🩸 V E I N T I D O S 🩸

623 63 146
                                    


Estábamos por llegar, ya se podían ver cuerpos de zombis muertos, tirados por la calle, de seguro los habían matado los soldados.

—Las vías del tren están a la vuelta, corran. — Nos animó Nuvia.

La carretera frente a nosotros ya se había acabado y en frente, teníamos una especie de muro lleno de grafitis, se veía bastante viejo, estaba bastante lleno de hierba y árboles alrededor.

Y al lado estaban las vías del tren, las vías que nos llevarían directo a los soldados.

Todo el camino estaba lleno de cuerpos de zombis muertos, todos con orificios de balas en la cabeza, pecho y cuello, los habían matado los francotiradores.

La niebla no se bajaba y el clima húmedo tampoco se iba, el sol se había escondido y nubes lo habían tapado.

Si solo le hubiéramos hecho caso a Vicky y esperar a que lloviera tendríamos a Roier y Alex con nosotros, no faltaba mucho para que lloviera.

—Ya estamos a salvo. — Dijo, Vicky aliviada.

—A este punto ya no creo que haya zombis. — Dijo Nuvia.

—Lo logramos. — Dijo Vicky, sonriendo, emocionada.

—Ya casi puedo escuchar el ruido de los soldados. — Dijo Nuvia feliz, nunca la había visto tan sonriente.

—¡Lo logramos, chicos!— Dijo Vicky, dando brincos y dándonos un abrazo a los dos, para después comenzar a correr junto con Nuvia.

Le di una sonrisa un poco triste a Osvaldo y él me la contestó.

No le soltaba de su mano y no pensaba hacerlo.

Tenía que vivir, tenía que vivir por los que no habían podido, no sabía como lo iba a hacer, pero Rocío y Alex no merecían morir en vano.

Además, no estaría sola, estaría con Osvaldo y con el era más que suficiente.

Comencé a correr para llegar cuanto antes, pero Osvaldo no avanzó y eso hizo que me regresara de golpe.

Me volteé hacia él, confundida, ¿Por qué no avanzaba?

Nuvia y Vicky, al ver que no las alcanzábamos se detuvieron, unos cuantos metros más adelante.

Me volteé, para estar frente a frente de Osvaldo.

—¿Qué pasa?— Le pregunté, asustada.

Giro la cabeza hacia un lado y tomó aire.

—Escucha, te irás con Vicky y con Nuvia, llegarán con los soldados y después...— No pudo terminar de hablar porque yo lo interrumpí.

—¿Qué?, no. — Me negué, con una cara de desagrado.

—Samy, Por favor escúchame. — Se le llenaron los ojos de lágrimas.

Y me imaginé lo peor.

—¿Por qué no iras conmigo? Tenemos una promesa por si no lo recuerdas. — Le dije comenzando a llorar e imaginar lo que menos quería que pasara.

—Samy, yo que más quisiera ir contigo, pero no puedo. Me tengo que quedar aquí.— Me tomo de las mejillas, para mirarme a los ojos.

—No, tienes que ir conmigo. Por favor no me dejes. — Le dije como nunca había llorado.

—No te pongas  así, por favor. Solo harás que me duela el triple dejarte. — Pidió, con lágrimas escurriendo de sus ojos.

—Entonces no lo hagas, no me dejes, ¿Quieres que me ponga de rodillas?, no dudo en hacerlo, pero no te vayas. — Le supliqué, ente sollozos.

Entre Nosotros [RIVERS X EL MARIANA] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora