CAPÍTULO 03

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-¿Estás... bien?

Fue lo primero que escuchó el alfa cuando logró recobrar la conciencia. Pestañeó, aturdido, por algunos segundos antes de asentir no muy convencido, acto que hizo al otro muchacho en la habitación soltar aire aliviado. Este se dejó caer sobre la banca de a lado de la camilla de la enfermería de la escuela entonces.

-¡Vaya, sí que te diste un señor golpe, Jeon!-Exclamó agrandando los ojos.-Estuvieron a punto de llevarte a una clínica... quizá aún lo estén considerando, de hecho.-Hizo una pausa antes de esbozar una mueca alegre.-Me alegra que hayas despertado, Jungkookie. ¡Asustaste a tu hyung, estúpido!

-Hyung, gracias por quedarte conmigo.-Contestó, en cambio, el alfa menor tomando asiento sobre la camilla.-En serio no pensé que un pelotazo podría desequilibrarme así...

Sunwoo soltó una risa burlona antes de empezar a parlotear acerca de lo que había sucedido luego de que el menor recibiera el pelotazo durante la práctica de fútbol.

Jungkook no era realmente muy hábil con los deportes que necesitaban de un balón para su desarrollo. El alfa menor había, aun así, querido participar del partido y si bien al principio sus demás compañeros no habían estado muy convencidos, habían terminado por aceptar tras las varias insistencias del alfa. El partido, así, había terminado con Jungkook siendo llevado a la enfermería de la escuela, pues no había podido bloquear un balón, el cual le había caído directamente en la cabeza. Sunwoo había estado muy avergonzado con sus subaenims, pues él mismo había intervenido para que dejaran al menor jugar.

Jungkook no era malo en los deportes. El pelinegro solía ejercitarse regularmente e incluso tenía un gimnasio personal en su propia casa, pero el ser bueno con las máquinas no significaba que fueras verdaderamente diestro a la hora de atrapar balones.

Sunwoo y Jungkook se conocían de toda la vida. Habían sido amigos desde la escuela inicial. Ambos provenían de buenas familias. Sunwoo era el hijo de una familia dedicada a la política. Su madre tenía el cargo de fiscal distrital en Seúl, y su padre era un reconocido congresista miembro del partido demócrata. Por su parte, Jungkook era el hijo de una familia dedicada al rubro de la tecnología y desarrollo de electrodomésticos. La marca Jeon era tan famosa que no había habitante en Corea del Sur que no tuviera alguna pieza de ellos en casa. Su padre era el nuevo CEO de la compañía tras haberse casado con su madre. El gran alfa desde que había adquirido su posición se había dedicado a explotar la marca en todos los niveles. El hombre era uno muy ambicioso cuya vida eran los negocios. Por su parte, su madre, quien era originalmente la heredera de la compañía, se dedicaba a ser un ama de casa, y a ser la acompañante de su marido en los eventos del imperio familiar. La mujer era una muy enfermiza. Había quedado con muchos problemas tras haber dado a luz a Jungkook. Para una omega, haber sido coaccionada por sus padres y marido a tener un hijo luego de tremenda pérdida significaba un trauma de por vida. En la mansión Jeon no se solía mencionar el tema, pero Jungkook sabía que antes de que él naciera hubo otro heredero, que antes de él existió un muchacho llamado Junghyuk, el primogénito originario de sus padres.

A tiempo (KOOKMIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora