𝐌𝐲 𝐢𝐦𝐩𝐨𝐬𝐬𝐢𝐛𝐥𝐞 𝐛𝐚𝐛𝐲 ⫷𝐏𝐉𝐌⫸ +18

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Al entrar Taehyung en la oficina de Jimin este le sonrió ampliamente, las mentes maestras estaban juntas y tenían mucho de qué hablar luego de haber creado un plan en el que ni el ingenio y ni las negativas de la señorita Bae tenían lugar ─ ¿Cómo lo tomó?, es decir ella es una chica que parece que no se puede controlar así fácilmente ─ preguntaba Taehyung que estaba muy curioso con lo que habían planificado para controlar a Montse.

─ No creas que fue nada fácil, luche mucho para que las palabras no se me atoren en la garganta, para que ella no viera mi nerviosismo y me reproche lo que estaba haciendo pero cuando le dije que había revisado las planillas y había visto su sueldo simplemente no dijo nada, creo que le sorprendió mucho y simplemente se sometió a lo que venía ─ explicó Jimin que sabía que con su mejor amigo podía ser muy sincero, quizá era la única persona en el mundo en la que verdaderamente confiaba porque nunca antes le había fallado muy a pesar de las diferencias que pudieron llegar a tener.

Los amigos estuvieron así hablando durante algún rato entendiendo que estaba por demás extraño lo de las planillas y los pagos pero esto también les daba el motivo por el cual ella podía comprar ropa de diseñador cuando se sabía que su puesto no era el mejor antes de ser ascendida, los menores que analizaban las cosas minuciosamente revisaban en que momento ella empezó a tener ese sueldo y quién lo había autorizado, fue entonces que Taehyung encontró en los archivos la firma de su hermano Namjoon, siempre había pensado que aquello era un error.

Lo que menos cuadraba era que Nam no se metía casi nunca en la planilla y lo sabía porque él muchas ocasiones le ayudó con esas cosas solo más porque al mayor le aburría tocar esos temas, pero no podía decir nada antes de cuestionar al mayor sobre aquella anomalía que no tenía ni pies ni cabeza en la que no podía más que solo indagar, al menos hasta que el señor Kim le dijera los verdaderos motivos por los cuales había hecho eso, Taehyung solía ser tan listo como Namjoon y a veces eso le daba miedo.

El día finalmente pasó y puesto que Montse no sabía mucho de coches, pidió a uno de los empleados encargados de transporte que le llevará un auto que serviría para llevar al señor Park a su hogar, este le había llevado uno de los mejores que la compañía tenía una camioneta MBW IX negra que estaba sobrada en lujo, pero para ese entonces Montse no sabía qué tipo de coche le habían asignado, ella simplemente quería cumplir con lo que se le había designado como hacía siempre en su anterior puesto de trabajo en el que siempre hacía algo extra. Ahora la misión era llevar al hijo del dueño muy a pesar de que este la hacía sentir incomoda en demasía.

─ Ya podemos irnos, quiero pasar a cenar antes de ir a casa, le acabo de enviar la dirección así que no perdamos más el tiempo porque estoy realmente hambriento ─ dijo Jimin que esta ocasión traía un toque de arrogancia y era seguido por Taehyung quién en el acto se despidió de él y fue a la oficina de Nam ─ ¿Nos vamos? ─ insistió Jimin notando que Montse no había dejado su computadora aun, quería marcar autoridad y la chica parecía querer llevarle la contraria y de alguna manera en su interior sentía que eso le estaba gustando de verdad.

─ Por supuesto señor, perdone... ─ respondió Montse sintiendo que estaba tentando al diablo, más cuando la mirada firme de Jimin sobre ella parecía querer congelar todo a su paso, tomó su bolso y alguno apuntes q ue tenía que revisar, algo que siempre hacía aunque no estuviera atrasada porque sentía que entre más organizado tuviera su trabajo mejor sería el desempeño que ella tendría al día siguiente, por supuesto que Jimin ya antes había analizado ese comportamiento en ella y también le agradaba, esa entrega en el trabajo de alguna manera entendió que Nam le aumentara el sueldo de esa manera.

Park mantuvo su presencia firme, todos estaban viendo la escena, de alguna manera sentían envidia o pena dependiendo de quién veía la escena, las más jóvenes querían ser ellas quienes lleven aquellos apuntes y el rumbo de ese par, pero la elegida era esa chica a la que todos tachan de fea, sin gracia y que no sentían que mereciera un lugar importante, con sus gafas gruesas, maquillaje casi tenue, lo más natural que podían encontrar en aquella oficina y eso era lo que había prendado el corazón de Jimin esa forma de ser sin malicia y comprometida con su trabajo, quizá aburrida podrían decir los demás.

El joven Park la siguió ahogando una sonrisa porque por primera vez la veía nerviosa, al bajar al estacionamiento ella no sabía cuál era el vehículo que debía usar, comenzó a ver en las dos direcciones para identificar alguno en particular pero no había nada, algo que Park pronto descubrió y de nuevo una sonrisa traviesa se dibujó en sus bonitos labios de pollito, puesto que había hecho un puchero al intentar ahogar la risa que aquello le provocaba, ella era tan auténtica que no le importaba que su jefe supiera que no reconocía el auto que la empresa le había entregado.

─ Quizá sea bueno que toque la llave electrónica para que la alarma se desactive y emita un sonido, por el cual sabremos cual es, no soy un experto pero creo que así funciona ese dispositivo que tiene usted en la mano, señorita Bae ─ dijo finalmente el joven de cabello gris quien pudo entonces burlarse un poco de la situación ante la mirada de la joven que en ese momento se dio cuenta que se había visto como una tonta frente a ese hermoso hombre que no había dejado de verla con algo luz en sus ojos, tenía ese brillo que en más de una ocasión había reconocido cuando le hablaba.