Flor de dos mundos

33.- A por la licencia

Lo diré desde ahora, como ninja experimentada, creía que ya no había nada que pudiera sorprenderme o con la guardia baja... Bueno, la vida tiene giros misteriosos, sino cómo es que llegué aquí...

Los días pasaron rápidamente y, antes de darse cuenta, ya era la noche previa al examen para obtener la licencia. Las clases y el entrenamiento finalmente habían concluido.

Sakura salió del baño recién bañada y vestida. Durante la tarde, Aizawa había hablado sobre la importancia de los ataques especiales y su relación con el examen para la licencia. Hubo ciertas palabras que resonaron en su mente. Enfrentarán personas más experimentadas a las que no conocen sus habilidades. ¿Por qué Aizawa lo enfatizaba tanto? Fue entonces cuando se dio cuenta de lo que quería decir.

Inmediatamente comenzó a reír. Quizás Aizawa era tan retorcido como Kakashi-sensei al empujarlos sin revelar todo, similar a cuando tenía doce años y les dio la opción de tomar el examen genin sin mencionar que, si uno no aceptaba, los demás no podrían presentarse.

—¿Sakura? —preguntó Toru, acercándose junto a Mina.

—Sí, estoy bien —respondió Sakura. Si Aizawa no había explicado el significado detrás de sus palabras, ella no tenía razón para hacerlo.

Toru y Mina, al ver que Sakura estaba bien, la llevaron a la sala donde todas las chicas de la Clase 1-A se habían reunido para un momento de chicas después de un merecido baño.

Mina se dejó caer pesadamente en el sofá. —Entrenamos demasiado duro —se quejó.

—Por ahora lo dejaremos en pausa para ir a tomar el examen mañana —dijo Yaoyorozu.

Cada una de las chicas comenzó a hablar sobre sus habilidades y lo que tenían en mente para seguir mejorando como futuras heroínas. Esta vez, Sakura simplemente se sentó con tranquilidad tomando su jugo de frutas, deseando que fuera sake, mientras escuchaba a sus amigas. Desde la pelea con Bakugo, Sakura se había sentido más segura en cuanto a sus habilidades y su futuro. El escuchar a los demás ya no le causaba conflicto porque ella misma había estado haciendo lo mismo.

—¿Cómo te va a ti, Sakura? —preguntó Toru.

—Muy bien, estoy combinando mi control de chakra con mis conocimientos de medicina —dijo Sakura optimista.

—¿Y tú, Ochako? —preguntó Toru.

Uraraka estaba tan absorta bebiendo su leche que no las escuchó.

—¿Ochako? —preguntó Tsuyu, tocando el brazo de Uraraka, quien dio un salto. —Pareces agotada.

—No, para nada. ¡Apenas estoy empezando! —exclamó Uraraka con un tono de voz más alto de lo habitual.

Todas las miraron con genuino interés, notando que parecía un poco más animada de lo habitual.

—O al menos eso debería ser —dijo Uraraka, pronto comenzando a sonrojarse mientras sonreía tímidamente—. Mi corazón ha estado latiendo muy fuerte últimamente.

—¡Eso es amor! —exclamó Mina, sorprendiendo y sonrojando aún más a Uraraka.

Uraraka comenzó a tartamudear nerviosamente, buscando las palabras adecuadas.

—Dinos quién es —insistió Mina, emocionada—. ¿Quizás Midoriya o Iida? ¡Siempre estás con ellos!

—¡No, no, no, no, no! —Uraraka comenzó a gritar mientras, inconscientemente, comenzaba a flotar.

Pronto todas tenían su atención centrada en ella, algunas intentando sacarle la información sobre quién era la persona que hacía que su corazón se acelerara. Personalmente, Sakura recordó el día del examen en pareja con Aoyama y Uraraka, leyendo los labios de Aoyama mientras mencionaba a Midoriya, y también recordó cómo Uraraka estaba nerviosa durante las pruebas al darse cuenta de que Midoriya la estaba sosteniendo.