No se exactamente cuánto tiempo pase en aquellas sillas, flotando a la deriva, en medio del océano atlántico. Los recuerdos de esos momentos quedaron borrosos en mi memoria, aunque si recuerdo el momento exacto en que dejé de remar porque ya no podía sentir mis manos, como dejé de sentir mi cuerpo, como las ligeras olas golpeando la madera se comenzaron a ver distorsionadas. Al parecer me había alejado lo suficiente de los otros náufragos, pues ya no podía escuchar nada más que los sonidos distorsionados del agua.
¿Realmente todo acabaría allí?
Intenté darme la vuelta, para observar el cielo, pero solo conseguí mover lentamente la cabeza, aunque mis ojos no se enfocaban en nada.
En ese momento de mi vida, repasé una última vez lo que había vivido, cada pequeño detalle que podía recordar de mis casi 17 años de vida.
Recordé mi vida en Greenhouse, recordé la sonrisa maternal de Claire, e, inconscientemente, le pedí a Dios que no permitiera que perdiera el resto de su vida buscándome, buscando a la hija que había perdido. También pedí que nunca se enterara de la verdad, pues sabía que no podría soportar perder a su hija dos veces.
Recordé a la Sra. Lina y Juliana, que siempre cargarían con la tristeza de haber tenido que dejar a Johann en un barco sentenciado, y que nunca sabrían que murió siendo un héroe, que dio su vida por mi.
Y por último, recordé a Daniela; esta vez pedí a sabiendas que estuviera viva, que continuará con su vida como solo ella podría hacerlo, a pesar de que yo no estuviera en ella.
Ella podría velar por Claire, podría decirle a La Sra. Lina que su nieto era un gran hombre que murió luchando, ella podría vivir por ambas.
Daniela...
Mi Daniela...<Espero que seas consciente de cuánto te amé en vida, y te amaré tras mi paso por este mundo> alegó mi interior.
Cerré los ojos, pues el peso de la escarcha en mis pestañas me obligó a hacerlo, y, sin querer, mi mente viajó al momento en que probé sus labios por primera vez, y tras eso, viajó a la noche que nos entregamos la una a la otra. Deseé con todas mis fuerzas poder vivir esos momentos una vez más, aunque fuera lo último que hiciera en toda mi vida. Deseé sobrevivir por primera vez en toda la noche, aunque, ante la idea de que quizás ella fuera la que no sobrevivía, preferí morir también.
Quizás esta era la manera que teníamos de ser felices, en otro mundo, en otra realidad, en otro universo.
Eso fue lo último que consigo recordar conscientemente, de ahora en adelante, contaré lo que supe horas más tarde, cuando un valiente oficial del ya hundido Titanic me relató lo sucedido:
ESTÁS LEYENDO
Leaving Port
FanfictionEsta es la historia de un barco muy famoso que decían era insumergible y pereció en las frías aguas del Atlántico. Esta es la historia de una joven de buena familia que se enfrentó a todo por estar con la persona que amaba. Esta es la historia de...