Jeon Jungkook ha vivido por muchos años como un lobo errante tan solo sobreviviendo gracias a la marca que lleva en el cuello. Cuando esta se rompe y es forzado a dejar de respirar, una promesa le dará una última oportunidad para volver a él.
A Jimi...
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Jimin asintió distraídamente mientras Jihyo le contaba sus últimas aventuras, sorbiendo de su café helado mientras ambos omegas paseaban por el pequeño centro comercial, a solo un par de cuadras de la escuela.
—Es que no tienes idea... ¡Es un amor! —decía Jihyo con entusiasmo, mientras observaba las prendas de una tienda por la que acababan de entrar—. Nunca pensé que podría durar tanto con un solo alfa. Ya sabes cómo soy, siempre terminamos peleando y cortando, pero con Jae es diferente. Es raro, ¿no? —comentó mientras analizaba algunos vestidos en oferta—. ¿Y tú? ¿Ya le dijiste a tu mamá que tienes novio?
Jimin negó con la cabeza, su expresión se volvió algo incómoda.
—Hyung no quiere —confesó en voz baja—. Lo entiendo hasta cierto punto... Omma es muy sobreprotectora y puede pensar lo peor, sobre todo porque a veces nos quedamos solos en casa, pero no hemos hecho nada... —sus mejillas se tiñeron de un leve tono rosado—. Nada malo...
Jihyo viró los ojos.
—Ay, por favor, Park Jimin, ¿17 años y todavía piensas que follar es algo malo? A veces me pregunto si de verdad has logrado dejar atrás todas esas creencias absurdas que tu manada pudo haberte metido en la cabeza —dijo Jihyo, mientras tomaba un mini vestido en descuento y lo examinaba con detalle—. Deja de pensar como si estuvieras atrapado en el siglo pasado —añadió, claramente frustrada.
-No creo que lo sea.-Intervino Jimin.-Pero... Tampoco creo que sea bueno compartir esos momentos tan íntimos con muchos alfas...
-Auch, ¿eso fue una indirecta?-Lo interrumpió Jihyo mientras lo miraba y arqueaba una ceja.
Jimin guardó silencio. A veces era muy bocotas y tonto.
-Noona, no, no, no... ¡Ay lunas! ¡Soy tonto! No quise ofenderte... digo... cada quien debe hacer con su vida lo que quiere, solo quise decir que en mi caso, yo... yo...
Jihyo se rio.
-Solo porque te quiero mucho y porque sí sé que eres un tonto, te perdono.-Jihyo le dio su mochila.-Y porque me vas a prestar 10 000 won para comprarme este vestido, ¿si? Anda, Jiminah, me va a quedar lindo.-La omega lo miró con grandes ojos de cachorro.-Anda, Jiminah...
Jimin asintió derrotado, lo cual hizo a la omega saltar de felicidad y entonces correr al probador de la tienda.
Jimin la observó mientras desaparecía entre los estantes, aún sintiendo un leve calor en sus mejillas. A veces no entendía cómo Jihyo podía ser tan directa, tan segura de sí misma. Mientras esperaba, dio algunos sorbos a su café, intentando disipar el nerviosismo que siempre lo acompañaba cuando hablaban de temas tan delicados.
"¿De verdad soy tan anticuado?" Pensó, recordando las palabras de su amiga. Era cierto que sus valores y creencias venían de una educación más conservadora, pero él no veía nada malo en querer preservar ciertos límites. Sin embargo, las dudas lo asaltaban, sobre todo cuando pensaba en Jungkook, en la intensidad de sus sentimientos y la conexión que compartían.
