13 de junio de 2023
Enzo
Dejé a los chicos en la escuela y me dirigí al entrenamiento, por suerte mañana descansabamos.. Venían siendo días muy complicados y aunque intentaba distender fuera de la cancha también me venía costando bastante.
Apenas entro al vestuario me sumo a Enzo y Zucu que estaban tomando unos mates. Nos saludamos y me siento con ellos, mientras los demás siguen llegando. Cuando ya es la hora de ir al campo, nos ponemos los botines para empezar a salir.
—¿eh al final hoy vamos a lo de la rubia?— dice Barco cuando empezamos a trotar.
—si, Candela me dijo que sí.— dice Enzo y los chicos empiezan a opinar.
—eh, después podemos salir un rato ¿no?— dice Centurión y enseguida los primeros empiezan a confirmar asistencia.
—¿vos vas?— me pregunta Zucu y me saca de mis pensamientos.
—no sé, si van seguro que si– me limito a responder y Pala habla.
—sí, aparte va juli que después ya se va.
Todos asienten de acuerdo y nos concentramos en el entrenamiento, bah era la idea, hasta que la veo a ella que se empieza a acomodar y limpiar el lente de su cámara para empezar a sacarnos fotos.
Tendría que concentrarme más para salir en alguna distraído y no en todas mirándola.
La veo que a veces se ríe cuando alguno de los chicos le dice algo y toma fotos como si nada.
El entrenamiento dura unas dos horas más, y solo nos faltaría gimnasio para ser libres.
Ya en el gimnasio esta Candela, asique no la vuelvo a ver a Juli. Candela se anota enseguida en salir después de comer y dice que obvio que su amiga va a prenderse, y cuando preguntar por ella, la morocha cuenta que ya se fue a la casa, que hoy salía temprano.
Finalmente termina el miércoles para nosotros, que nos duchamos y comenzamos a irnos cada uno a su casa.
—¿qué haces todavía acá?— le pregunto al otro Enzo que esta solo su auto y unos poquitos más en el estacionamiento aparte del mio.
—estoy esperando a Cande, la hace larguísima— me cuenta y asiento sonriendo. —¿vas hoy no? no nos vas a dejar morir e— me apunta y niego.
—seguro voy, de última te aviso si no.— digo y le choco la mano y el asiente no muy convencido.
—¿usas Twitter?— pregunta cuando estoy yendo hacía mi auto y freno a mirarlo y niego ladeando mi cabeza y arrugando mi nariz. —mira los de Julieta— dice divertido y justo escuchamos la voz de Candela y se gira, yo vuelvo a levantar la mano y subo a mi auto.
Arranco y me dirijo para mi casa, me lleva aproximadamente veinte minutos llegar y estacionar en la cochera. Abro la puerta para bajar pero vuelvo a cerrarla y agarro mi celular. Intento entrar a Twitter a una cuenta que tengo pero que ni siquiera me acordaba muy bien la contraseña. Luego de intentar algunas veces por fin la pego. No sé cuántos segundos habrán pasado hasta que estaba en el perfil de Julieta.
Twitter
