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16 de Agosto de 2023.





Ya habían pasado cinco días del día que Enzo me vio con Leandro en el baile. Y hace cinco días no me miraba ni me dirigía la palabra.

—Bueno hoy después del entreno, tienen una hora para bañarse o prepararse porque a las seis y media hacemos sesiones de fotos con la nueva camiseta—les dice mi encargado al plantel. —van a hacer las sesiones con Juli y Candela.—

—¿todos?— pregunta Enzo y dirijo mi mirada hacía él.

—todos no, pero creo que vos si. Ahí voy a leer la lista— Dice Juan Cruz y el asiente. —Barco, Fernández, Aliendro, De la Cruz, Echeverry y efectivamente, Pérez.— dice y Enzo vira sus ojos.

—yo tengo un compromiso con mi mujer, podría llegar a las ocho masomenos acá— dice y Juan Cruz nos mira a nosotras.

—bueno si Julieta o Candela pueden esperarte esta bien— dice y Enzo nos mira.

—¿podes Candela?— dice y todos miran la situación, yo salgo de ahí y me voy a mi oficina porque si no voy a romper algo de la bronca que tengo. Dios, que estúpido que es.

Candela viene unos minutos después y me mira.

—que fantasma que es— dice y ladeo mi cabeza tratando de restarle importancia. —le dije que a las siete me iba, que si no llegaba lo sentía— me cuenta.

—ojalá no llegue, nos haría un favor.— le digo y ella asiente.

—al menos a mi Enzo no le tocó– dice y la miro mal.

—gracias.— le digo y se ríe negando.

Fotografiamos el entrenamiento de reserva y a algunos chicos que le hacían notas porque se venia el superclasico de ellos asique había que activar las redes.

A eso de las seis de la tarde fuimos al set ya preparado para las sesiones. Hicimos algunas fotos con las chicas del femenino, y ya empezaban a llegar los jugadores del plantel citados, obvio, menos Pérez.

La pasé muy bien, y nos divertimos mucho, todo era risas, gritos y cargadas entre ellos y para nosotras, todavía no nos perdonaban lo del viernes pasado, más que nada Barco, y seguía jodiendonos con lo mismo.

—¿tenemos que esperar a Enzo para la foto todos juntos o ya esta?— pregunta Aliendro y elevo mis hombros.

—estaba prevista la foto de todos juntos, pero bueno, Enzo no llegó y si ustedes quieren ya pueden irse ya pasó el horario pactado— digo viendo que era las siete y catorce minutos.

—si, yo me tengo que ir yendo también— dice mi amiga y asiento, era el cumple de su abuela, ya me había contado.

Aliendro y Armani son los que lo llaman pero no reciben respuesta, asique todos empiezan a irse unos minutos después de Candela.

—¿y vos? ¿te vas o te quedas a esperar haber si viene?— dice Barco que es el único que queda y yo lo miro. —te jodoooo— dice y sigo confundida.

—no entendí— digo haciéndome la boluda y el larga una carcajada.

—se re nota que están o algo así, el viernes se re calentó mal cuando te vió ahí, se le notaba en la cara, en los gestos, y cuando empezamos a hablar de ustedes se fue a la mierda.— chusmea Exequiel y sonrío con la boca apretada.

—no debería, yo estoy soltera y hago lo que quiero, el tiene mujer.— digo levantando mis hombros y Barco me mira riéndose.

—estas hasta las manos, te encanta Enzo— dice divertido y viro mis ojos. —sí, me encanta— confieso puchereando. —pero vos no digas nada— lo amenazó y se ríe asintiendo, pero escuchamos unos pasos y los dos nos volteamos, hablando de Roma.

Animarse | Enzo Pérez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora