En la vida del joven ejecutivo Park Jimin las mujeres habían sido siempre algo esencial, no siempre la misma porque para él era como cambiarse de ropa, siempre debía ser alguien distinta la qué se viera a su lado, todas con pinta de modelo, perfecta...
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Esa noche la vida parecía lo más hermoso que pudiera haber, ellos llegaron a un acuerdo en el que intentarían que todo funcione pero no dirían nada al de sus vidas personales, algo que para Jimin era un logro porque entendía la timidez que Montse tenía, la noche pasó y ellos siguieron con sus vidas porque debían descansar, la noche era joven y hermosa igual que ellos, Jimin el más conquistador finalmente había sido conquistado por la mujer que jamás imaginó que llegaría a tener en su vida, la que nunca imaginó que le iba robar el corazón desde la primera vez que la había visto.
Al amanecer, el joven Park supo que era la hora en que su bella asistente llegaba, bajo más que feliz porque no se aguantaba las ganas de volver a verla, él nunca había sido de los hombres que dejaban pasar esa oportunidad de dormir con esa chica a la que había conquistado, pero en esta ocasión las cosa serán distintas, Montse no era para pasar el rato y él le daría el valor que se merecía, no podía negar que finalmente estaba enamorado y que no podía controlar ese sentimiento del que tanto le advirtieron en algún tiempo, ahora estaba en una incontrolable situación de amor inesperado que le gustaba demasiado.
─ Buenos días querida mía ─ dijo al subir al auto e inclinándose para darle un suave beso que fue seguido por una sonrisa.
─ Eres demasiado tierno, no sé cómo responder a tanta dulzura pero te prometo que lo iré aprendiendo ─ respondió la joven que empezó a conducir luego de aquellas palabras, el camino siempre estaba lleno de muchas conversaciones en las que se involucraban muchos temas de trabajo que Jimin debía conocer para que su desempeño fuera el mejor.
Al llegar a la empresa el joven se bajó en la entrada principal y se dirigió a su ascensor, mientras que Montse se fue al estacionamiento, en el tiempo que el joven Park se quedó solo la mujer que el día antes había escuchado la conversación entre los hermanos Kim, Jennie, abordó a Jimin para poder hablar con él a solas y antes que su asistente llegara, ella le dijo todo lo que los Kim estuvieron hablando el día anterior cuando todos casi se habían ido de la empresa.
─ Eso fue lo que escuche, ellos estaban discutiendo y el joven Taehyung le decía que eso no se le hacía a un amigo, creo que señor que la señorita Bae está jugando con los dos ─ fueron las palabras de la chica de cabello largo que ahora estaba frente al escritorio de Park.
Jimin escuchó aquella palabras y aunque en su momento le había parecido sospechoso lo que Nam había hecho con el salario de Montse, jamás pensó que fuera por interés de algo personal con ella, otra cosa era que Taehyung siempre le había sido leal, no podía creer que ahora le estuviera ocultando algo tan grave, porque él mejor que nadie sabía que las cosas con Bae iban mejor que nunca. Pidió a Jennie que se marchara y se quedó el solo pensando en la sarta de cosas que acaba de escuchar, su primera idea fue llamar a Taehyung porque era quien mejor le podía explicar lo que estaba pasando.
─ Necesito que vengas lo antes posible a mi oficina, no me importa lo que sea que tengas que hacer, tienes que aclararme algo y es de suma importancia ─ Jimin nunca le faltaba al respeto a Taehyung pero esta vez parecía que estaba muy enojado porque sentía que le había ocultado la verdad.
Montse estaba tan feliz por la visita que había recibido por la noche que solo podía pensar en que quizá su joven señor Park era distinto a lo que todos pensaban porque había sido tan bella su interacción que solo quería que fuera una realidad, al llegar a su escritorio de nuevo sintió las miradas de sus compañeras de trabajo, aunque ya estaba acostumbrada a eso esta vez sentía que había algo distinto, pero como siempre lo mejor era ignorar lo que ellos hacían porque solo obraban con maldad para aquellos que no eran de sus círculo social.
Minutos más tarde Taehyung llegó y para su sorpresa, Jimin lo vio llegar con una mirada cargada de rencor, ante lo que el menor solo pudo preguntar qué era lo que estaba pasando ─ ¿Puedo saber porque ahora me ves como si hubiera sido el asesino de tu hámster? ─ cuestionó con sarcasmo el menor tratando de hacer ameno el momento.
─ Quizá sea así y yo recién me di cuenta o podrías decirme que entre tu hermano y Montse hay algo y no te molestaste en decírmelo, ¡He confiado en ti toda mi vida y nunca espere recibir algo como esto de tu parte, Taehyung! ─ reclamó con enfado el rubio que ahora solo necesitaba sacar lo que su mente y corazón sentía.
─ No hay nada entre mi hermano y ella, no sé de donde sacas esas estupideces y tampoco te he ocultado algo que sea relevante para tu relación con ella, no permito que me acuses de esa manera tan déspota cuando no te has molestado en escuchar la versión de las partes involucradas, seguro estás hablando así porque los chismes de pasillo de las malditas secretarias que tienes se la viven más interesadas en lo que hacemos nosotros en lo que les compete, pero no voy a suplicar para que me escuches, puedes creer lo que quieras ─ Taehyung se dio la vuelta y dejó a Jimin solo en la gran oficina.
La rabia que Jimin estaba sintiendo solo creció más cuando escuchó la respuesta de su mejor amigo porque en el fondo tenía razón, pero la idea de saber que Nam le había duplicado el sueldo a la mujer que amaba por interés no dejaba de sembrar en la duda y todo eso hacía que se sintiera agobiado, molesto y celoso, porque lo estaba, al final lo estaba, ese sentimiento que más le predominaba.
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