Scary Love | Choso

Final (Parte 2)

Contenido explícito en algunas partes (+18)

8:20am

Tomé mi bolsa y salí de la habitación.

Me bañé en otro cuarto, Choso estuvo insistiendo en que nos bañáramos juntos, pero eso significaba todo menos bañarnos. Así que mejor por separado.

Hoy me tuve que arreglar de más porque era un día importante. Bajé las escaleras y tomé las llaves de mi auto.

—Cariño ya me voy —grité para que me escuchara, no sabía en dónde estaba.

—¡Espera! —dijeron a lo lejos. Me detuve en la puerta principal y volteé para buscarlo.

Choso venía saliendo de la cocina. Ya estaba cambiado pero su cabello aún seguía húmedo y suelto.

—¿Qué pasa? —pregunté.

Me miró de pies a cabeza.

—¿A dónde vas tan hermosa si yo estoy aquí? —metió las manos a sus bolsillos esperando una respuesta. Trataba de mantenerse serio pero una risa amenazaba con salir.

—A trabajar —reímos los dos. —Y no exageres, seguido me visto así.

Caminó hacía mí y se detuvo a unos centímetros.

—Pero hoy te ves diferente —puso sus manos en mis brazos para acariciarlos. —Te ves muy bonita cariño —pasó una mano por mi mejilla. —Bonita, bonita.

—Gra... gracias... —hablé apenada, con la voz entrecortada.

—Tanto tiempo y sigues sonrojándote —sonrió.

—Es que me dices cosas que me ponen así —desvié la mirada y tomó mi mentón para que lo viera de nuevo.

—Solo digo verdades —me dio un corto beso. —Eres tan bonita Shiori —dio otro beso. —Me encantas.

Lo tomé de la nuca para regresarle un beso más largo.

—Y tú a mí, pero ahora tengo que irme —susurré en sus labios.

—¿No vas a desayunar? Apenas estoy preparando la comida —me comentó y se separó de mí.

—Tendras que comer sin mí —contesté triste. —Se me va a hacer tarde y no me queda de otra que comprar algo allá —pausé. —Además me voy a apurar porque tenemos que ver a Utahime a las 5pm.

—Desayuna bien por favor —dijo. —¿A qué hora paso por tí? —preguntó.

—A las 4:40pm, el lugar queda cerca de la Florería.

—¿Voy a estar más de 7 horas sin poder apreciarte vestida así? —se quejó de manera dramática.

Solté una carcajada.

—Eres un exagerado —me miró serio y se agachó delante mío.

—Choso que ha... —me interrumpió.

—Ya que no te voy a ver hasta la tarde —alzó mi falda lentamente. —Quiero que me des algo.

Sentí como hacia mi braga de lado pero sin quitarme la prenda.

—Tengo... tengo que ir... —gemí cuando metió un dedo en mi interior.

Su dedo comenzó a entrar y salir de manera lenta mientras que con su pulgar acariciaba mi clítoris.

—¿A dónde tienes que ir? —preguntó.

—A... a trabajar... —respondí agitada.

—Yo también tengo que ir a trabajar y ni eso me va a impedir que te haga un oral —contestó burlón.