🥀IX🥀

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Ya nos dirigíamos hacia su moto en el momento en que su voz me sacó de mis pensamientos.

- ¿Estás bien? Desde hace un rato pareces que estuvieras en otro mundo.

- Emm... si, claro. Solo pensaba en los deberes que tenemos que terminar en casa y eso.

- No te frustres antes de tiempo por el segundo capítulo del proyecto de biología, y sabes que lo hacemos juntos.

- Si, si, no te preocupes por ello. Cuento contigo - le sonreí en cuanto tomé asiento en la moto.

- Sabes una cosa, nunca había hecho trabajos grupales - encendió la moto y sentí como si fuera más lento que de costumbre, supongo que será por los charcos de agua.

- ¿Cómo así? Los trabajos en grupos son casi obligatorios.

- Si, pero me refiero a que nunca me había dedicado a estar con alguien haciéndolo. Normalmente los terminaba en el aula y si no me los llevaba yo o mi compañero.

- ¿Y por qué conmigo es diferente? - antes de obtener respuesta aceleró la moto, obligándome a sujetarme de su cintura y pegarme más a él para no salir volando.

Todo esto me tomó de sorpresa, por lo que al hacer está acción, no pensé que su cuerpo se tensaría y debe ser por la adrenalina, que su corazón se aceleró de manera bastante rápida.

El camino de regreso a casa fue en un cómodo silencio, me tomé la confianza de recostar mi cabeza sobre su espalda, y al notar que no le molestaba, no me moví hasta que llegamos a mi destino.

- Muchas gracias por todo en serio, por brindarme una casa para refugiarme, por ofrecerme comida, ropa y traerme - incliné mi cabeza en señal de reverencia.

- No te preocupes, no fue nada, gracias a ti por la increíble comida. Sin duda, Ran te volverá a buscar para que le cocines, aunque no lo demuestre mucho le encantó - me dió una sonrisa landina y aunque Rin tampoco lo admitiera sé que le gustó bastante mi comida.

- Pues, gracias nuevamente, y regresa sano y salvo. Adiós Rin - sentí como encendía nuevamente el motor y fui retrocediendo de espaldas a la casa.

- Adiós peque - y así arrancó la moto, dirigiéndose fuera de mi campo de visión, haciendo que yo entrara a mi casa. Hogar, dulce hogar.

Le escribí a papá para decirle que ya estaba en casa, que lo esperaría con la cena lista y que tuviera cuidado con las calles mojadas. Al terminar de escribirle a papá, me entró una llamada.

- Estoy a-bu-rri-da. Florecita, dime que estás disponible para vernos aunque sea un rato.

- Si, si, Ciel, estoy en casa, si quieres pasar un rato, estaría encantada de pasar rato contigo.

- Esto huele a chismesitooo.

- No hay nada interesante que contar, creo.

- UY, chismeeee.

Hablé un rato más con ella, y decidí que tal vez se lo contaría hoy, me dijo que pasaría a golpe de las 5:30 y apenas eran las 2:00 por lo que andaba bastante calmada con terminar la cena de papá. Estoy segura que si le cuento aquí, en mi casa, tal vez no se vuelva tan loca y empiece a chillar como adolescente enamorada. Ahora que lo pienso, sería terrible que eso pase en el instituto y llame la atención del protagonista de mis pensamientos.

Al terminar la comida y arreglar toda la cocina, me voy a mi cuarto a descansar. Recapitulo todo lo sucedido el día anterior, yo estuve muy cerca del Haitani menor y esto estaba creando algo en mí. Un sentimiento, una emoción. ALERTA, ALERTA, tenemos una chica con un enamoramiento, conciencia, esto no es así, solo me cae muy bien.

Ramé 🥀 ~Rindou Haitani~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora