo amaba había causado una sensación tan extraña y agridulce en su pecho, que las lágrimas de emoción y placer salieron de forma inevitable.

No recuerda cuantas veces gimió el nombre de Zoro, o lo mucho que rasguño su espalda, el total de marcas que dejo en sus cuello, cuantas ocasiones el pidió que lo besara más, pero está consiente de lo mucho que disfruto esa noche aferrado a él como si jamás quisiera separarse, tratando de entregarse en cuerpo y alma, embriagandose con el olor de su perfume. Recuerda que cayó dormido en sus brazos justo como la primera vez que se unieron de esa manera hace diez años.

Cuando se despierta en los cálidos brazos de Zoro a la mañana siguiente siente su corazón latir como un tambor y su sonrisa se hace boba de oreja a oreja, es claro que no puede borrar la felicidad de ser correspondido una vez más, entonces analiza todas las facciones de Roronoa, se sorprende de lo guapo que es aunque seguro Sanji de 19 años pensaría que se volvió loco por pensarlo pero en realidad estaba demasiado enamorado como para pensar en lo que su yo pasado pensaría. Sintió una paz gigantesca que se cambió casi de forma inmediata por una inquietud e incertidumbre que jamás había sentido antes; la sensación que le causa sentirse abrumado comienza a afixiarlo así que busca una salida, con delicadeza se aleja del abrazo y va directo a tomar una ducha como si tuviera la esperanza de que el agua y el jabón le ayudarían a eliminar sus dudas.

El agua caliente empieza a llenar de vapor el cuarto de baño mientras recorre la piel del rubio sin ayudarle a ahogar sus problemas, está asustado, aterrado, horrorizado, y todos los sinónimos que puedan existir para ese estado de animo que está experimentando. Si, se había confesado a Zoro, y lo había besado, y lo había llevado a la cama, y le dio una de las mejores noches de su vida, si, debía aceptar todo eso, pero también debía afrontar el renaciente amor que tiene por Marimo.

Es solo que ¿qué tal si no era lo correcto? ¿Y si solo era porque no lo había dejado solo tras la muerte de Ace? ¿Y si estaba confundiendo las cosas? ¿Estaba dejándose guiar por los recuerdos? ¿Qué pasaba si Zoro no era honesto? ¿Y si volvía a engañarlo? Su corazón no podría soportarlo otra vez porque definitivamente sería demasiado para él. Así que trata de mentalizarse una vez el agua le relaja el cuerpo y aclara su mente, sabe que deben hablar al respecto porque era una situación que no se podía solucionar solo con unos cuantos besos, abrazos y algo de sexo porque así no funcionaban las cosas para los adultos, necesitaban de las palabras.

Tiene el día libre en el restaurante luego de la increible fiesta que tuvieron por el quinto aniversario del All blue así que sabe que no tiene lugar a donde escapar en realidad aso que no le queda de otra más que tomar el camino de la valentía y enfrentar al guapo cabeza de alga que sigue desnudo en su cama... en realidad espera que siga dormido para mentalizarse sobre lo que está a punto de pasar. Pero cuando sale de la ducha Zoro ya está despierto mirando para todos lados como si buscara el lugar donde se escondió, siente que aun no está listo y quiere correr hacia cualquier otro lugar pero cuando lo ve sonreírle de una forma tan calida como lo está haciendo sus piernas se le vuelven gelatina.

- buenos días, cocinero.

Mierda, mierda, mierda, la voz mañanera de Roronoa debería ser ilegal. Había olvidado como era y sentía que el efecto en el se había intensificado.