Es tan curioso cómo una sola decisión puede cambiar el curso de toda una historia.
Jungkook nunca sabría que alguna vez ignoraría los llamados de su lobo interior y, paralizado por el miedo, se quedaría en casa obedeciendo las directrices de su padre, Jeon Jeonseo. Él nunca desafiaba las palabras del alfa supremo, ya que las reglas de este último eran inquebrantables en el hogar. Las decisiones del alfa mayor gobernaban su existencia, sin disputa alguna.
No obstante, ahora, ¿qué estaba haciendo? ¿Dónde rayos tenía la cabeza?
Jungkook respiró profundamente antes de escuchar las excusas de la madre de Sunwoo, quien expresó cierta incomodidad al señalar que su presencia era inesperada. La omega, cuidando cada una de sus palabras, le informó que el vehículo en el que viajaría Sunwoo ya estaba ocupado por otras personas que también acompañarían al joven, pues le estarían haciendo una entrevista que colgarían en una revista de sociedad. No había espacio para él en el vehículo, pero si deseaba le podían preparar el auto de su hijo, el cual podría él conducir o, en todo caso, podrían contratarle un chófer rápidamente. Jungkook no dudó en escoger la primera opción. Pese a que Sunwoo renegó e hizo una pataleta, pues parte de sus planes se estaba arruinando, Jungkook, por su parte, lo vio como una gran oportunidad. Nunca había conducido él solo por tanta distancia. Sería un viaje para sanar y pensar las cosas con calma.
Aunque el menor no lo manifestara, había muchas cosas que lo aquejaban. Eran cosas a las que nunca lograba hallarles una respuesta por más que hurgara en su corazón o en la historia de su familia.
El joven alfa había crecido aprisionado. Coaccionado a seguir un camino que él nunca escogió.
Jungkook estaba harto.
Deseoso de huir de todo ello. De tener al menos un poco de valentía y afrontarse a su padre, de decirle que eso no era lo que él quería para su vida. Que aún era joven y que no sabía con exactitud qué hacer, pero con el tiempo lo descubriría y si encontraba algo que lo apasionara, de seguro lo haría bien y no le causaría más vergüenza. Quizá si encontraba algo que amara de verdad, pues entonces destacaría y ya no sería el bicho raro del cual su padre siempre se lamentaba.
Jeonseo siempre le había dejado en claro que la muerte de su hermano había sido lo peor que le había ocurrido a su familia y que nadie jamás podría reemplazar a quien fue alguna vez su querido primogénito. Jungkook era como el "experimento fallido." El hijo torpe al cual te sientes obligado a querer porque es tu sangre, pero al cual realmente prefieres tenerlo lejos.
Apartado.
Y eso era lo que Jeonseo había hecho desde siempre. Jungkook no sabía lo que era un abrazo de su padre, no conocía lo que significaba un "te quiero." Ni siquiera su madre se lo había dicho muchas veces. La omega siempre estaba sedada y raras habían sido las ocasiones en que ambos habían compartido tiempo verdadero de calidad.
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A tiempo (KOOKMIN)
FanfictionJeon Jungkook ha vivido por muchos años como un lobo errante tan solo sobreviviendo gracias a la marca que lleva en el cuello. Cuando esta se rompe y es forzado a dejar de respirar, una promesa le dará una última oportunidad para volver a él. A Jimi...