CAPÍTULO 15

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Este capítulo contiene escenas de violencia. 


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Las olas danzaron con efervescencia en los límites de la costa, rompiendo en una sinfonía de espuma y energía.

Jimin caminó abrazándose por sobre la chompa tejida que traía puesta. La arena crujía bajo sus pasos, y su figura se recortaba contra el resplandor dorado del atardecer. Un suspiro escapó de sus labios al presenciar el constante vaivén de las olas, un espectáculo que parecía existir en perfecta armonía con el atardecer. El sol, en su descenso final, pintaba destellos dorados sobre las crestas de las olas, como si la naturaleza estuviera regalando un último suspiro de belleza antes de que la noche reclamara su lugar.

Volver a la casa de playa era su lugar seguro. Generalmente, lo haría durante las fiestas de fin de año. Él y sus cachorros se embarcarían en un viaje hasta la costa y pasarían las vacaciones de invierno juntos allí antes de volver a clases.

Jimin adoraba esa época. Sentía un cosquilleo anticipado en el estómago cuando se acercaba la Navidad y el Año Nuevo, momentos que compartía con sus niños preciosos. Sin embargo, sobre todo, anhelaba el reencuentro con el amor de su vida. Eran las fechas que esperaba con más ansias. Podría decirse que cada día del año, Jimin se sumergía en pensamientos sobre el 24 de diciembre, anhelando volver a ver a Jungkook, sentir la calidez reconfortante de su cuerpo y trazar con la yema de sus dedos la curva de su sonrisa preciosa. En esos momentos, el tiempo parecía detenerse, permitiéndole disfrutar plenamente de la magia de estar con aquel a quien consideraba su hogar en cada parpadeo de luces navideñas.

El omega detuvo sus pasos en el límite justo donde las suaves olas acariciaban delicadamente sus pies descalzos. Inmóvil, se quedó allí, entregado a la contemplación de la lejanía que se extendía ante él. El silencio, como una manta serena, lo envolvía por completo, solo interrumpido por el susurro suave de las olas que acudían a rozar la orilla.

Tendría que aguardar otro año completo antes de volver a encontrar a Jungkook. Se vería obligado a transitar cada día como una actuación, pretendiendo que la ausencia no le causaba dolor, sonriendo a sus adorables cachorros y contándole al mundo entero la mentira de que estaba bien, cuando, en realidad, no lo estaba. Quizás, nunca lo había estado y quizás, nunca lo estaría. A pesar de los años que habían pasado, había heridas que, por más tiempo que transcurriera, parecían resistirse a sanar por completo.

A medida que las olas continuaban su eterna danza en la orilla, el omega permanecía en su propio remanso de melancolía. Sus pensamientos, como las mareas que venían y se iban, se veían atrapados en el eco persistente de ese amor que seguía latiendo en su pecho, incluso en la distancia. A pesar de la resignación aparente en su mirada, algo en su interior se aferraba a la esperanza de que, algún día, las estaciones cambiarían y el destino les permitiría reescribir su historia incompleta. Jimin esperaba que algún día, quizás en otra vida, ellos pudieran realmente tener un final feliz. Era la última esperanza que guardaba consigo y de la cual se aferraba con todas sus fuerzas. Desesperadamente.

A tiempo (KOOKMIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora