15 de julio de 2023.
Enzo
—deja de joder Florencia, no me podes ver tranquilo, dios mio.— me quejo porque eran las nueve de la mañana de un sábado y ella ya me había recordado quince veces que tenía que ir a buscar a la hermana para que venga a pasar el día acá. Que tenía que ir al supermercado otras diez, y que tenía que ver la tarea de matemáticas de Santiago otras siete.
—bueno Enzo no estas nunca y cuando estas no haces una poronga– dice y quiero decir mil cosas pero no digo nada.
—Flor yo no estoy todos los días boludeando, yo trabajo— digo levantandome de la cama porque claramente no iba a conseguir acá la tranquilidad que estaba buscando.
—mira Enzo, si estas de mal humor porque ayer no fuiste al cumpleaños de no se quien mierda no es mi culpa.— tira encima para colmar la discusión.
—¿cómo que no? si vos hiciste una escena, hasta te escucharon los chicos gritar.
—yo no me voy a aguantar que me boludees Enzo, no se en que andas, que te haces el soltero, no subis fotos nuestras, nisiquiera queres que vayamos con vos a un cumpleaños de un compañero. Enzo si me estas cagando pensalo muy bien eh, porque me vas a conocer— grita lo que se ve tenia guardado, y yo solo entro al baño cuando termina.
Me ocupo de ir con Pía a buscar a su tía, y ella viene feliz ya que eso incluye a sus dos primos.
Aunque no quiero bajo de la camioneta y entro para preguntarle a Santiago si quiere ir conmigo al supermercado ya que mi hija menor me había abandonado por ir a jugar.
Santi me pide que lo espere que se lave la cara y los dientes y le grito que lo espero en el auto.
—¡por fin!— le digo cuando se sube en el lado del acompañante unos diez minutos después.
—más vale que me compres algo ya que me apuraste— dice el chanta y me río.
Lo veo que me mira bastante queriendo decir algo pero no dice nada.
—¿qué pasa campeón?— pregunto cuando espero que cambie el semáforo y el me mira.
—¿qué paso con mamá? escuché anoche que peleaban— se mete en estos asuntos por primera vez y es entendible hace días había cumplido catorce años.
—nada, cosas nuestras, que no coincidimos, peleas de grandes.— me limito a responder y el asiente no muy convencido.
—¿pero vos queres a mi mamá no?— pregunta y se me pasan mil cosas por la cabeza.
—si que la quiero, si me dio lo más lindo que tengo como no voy a quererla— le digo y el me dedica una sonrisa.
Hicimos las compras, el ligó un juego para la play y volví, así como entre me fuí, prefería estar solo sentado en el club una hora antes que estar en mi propia casa con Florencia y su hermana.
Entrenamos el turno tarde del sábado y se hizo larguísimo. Cuando el reloj marcaba las ocho y cuarto nos dejaron ir a bañarnos.
Eso hicimos, yo obvio como siempre casi último, y con apenas agua caliente pero bueno es lo que hay.
El clima es bueno, se escuchan las risas de los demás festejando que ya salen y pues sábado.
—che como te la perdiste ayer negro eh— me jode Centurión y asiento con mi boca apretada. Había sido su cumpleaños y obvio estábamos invitados todos, lastima que gracias a Florencia y su escena no pude ir.
—¿cómo la pasaron?— chusmeo.
—estuvo piolita, nos la re dimos– comenta Barco tan el y largo una risa. —no sé si pablito puede decir lo mismo– molesta a Solari y los presentes lo miramos también. —se le tiro a la rubia, la persiguió toda la noche pero lo sacaron matando— dice Esequiel y estalla en carcajadas, algunos se le suman agregando más comentarios.