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Conduje de regreso a la florería, pues aún había pendientes por realizar. Estacioné el auto a una cuadra del local y antes de bajar revisé mi celular para checar la hora: eran las 3:03 pm.

Al llegar al local, vi un letrero pegado en la puerta el cual decía: "vuelvo en 20 minutos", eso significaba que Nobara se había ido junto con Maki a entregar los pedidos.

Busqué la llave en mi bolsa con el objetivo de entrar a la tienda, Nobara realmente se apuró en su labor: todos los arreglos se encontraban acomodados, el piso aseado sin ninguna hoja o flor en él, los estantes ordenados y el mostrador organizado.

Prendí la computadora para enviar los correos faltantes. Me sentía de buenas por el trabajo de esta mañana, solo esperaba que siguiera llegando más gente hoy.

Un hombre albino y muy alto (de aproximadamente 1.90) entró a la tienda y se acercó al mostrador donde me encontraba.

—Buenas tardes, estoy buscando un ramo de flores, pero no sé cuáles. ¿Podría mostrarme algunos, por favor? —preguntó alegremente, con una sonrisa plasmada en el rostro.

—¡Por supuesto! — di la vuelta al mostrador, caminando hacia los estantes donde había ramos hechos para hoy y mañana—. ¿Busca cualquier ramo o algo en específico? ¿Cómo para alguna ocasión o un color que le guste?—hice diversas preguntas, dependiendo de su contestación, podía darle sugerencias.

—Mmm —se quedó pensando y sacó su teléfono. Pasaron unos segundos hasta que encontró lo que buscaba, luego colocó su pantalla frente a mi rostro con la intención de que la viera—. Es para mi novia, nunca me ha dicho qué tipo de flores le gustan, pero quiero algo que pueda sorprenderla, no sé, algo que no sea muy común —con base en eso, observé a mi alrededor hasta que encontré lo que buscaba.

—¡Que le parece este de aquí! —tomé un ramo mediano de tulipanes. Él miró con atención los detalles e inmediatamente empezó a sonreír.

—¡Es muy bonito! Quiero ese —regresamos al mostrador en donde terminé de decorar el ramo—. Muchas gracias, tenga por seguro que si mi novia lo ama, me verá aquí más seguido —dijo del mismo modo alegre de hace rato, mientras me entregaba un billete.

—Entonces nos vemos pronto, señor... —esperé a que me dijera su nombre. Él sonrió con asombro por la seguridad en que lo dije.

—Satoru —respondió gentil—, pero no me digas señor, que no estoy tan viejo —reí por su ocurrente comentario—, solo dime, Satoru.

—Bueno, nos veremos pronto, Satoru —le di su cambio en compañía de una tarjeta de la florería—. ¡Que tenga una buena tarde! Su novia quedará maravillada con las flores, se lo aseguro —sonreí sincera. Le había dado una buena elección para la chica.

—¡Gracias! Excelente día —respondió antes de salir del local con el ramo de Tulipanes.

Volví a realizar mi labor con la intención de terminar de enviar las fotos.

Nobara y Maki llegaron casi 10 minutos después del hombre, me pasaron las fotografías y terminé de enviar esos correos en lo que ellas metían las flores que se encontraban por fuera del establecimiento.

—Bien, son las 4:10 pm y hoy se esmeraron bastante, pueden irse temprano —comenté agradecida por el buen trabajo que hicieron ambas.

Scary Love  |  ChosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora