7. Trozos de papel.

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"Querido Crowley:

Como verás agregué un punto en el sobre. De nada, en caso de que lo agradezcas.

Espero que tus cartas para el Cielo no sean demasiado groseras. Se trate de quien se trate, no deberías ser grosero.

Tal vez Dudley sea más perspicaz de lo que creí, tendré que tener más cuidado, no lo sé. La otra noche cuando vino a buscar las cartas, se tomó bastante a pecho que no había dejado las cartas acomodadas como de costumbre. Espero que no sea una mala señal y que tan solo le molesten los cambios de rutina.

Lily. Me gusta. Se llamará Lily entonces. Es tricolor. De cabeza grande, pelo corto y ojos verdes. Maúlla con dificultad y tiene una cicatriz sobre la nariz, deben haberle pasado cosas malas, pobrecilla. Por lo menos ahora tiene un nombre.

De la Tierra extraño los libros. Aunque leí algunos tantas veces que sólo tengo que repasarlos mentalemente y es como volver a leerlos. ¿Tú extrañas algo?

¿Sabes lo que me ocurre? Bueno, no creo que lo sepas. Pero se siente raro escribirte, por correspondencia. No lo sé. ¿Imaginas mi voz cuando lo lees? Yo sí imagino la tuya ¿Imaginas mis expresiones? Yo sí lo hago.

Sinceramente,

Aziraphale."

***

 Cuando Crowley preguntó si extrañaba algo de la Tierra lo hizo esperando un "A ti", así podía decirle "Yo también te extraño".

 Crowley no se había animado a decirle que también lo extrañaba la primera vez que Aziraphale se lo dijo. Y ahora le parecía muy tonto decirlo de la nada, por eso estaba buscando que Aziraphale se lo dijera, para poder decirlo él también. Pero Aziraphale dijo "Libros". Condenados libros.

 No culpaba al ángel, porque sabía que no era su culpa, incluso lamentaba que Aziraphale pudiera llegar a pensar que no lo extrañaba cuando en realidad sí lo hacía, pero no se animaba a decirlo.

 Tampoco le había pasado desapercibido que Aziraphale no había vuelto a poner "Tuyo" al final de sus cartas, y creía que tenía algo que ver con que él no había dicho "Yo también te extraño".

 Pero no tenía mucha idea de qué hacer. Por ejemplo, a veces quería escribirle sobre esa última vez que se vieron, sobre lo que ocurrió esa noche, sobre si Aziraphale se arrepentía. Él no lo hacía. Pero lo carcomía por dentro no saber qué pensaba Aziraphale al respecto, si lo consideraba un arrebato del momento que no debería haber pasado, si no lo lamentaba pero acaso no lo volvería a hacer, si se arrepentía enormemente y no quería nunca, nunca pero nunca, volver a hablar de ello. Crowley no paraba de pensar eso, en que Aziraphale tampoco traía el tema, como si no quisiera recordarlo.

 Como cada vez, hizo esos pensamientos a un lado, y escribió una respuesta.

"Gracias por el punto. Fue más sencillo.

Mis cartas al cielo son lo necesariamente groseras que deben ser. Soy muy bueno en lo que hago, ellos tampoco son demasiado gentiles conmigo.

Si te preocupa demasiado lo de Dudley podemos abandonar la correspondencia, si eso te deja más tranquilo.

Por lo que dices de la gata, tal vez le vendría mejor un nombre más rudo, aunque Lily me gusta. Pero qué tal... ¿Martha? ¿Imelda? No. Lily está bien.

¿Sólo los libros extrañas? ¿No extrañas comer? Siempre te gustó la comida. Yo extraño el vino, mi Bentley y los grandes éxitos de Queen.

No es tan raro si lo piensas. Antes, cuando no existían los teléfonos, nos escribíamos seguido. Y ahora es igual que antes: cuando te leo siempre te imagino, tu voz, la forma en que luces; imagino como si estuvieras conmigo.

Letter - Ineffable HusbandsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora