Charles observo al último hombre que su padre había escogido como yerno. No pudo evitar sentir admiración por su buen gusto. Sergio Pérez no era muy alto pero era de hombros ancho, el uniforme parecia diseñado para él. Parecia un anuncio de reclutamiento. Era perfecto, demasiado perfecto, su mandibula dura, sus labios, que parecían una fina brecha en su rostro, sus ojos color chocolate, de cejas pobladas.
Tenía que concederle un punto. Al menos, aquel marine era bastante más guapo que los últimos que había puesto su padre a sus pies. Pero, guapo o no, seguía siendo un marine. Y por lo tanto quedaba fuera de la lista. Al menos por lo que a él se referia.
Tampoco es que tuviera a nadie en la lista de pretendientes, pero eso era otra historia.
El marine apretaba los puños a los lados del cuerpo. Charles tuvo la clara impresión de que habría querido salir huyendo y desaparecer en la niebla. O dar un puñetazo a la pared. No podía culparlo. Después de todo, era el marido elegido por el coronel, su presa.Y para Charles se trataba de la historia de siempre.
—En serio, deberías tratar de relajarte—Comento Charles.Toda esa tensión no puede ser buena para el espiritu. Ni para la digestión.
—Gracias—Musitó el soldado metiéndose las manos en los bolsillos—Pero me gusta la tensión. Me mantiene alerta.Bien, en ese caso hubiera debido alegrarse de que le hubieran encargado esa misión. Por que Charles tenía talento para poner a todo el mundo nervioso. Era un don especial.
Desde niño se las había apañado para decir lo que no debía. Aun así, no tenía motivos para ponerlo más nervioso de lo que ya estaba.—No te lo tomes tan a pecho; no es para nada personal—Recomendo Charles mirándole fríamente.
—¿Qué no es personal?— Repitió él, incredulo—Tu padre, mi comandante en jefe, me tiende una trampa ¿Y no debo tomármelo de un modo personal?
—Pero no eres el primero—Aseguro Charles meneando una mano y produciendo un calmante campanilleo—Ni seras el último. Papá lleva haciéndolo desde que tenía diecisiete años. Tú simplemente, eres el que siguio.
—¡Que gran consuelo!
—Sí, debería servirte de consuelo.
—¿Y por que?
—Bueno, no creas que mi padre no es puntilloso a la hora de elegir un hombre para mi. Solo elige a los mejores. Después de todo, soy su hijo.Sí, no era el hijo que él siempre había querdido que fuera. Era simplemente un hijo, con colgantes de cristales, bracaletes y anillos en las manos.
—¿Entonces debo sentirme alagado?
—En cierto modo.
—Pues no lo estoy—Contesto Sergio.
—Ya me doy cuenta ¿sabes? creo que tienes que trabajar con tu Chakra.
—¿Mi qué?
—Olvídalo.
—No te comprendo.
—No eres el único—Respuso Charles.
—¿Eres siempre así de raro?
—Eso depende. ¿Cómo de raro te parezco?
—¡Dios!—Lamento la interrupción—Se disculpo el coronel entrando de nuevo a la habitación.
Ambos se volvieron para mirarlo, casi aliviados. Evidentemente, charlando solos no llegaban a ninguna parte.
El coronel se detuvo en el marco de la puerta y los observo.
—¿Algún problema?
—Sí—Contesto Charles.
—No, señor—Contesto Sergio al mismo tiempo.Charles se volvio hacía Sergio y le lanzo una mirada dura. La furiosa expresión del rostro de él había desaparecido, sustituida por la cara indiferente y obediente del soldado profesional.
Cualquiera que lo hubiera visto antes se habría extrañado de saber que, instantes antes estab dispuesto a tirársele a alguien al cuello.—Te cedo el turno. Es tu oportunidad sargento de Artillería. Dile a mi padre lo que acabas de decirme.
—Sí, sargento ¿De que se trata?—Preguntó el coronel.
Sergio miro a uno y a otro alternativamente. Por un segundo Charles esperó que se pusiera en pie y contestara la verdad. Pero entonces Sergio Pérez se levantó y la esperanza murio en él.—Le decia a su hijo que sería un honor para mí acompañarlo por la base durante su visita.
Charles suspiro pesadamente, pero ninguno de los dos hombres parecio notarlo.
—Excelente—Señaló el coronel sonriendo. Entonces se acerco a su hijo, lo beso en la frente y se volvió hacía el sargento—Charles te acompañara a la puerta, así pueden hacer algunos planes.
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Pureza Virginal. ❉
Romance¿Por que después de una noche de pasión quería que ese marine acatara todas sus ordenes?