Flor de dos mundos

Naturaleza humana

<<Los humanos se distinguen de los demás animales por su empatía, su inteligencia y su capacidad para la constante evolución. Sin embargo, nadie es perfecto, ni siquiera la naturaleza, a pesar de las alabanzas que a menudo recibe. Así como fuimos creados con esas cualidades admirables, también somos capaces de lo peor que pueda existir en el mundo, sin importar de qué lugar provengamos.. >>

Aizawa estaba dentro del coche en el estacionamiento del hospital con el respaldo del asiento hacia atrás y los brazos cruzados. En ese momento, se encontraba dormitando. Había salido muy temprano en la mañana para llevar a Sakura a la operación que iba a realizar en All Might. El día que se enteró, se sorprendió bastante. Normalmente, se buscan donantes de órganos, pero la noticia de que en el mundo de Sakura habían tenido éxito en recrear un brazo funcional lo dejó atónito. Además, cuando leyó el informe que decía que All Might era compatible con la operación, la sorpresa fue aún mayor.

No estaba preocupado en lo absoluto. Durante el tiempo en que fue profesor de Sakura, había aprendido que, dejando de lado su parte impulsiva, ella era meticulosa y enfocada. Por eso, cuando recibió la llamada informándole que Sakura había terminado la operación con éxito, no se sorprendió en absoluto. Tenía plena confianza en las habilidades de su alumna.

Desde entonces, decidió dormitar un poco para compensar las horas de sueño que había sacrificado. Estaba a punto de conciliar el sueño cuando se escuchó un estruendoso ruido proveniente del exterior. Al salir del coche y dirigirse al hospital, maldijo internamente.

Frente a las puertas del hospital, una multitud de gente pedía entrar, ya que tenían familiares dentro, necesitaban acceso o simplemente grababan el suceso. Las alarmas sonaban ensordecedoras y las puertas y ventanas estaban cerradas con acero reforzado. El sistema de seguridad se había implementado hace unos años como medida de protección contra ataques de villanos cercanos al hospital. Para cualquier persona en la calle, solo significaba una cosa: alguien desde adentro había activado el sistema de seguridad.

Esperando que la noticia se hiciera viral pronto para atraer la atención de héroes con las habilidades adecuadas para ingresar al hospital, sacó su celular y llamó a la policía.

Aizawa no podía evitar maldecir la suerte de Sakura, Midoriya, Bakugo y Todoroki. De todos los días, justo tenía que ocurrir esto en el que estaban en el hospital. Además, sabía que la operación había sido de alto secreto y los oficiales dentro no podían hacer mucho por temor a que se revelara el estado de All Might.

Dentro del hospital, las alarmas continuaban resonando por todos los pasillos, y un gas de color morado se había esparcido por todo el hospital a nivel del suelo. La gente estaba conmocionada e incierta, apenas podían comprender que una parte del hospital había explotado.

Todoroki, Midoriya y Bakugo sostuvieron a sus madres en cuanto el hospital se sacudió por completo. La ventana de la habitación se cerró de golpe, y desde la puerta, podían ver a las enfermeras y médicos moviéndose frenéticamente para hacer frente a la emergencia.

Pasaron unos largos y tensos segundos hasta que los altavoces se activaron. Todos se quedaron inmóviles, atentos para escuchar el anuncio y seguir el protocolo de evacuación.

Sin embargo, sus esperanzas se desvanecieron cuando escucharon las siguientes palabras:

—Sí, atención, esto no es un simulacro. Desde este momento, todos en el hospital han sido secuestrados. Esto no es un simulacro.

Más de uno quedó en silencio, repitiendo esas palabras en sus mentes, sin poder comprender la magnitud de la situación, hasta que el miedo comenzó a apoderarse de ellos.