🩸S E I S 🩸

752 53 30
                                    


Todos estábamos asustados, habíamos sido muy precavidos para que no nos mordieran, aunque claro, en cualquier mínimo descuido todo podía pasar.

—No, por favor.— Pidió Natalia casi al borde del llanto.

Sangre escurría por la nariz de Francisco, este no se había dado cuenta.

—¿Qué pasa, Nat?— preguntó asustado.

—Fran, por favor no te acerques.— le dijo Javier tratando de proteger a Natalia

—Estoy bien chicos, no me pasa nada.— Intentó acercarse, pero Javier lo empujó.

Al parecer, si le dolió que su mejor amigo lo alejara de esa forma, pude ver su cara de dolido.

Todos se pusieron alerta, por si en algún momento se le ocurría atacar.

Natalia estaba llorando, uno de sus mejores amigos había sido mordido.

El primero del grupo había sido infectado.

Alex se puso delante de Roció y de mí.

—Francisco, será mejor que salgas, antes de que puedas hacer algo de lo cual te arrepientas.— Juan se le acercaba cautelosamente, con mucho cuidado.

—No, voy a estar bien, apenas y me mordió.— Sus ojos se estaban empezando a tornar de un color carmesí.

—¡Vete, Fran!, ¡Por más mi amigo que seas no quiero morir por tu culpa!— Le grito Natalia, con lágrimas en los ojos.

Entendía que estuviera así, si algo parecido le llegara a suceder a Ro o a Quack, el mundo se me vendría encima y no podría seguir sin ellos.

—Oye, no le grites así, tranquila.— Le pidió Amairani.

—Debe salir. Tiene que salir— Dijo Natalia, llorando demasiado.

—Por favor, no me quiero ir. Podemos buscarlo una solución.— Las lágrimas de Francisco también estaban saliendo.

Volte hacia él, para buscar donde estaba la herida y la vi, estaba a la altura de su tobillo, era una herida bastante marcada, que no sabía por qué nadie la había visto antes, tal vez era porque la sangre apenas y se veía por lo negro del pantalón del uniforme.

—Encontraremos una solución, Loco.— se acercó Aldo con él.

—Ya sé.— intervino Roier.— Tal vez se escuche fuerte y grotesco, pero si te cortamos la parte en la que fuiste mordido, evitaremos que el virus se propague por el resto de tu cuerpo.

Era una gran idea, pero lo feo era tener que hacerlo.

—Sí, sí, háganlo, hagan lo que sea necesario.— Desesperado, dijo Francisco, enseñándonos su mordida

—Es una excelente idea, pero ¿Cómo le vamos a cortar el pie? Y ¿Quién es suficientemente valiente como para hacerlo?— preguntó Iván.

Tenía razón, cortarle el pie iba a ser algo bastante traumático para nosotros y más para el que lo fuera a hacer, iba a ser una imagen bastante grotesca y lo peor era ¿Con qué lo haríamos?

—Rápido, córtenme el pie. No me importa.— Rogaba, Francisco.

—Fran, No tenemos con que hacerlo.— le dijo Juan, tratando de acercarse a él.

—Solo arránquenme la pierna, por favor, no quiero morir.— Suplico desesperadamente.

Nadie sabía que hacer, Francisco se convertiría pronto, el virus ya debía haberse esparcido por todo su cuerpo, ya no había nada que pudiéramos hacer.

Entre Nosotros [RIVERS X EL MARIANA] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora