Y aquel día había llegado. Junto a Jimin y Taehyung se preparaban para salir. Seokjin pasaría por ellos e irían a un bar bastante conocido y popular.
Estaba realmente nervioso. Sólo habían hablado y enviado mensajes estos días. Deseaba volver a verlo. Sentir su presencia. Estar cerca de él. Seokjin sólo le había dedicado palabras dulces cada vez que hablaban y eso había hecho crecer en él la necesidad de verlo.
Al salir de su cuarto, se sorprendió de ver a sus amigos tan guapos. Por un momento recordó cuando en sus días libres, los tres partían a algún karaoke exclusivo a divertirse. Muchas veces sus amigos, terminaban enredados con alguna que otra chica. En esas ocasiones era Seokjin quien iba a buscarlo y lo llevaba de vuelta a casa. Sin embargo nunca había ido a un lugar así con él. Jamás le reprochaba si había tomado de más o le hacía preguntas indiscretas. Jin le decía que confiaba en él.
Siempre cuidándolo, siempre viéndolo como un niño que se debía proteger.
Un recuerdo vino a su cabeza que lo asoció a su actual mundo. La única vez que se habían emborrachado juntos en el departamento. Seokjin lo había mirado tal como hace días en el Restaurante y le había dicho "Te amo". Jungkook estaba borracho, pero lo recordaba. Pero luego Jin lo había abrazado para decirle, "Te amo hermanito" y había comenzado a llorar. Devastado y alcoholizado, también lloró. Finalmente entre Namjoon y Tae los habían logrado llevar a cada uno a su habitación. Al otro día ambos simularon, o al menos él, no recordar nada.
El sonido del timbre, lo sacó de sus recuerdos. Jimin abrió la puerta y ahí estaba. El chico más hermoso del mundo. Todas las palabras que ARMY dedicaba a la belleza de su hyung eran pocas, Seokjin de verdad era muy hermoso. Y ahora estaba frente a él, perdido en su sonrisa.
— ¿Nos vamos? —interrumpió Jimin. Sabía que si no rompía ese momento, jamás se irían.
Mientras bajaban, Seokjin no dejaba de mirarlo —Kookie te ves muy hermoso, esa ropa te queda perfecta —Jungkook se sonrojó. Muchas veces entre ellos se alababan, pero la mirada que tenía sobre él lo hacía diferente.
—Tú también te ves muy guapo, hyung —Taehyung rompía una vez más la burbuja, y Jungkook sintió como esa oleada de celos que tenía cuando Tae estaba cerca de él lo invadía. Miró a su amigo y éste pudo ver el fuego en sus ojos.
—Hey! JK, no me mires así. Sólo fue un halago —le sonrió, justo cuando llegaban al auto de Seokjin.
El lugar estaba bastante lleno. Se sentaron cerca del escenario donde se hacía el karaoke. Luego de pedir y que les trajeran las bebidas y algo para comer, se relajaron conversando tonterías y riéndose bastante.
Seokjin se había sentado al lado de Jungkook. Sus piernas se rozaban y eso provocaba en ambos un deseo de algo más. Pero estaban en un lugar público y frente a sus amigos. Pero Jungkook hizo lo que muchas veces hacía aun estando frente a las cámaras. Puso su mano sobre la pierna de Seokjin. Y la respuesta fue inmediata. Seokjin puso su mano sobre su pierna. Muchas veces hacían eso en los últimos años. Para ellos era casi natural. Pero esta vez Jungkook se atrevió a algo más.
Movió su mano más arriba y comenzó a acariciar su muslo, muy cerca de la entrepierna del mayor. Sintió como se estremecía y lo miraba sonriendo. La mano de Seokjin entonces viajó al mismo lugar.
Mientras hablaban, Jimin y Tae comenzaron a sentir que estaban de más entre esos dos. Rápidamente decidieron subir al escenario a cantar.
Eligieron una canción y sus voces comenzaron a resonar en el lugar. Jungkook sintió una emoción muy especial al sentir las voces de sus amigos. No estaban tan trabajadas como era en su mundo BTS, pero eran hermosas. La voz gruesa de Tae y la voz suave de Jimin hacían una combinación perfecta. ¡Ellos eran tan talentosos! Muchas personas se quedaron en silencio para escucharlos. La armonía sonaba muy bien.
Jungkook por un momento salió del mundo en el que estaba con Seokjin, para admirarlos. Se dio cuenta que extrañaba mucho cantar, estar en un escenario. A pesar de sentirse feliz de estar con Jin, la música y el canto eran una parte demasiado importante en su vida. Sintió un deseo irrefrenable de subir al escenario, pero se contuvo. Cuando sus amigos terminaron, una buena parte del público los aplaudió.
—No sabía que tenías tanto talento Jimin. Es decir, ¿además de ser profesor de baile, también cantas?, es asombroso. Me pregunto cómo es que ese tonto de aquella agencia no los escogió. Tae, tu voz es fantástica —Seokjin estaba realmente asombrado de la habilidad de los chicos.
—Gracias hyung y eso que aún no escuchas cantar a Jungkook —éste sintió la mirada de los tres y bajó la vista. No, él no cantaría. En este mundo él era un estudiante de periodismo. No tenía nada que ver con el otro, con el Golden maknae. Con el cantante de BTS.
—Kookie, quiero escucharte cantar —el ruego de Seokjin lo sacó de sus contradictorios pensamientos.
—Jimin se equivoca. Yo no canto. Eso fue hace mucho, cuando era niño.
—Pero Jungkook te he escuchado muchas veces cantar en el departamento. Sé que todavía conservas ese talento. ¡Vamos, sube al escenario!
—Hazlo por mi Kookie. Quiero escucharte...—finalmente accedió sólo para complacer a Seokjin.
Tomó el micrófono y buscó una canción. Finalmente se decidió por una. "Me after You" de Paul Kim. Era una canción de la que había pensado hacer un cover, y en cierta forma para él reflejaba lo que Seokjin había significado en su vida.
Comenzó a cantar y muchas imagines vinieron a su mente. Los dos mundos que estaba viviendo. La dualidad en la que se daba cuenta no podía tener todo. Su voz fue acallando todas las conversaciones. Todos miraban al chico que estaba en el escenario. Seokjin sintió entonces que si había alguna duda en su corazón acerca de lo que sentía por ese chico, se esfumaba. Era un ángel y deseaba estar con él, por el resto de su vida. Jungkook lo miraba y podía sentir como cantaba para él. Pero también vio cierta tristeza en su mirada. Tal vez no era tan sincero cuando decía que era feliz estudiando periodismo, cuando en realidad anhelaba cantar.
Jungkook bajó del escenario en medio de grandes aplausos y la admiración de sus amigos —nunca te había escuchado cantar así, Kookie, es cómo si llevaras haciéndolo por años, me refiero profesionalmente. Tu voz es hermosa —Jimin lo había escuchado cantar en su dormitorio, pero no de esa manera. Realmente lamentaba que ese talento se desperdiciara.
Seokjin le tomó sus manos —realmente tu voz es hermosa Jungkook. Ese talento no debería desperdiciarse.
— ¡No!, yo no quiero ser idol, ni cantante. Además ya estoy viejo. Yo ya hice me elección hace años y no me arrepiento. Estoy seguro que no sería feliz, si hubiese llevado esa vida.
Nadie más insistió porque un aire de tristeza se apoderó de Jimin y Tae. Nunca podrían saber qué habría sido de sus vidas si se hubiesen convertido en Idol. Si hubiesen triunfado. Si hubiesen ganado algún programa de televisión.
Seokjin miró a Jungkook y le sonrió —perdona Kookie, me entusiasmé. Es que realmente cantas muy lindo, pero tienes razón, no podemos dar vuelta atrás a las decisiones tomadas, lo siento —una vez más puso su mano sobre la pierna de Kook y éste se relajó. Otra vez se estaban perdiendo en su propio mundo, cuando Tae y Jimin habían subido a cantar de nuevo, pero esta vez, unas chicas se habían acoplado al canto.
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Dos Caminos, Dos Destinos
FantasíaSeokjin y Jungkook. Jungkook y Seokjin. El mayor y el menor. El menor y el mayor. Famosísimos. Todos los conocen, miembros de BTS, la banda surcoreana sensación del momento. "Mamá e hijo" dicen algunas fans. "Hermanitos" dicen otras. Sólo unas pocas...