1

765 16 1
                                    

8 de mayo 2023






—¡PARAAAA PAPÁ!— grité como si no fueran las siete de la mañana y la gente dormiría..

—¿el primer día ya queres llegar tarde Julieta?— encuentro a mi papa al terminar de bajar las escaleras.

—falta un montón, no es tarde— reniego y el evita sonreír.

Mi papá, ya me había olvidado lo gede que era cuando se lo proponía.. Hacía unas dos semanas que volví a mi casa acá en Nuñez, después de tres años viviendo fuera.. digamos que había vuelto tras una mala racha con mi ex novio y viviendo en otro país, tras pensarlo y pensarlo no encontré una mejor opción que volver para acá.

La primer semana acá la pasé horrible, sin culpar a mis viejos obvio, que me recibían como si nada en su casa a los 23 años y me cuidaban y consolaban como si tuviera quince y seria mi primer decepción amorosa. Pero todo me molestaba y eso me dolía porque estoy muy lejos de ser la que era antes, me fastidiaba todo, el perro, los gritos, el salir a la calle, a veces me fastidiaba que mi mamá o mi hermanito pequeño me hablen..

Papá supongo que un tanto desesperado de verme así, no tuvo mejor idea que conseguirme una entrevista en su trabajo, River Plate. Amaba la fotografía, y todo lo que eso conllevaba, mi cámara, editar, buscar lugares, y sacar fotos a lo más mínimo que me llame la atención. Ya previamente estaba trabajando de esto, pero tuve que dejarlo al venirme para Buenos Aires.

El viernes fuí a la entrevista, hablé con el director de fotografía, con quienes también trabajan ahí, y mostré mis trabajos y lo que sabía hacer,. Ayer por la tarde me llamaron que hoy podía arrancar para probar como me iba.

Elijo creer que fue por mi trabajo, mis muestras y carpetas y no por la sola influencia de mi papá.

Ocho menos diez estábamos entrando en el predio, yo un tanto nerviosa, aunque siempre fuí caradura no me venían saliendo las cosas tan bien como para venir canchereando..

—¡Buen día!— dice mi papá y eso me saca de mis pensamientos.

—Hola poro— le responde Javier con una sonrisa y mi papá me señala.. —Llegó tu primer día, Juli.— dice mi tío y sonrío o más bien le hago una mueca.

Javi era como un tío para mi hermano y para mi, toda una vida juntos con mi padre, eramos familia los Pinola y los Lux.

Volví a hablar con Juan Cruz el director de fotografía, también me cruce, bah cruzar no, estaban afuera de la oficina, mi papá, mi tío, y demichelis, quienes apenas me vieron vinieron hasta donde estaba para chusmear, a Martín también lo conocía, no tanto obvio. Pero me servía todo esto para que me cueste menos adaptarme a esta nueva etapa de mi vida.

Ya en mi cabeza me iba a costar bastante, volver a venir al monumental todos los días pero esta vez sin Julian. Mi mejor amigo de la vida, quien ya no se encontraba jugando acá, un sabor amargo pero con felicidad de verlo cumplir sus sueños, aunque recuerdos me sobraban, caminando estos pasillos, nerviosos cuando lo citaron por primera vez, cuando veníamos al colegio y veíamos tan lejanos nuestros sueños..

Ya tres años después de que me fui, ya sin Julián, a encontrar nuevas amistades y nuevos proyectos para hacer todo un poquito más fácil.

—¿vamos linda para que te muestre lo que tenes que hacer?— me pregunta Cande, ella iba a hacer quien me guiara y mostraría que era lo que tenia que hacer,. asiento y la sigo mientras muevo mi mano rápido en forma de saludo a mi papá y mi tío que me miraban orgullosos.

Candela, era de las más antiguas en trabajar acá, mi equipo de trabajo desde hoy serian ella y dos compañeros más, Federico y Pablo.

—¿te gusta el fútbol o solo por tu papá?— me pregunta ella, cuando entramos a un cuarto con computadoras y cámaras.

Animarse | Enzo Pérez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora