🩸 V E I N T E 🩸

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—Están todos bien? — preguntó Nuvia, tratando de controlar su respiración.

Todos estábamos cansados, sin duda alguna esta había sido uno de los planes más peligrosos que habíamos ideado.

Un plan que nos había costado la vida de Aldo.

Roier, Osvaldo y Vicky seguían llorando, pero obviamente los chicos mucho más que ella.

Lo que hice fue acercarme hacia Osvaldo y abrazarlo con todas mis fuerzas, dándole consuelo y demostrándole que no estaría solo mientras yo estuviera con vida.

Él enterró su cara en mi pecho, se tenía que agachar un poco para quedar a mi altura. Yo me limitaba a acariciar su espalda y decirle que todo estaría bien.

No me gustaba verlo triste, me partía el corazón verlo así de mal, pero lo comprendía, no podía pedirle que no se sintiera mal, estaba en todo su derecho de estarlo, Roier, Aldo y él eran como hermanos, siempre estaban juntos para todo. Era lo mismo si yo llegaba a perder a Alex o Rocío, por eso, mismo no podía decirle que no estuviera triste.

No pude abrazarlo tanto como hubiera querido, ya que teníamos que correr antes de que los zombis lograran abrir la puerta.

Le di un beso en la mejilla y se la acaricié, él me dio una sonrisa triste y se separó de mí.

También le di un abrazo a Roier, lo consideraba un gran amigo mío, era de esas personas con las que apenas y las conocías, pero se sentían años de amistad, habíamos conectado desde el minuto 1 que nos conocimos.

También le di una sonrisa triste a Roier él me la respondió y me sobo la cabeza.

—¿Todos pueden correr? — Nos preguntó Nuvia.

—Sí. — todos respondimos.

De qué podíamos, claro que podíamos, pero no teníamos ganas de hacerlo, estábamos muy cansados.

—Crucemos las canchas y la obra de construcción para llegar a la montaña. — Dijo Rocío, acomodándose el casco que traía. — Cruzando la montaña, llegaremos a la ciudad vecina. — Nos indicó la chica.

En eso, venían corriendo hacia nosotros más zombis, venía una gran cantidad de ellos, entonces no teníamos más tiempo que perder y comenzamos a correr hacia las canchas.

—Rápido. — Alentó Nuvia.

Tome la mano de Rocío, para que no se me fuera a despegar por nada del mundo, lo último que quería era que se fuera a perder.

Agradecía que toda la escuela tuviera césped en todo el jardín, nos era muchísimo más fácil correr y al traer mis tachones puestos, se me facilitaba más.

Corríamos hacia las canchas de tenis, con los zombis pisándonos los talones.

Llegamos y la ventaja era que las canchas tenían una especie de cerca de reja para que los balones no se fueran a ir lejos.

Entramos, Roier abrió la puertita de reja para que todos entramos.

Nuvia al intentar dispararle a los zombies que se aproximaban, al disparar llegó uno, por un lado, de ella y la tumbó.

Ella lo alejó como pudo, y llegamos Rocío y yo para poder quitárselo.

—Entren, Rápido. — Rocío ayudó a Nuvia a entrar y cerrar la puerta tras de ella.

Justo antes de que llegara, la cerró y puso el pasador, los zombis estaban estampados en la puerta, queriendo entrar.

—Corran. — Ánimo Alex.

Entre Nosotros [RIVERS X EL MARIANA] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora