14. Al mismo tiempo.

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 Cuando Gabriel, Michael y Uriel fueron a encargarse del grupo de ángeles que más que luchar por el reinado del Cielo luchaban por el brillo de una espada, Gabriel no puso mucha atención, ninguno de los tres lo hizo. Gabriel vio cuando Aziraphale se hacía a un lado y se iba, y decidió dejarlo ir. Uriel vio cuando los ojos de Gabriel se movían rápido de donde Aziraphale estaba hacia el lugar de la discusión, y miró, y vio que Airaphale se iba, y no le dijo nada a Michael.

 A Gabriel no le importaba lo que Aziraphale hiciera, si quería fraternizar con el enemigo, estaba bien por él. Sí que le preocupaba que al lanzarlo a las llamas del infierno Aziraphale reaccionara lo mismo que si se bañaba en agua bendita, eso era raro, pero por eso, más le valía tenerlo lejos. Por otro lado, si Aziraphale era tan terrible, en todo el tiempo que llevaba en el Cielo ya hubiera iniciado una revolución, y no había hecho más que sentarse como perro manso. Tal vez Aziraphale tenía capacidades extraordinarias, pero no parecía querer usarlas para nada. Azirpahel era un idiota. Con sus libros y el sushi y Dios supiera cuántas otra cosas ¿Qué peligro podía correr el Cielo si se escapaba a leer novelas mientras tomaba vino con el demonio? Le daba igual.

 Uriel no dijo nada porque Gabriel era el Arcángel Supremo y si él no hacía algo al respecto, por algo debía ser. Comenzaba a pensar que Dios no hubiera traído a Aziraphale de nuevo si fuera tan peligroso. Además que Dudley se había encariñado mucho con Aziraphale, no paraba de hablar de él, con lo que a Uriel se le habían ido un poco las ganas de destruirlo.

 El conflicto terminó cuando un ángel pegó el tirón y salió corriendo con la espada. Michael zamarreó a los otros y les dijo que fueran a las filas. Gabriel asintió y ellos obedecieron.

 Uno junto a otro, los tres arcángeles se dirigieron a la armería. Recogieron el nuevo uniforme y se enlistaron. Michael tardó como quince minutos en darse cuenta de que les faltaba Aziraphale.

 Gabriel intercambió una mirada con Uriel, y le dijo a Michael que lo había dejado recluido en un cubículo hermético y que lo iría a buscar. Michael no llegó ni a preguntarle qué era un cubículo hermético, cuando Uriel le indicó seguir hacia el frente.

 Gabriel caminó por el espacio vacío sin intención de ir a ningún lado en específico, solo de ir. Se sentía bastante raro, en especial porque por lo general no sentía. Yendo a ningún lado, llegó a un lugar. De repente se encontró defendiéndose de espadazos y de mordidas de demonios, esquivando hachazos y dando golpes con su escudo, aunque no se suponía que lo usara para eso.

 Como ya le era natural, se puso a dar órdenes. Se olvidó de sentirse raro. Aniquiló unos cuantos demonios y se salvó de varias aniquilaciones. Escuchó gritos y gritó otras veces.

 Luego se preguntó para qué.

 Y lo chocaron por la espalda.

 Se volteó.

Se sorprendió ligeramente, aunque no debía haber sorpresa alguna en su presencia allí, al reconocerle.

– Fíjate por donde vas, idiota.

– Deberías ponerte un par de ojos en la espalda– le respondió Gabriel.

– Tonto– masculló

 Gabriel se quedó viendo a Lord Beelzebub forcejear con un ángel bastante débil. Al final lo empujó lejos y miró a Gabriel.

–¿Qué te pasa? Muévete, me estorbas– dijo esquivando el toque de una lanza.

 Gabriel solo reaccionó cuando un no muy sigiloso demonio pegó un grito al atacarlo por la espalda.

 Tardaron unos segundos en deshacerse de sus contrincantes.

– No me mataste– observó Gabriel.

– No me dieron ganas.

– ¿Por qué?

– No lo sé– dijo Beelzebub encogiéndose de hombros– No me desagradas.

– Oh... Mh... Gracias– dijo Gabriel.

– No agradezcas. Tú tampoco me mataste– dijo Beelzebub y al ver una horda de demonios acercándose la señaló con su dedo– Yo que tú me iría.

 Miró a Beelzebub, quien también le miró.

– Me quedaré por aquí, estos ángeles necesitan a alguien que los ordene un poco, son un desastre.

– Ya lo creo– acordó Beelzebub.

– Ve con cuidado– dijo Gabriel y luego se alejó hacia el otro lado.

 Beelzebub tosió en una risa– Ni aunque quisiera– dijo antes de ponerse a esquivar nuevos embates.

 Cuando la horda de demonios llegó el ruido se volvió ensordecedor. Gabriel daba órdenes a los gritos pero ni él mismo se escuchaba. Todo parecía girar alrededor. Y el ruido no hacía más que empeorar la sensación general de mareo.

 Hasta que por unos segundos pareció haber un acuerdo entre ambos bandos, y en un momento todo se detuvo.

– ¡Sigan peleando, tontos! – sonó la voz de Gabriel a la vez que Beelzebub ordenaba lo mismo. Mientras las tropas volvían a la acción, ambos se miraron a la distancia. Quietos por unos segundos. Luego el desastre los consumió.


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Bueno. No sé. Estoy en ese momento en que no sé qué hago.

Pensé en publicar hoy cuatro capítulos para compensar los dos que no publiqué la semana pasada, pero no tengo súper poderes, así que serán solo dos :)

Disculpen errores y todas esas cosas torpes que hago

Adivinen quién finalmente encontró Hertlands (2002) para ver (POR FINNN)

Adivinen quién finalmente encontró Hertlands (2002) para ver (POR FINNN)

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Yo :)

la voy a ver mañana wiii

ay, quedé re feliz con el final de Our Flag Means Death, mi corazón tiene una parte menos rota

quiéranse, cuídense, tomen agua y coman bien, siempre que puedan <3

gracias por leer, por los votos y comentarios <3 <3 <3 

Letter - Ineffable HusbandsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora