Scary Love | Choso

11

Jueves

Choso no me había llamado, ni visitado, ni nada; parecía que la tierra se lo hubiese tragado.

Recargué mi cabeza en el mostrador. El día de ayer tuvimos pedidos para hoy, pero fue más de lo que pensábamos, tanto así que desde las 6 am entramos a trabajar.

Nobara y Maki se habían ido a entregar los pedidos y yo me encontraba atendiendo sola la florería.

El sonido de la campanita me hizo voltear a la puerta para ver quién entraba. Me acomodé rápidamente y vi que era Satoru.

—No me preguntes por qué no vine antes, pero tuve mucho trabajo —caminó hasta quedar frente al mostrador—, ya está terminando la semana y apenas pude pasar por flores para mi novia —hizo un puchero, lo cual me causó gracia.

—Recuerda que tenemos servicio de entrega —musité tranquila y comencé a armar un ramo.

—Lo sé, pero prefiero entregarlas yo para ver la reacción de mi novia, me encanta.

Terminé de acomodar las flores y el papel para colocar el listón.

—Toma, creí que esta semana no vendrías y no tenía ramos preparados para ti.

—No importa —tomó el ramo muy contento y me extendió su tarjeta.

—Satoru ¿por qué tardas tanto? —otra persona entró a la tienda. Esa voz se me hacía conocida.

Satoru volteó, pero su espalda no me dejaba ver quién era.

—Me estaban haciendo el ramo, termino de pagar y nos vamos —respondió y volteó de nuevo hacia mi dirección.

Hice el cobro del ramo y estaba esperando que saliera el ticket. La persona que venía con él se paró a su lado derecho, quedando igual frente al mostrador.

Volteé hacia la persona y me di cuenta de que era el amigo de Choso; Suguru. Su sonrisa comenzó a ampliarse, lo que me dio a entender que me reconoció al instante.

—Shiori ¿Así que trabajas aquí? —preguntó Suguru y Satoru lo miró confundido.

—¿Se conocen?

—¡Claro! — se adelantó Suguru en responder la pregunta—. Por amigos en común —volteó a ver a Satoru—, tenemos que irnos, se nos hace tarde, ten —cambió de tema y le dio las llaves del auto—. Sube el ramo en lo que yo espero el ticket —Satoru tomó las llaves sin rechistar y salió de la tienda con el ramo.

—Por favor, no me vayas a preguntar por Choso —hablé antes de que él lo hiciera, a lo cual soltó una fuerte carcajada.

—Yo estoy a favor de que se hagan novios —sonrió y recargó sus codos en el mostrador para poner su cabeza en las palmas de sus manos—. Además, todo el tiempo están juntos.

—Lo normal que pasa cuando se tiene un amigo —respondí a lo último… ignorando lo primero que pronunció.

El ticket salió a los segundos y se lo entregué junto con la tarjeta. Las tomó y se separó del mostrador.

—Haré como que te creo —rio burlón—, nos vemos, Shiori —caminó hacia la puerta y antes de salir me volteó a ver—. Me alegra saber que a las dos personas que les recomendé esta florería realmente vienen demasiado.

«¿Así que él fue quien les recomendó este lugar?», pensé.

Casi una hora después, regresaron Maki y Nobara: terminaron las entregas a la  1:30 pm.

—Ya pueden irse, gracias por llegar temprano el día de hoy —les agradecí a mis empleadas—. El día de mañana entraremos en horario normal, solo fue por esta vez el madrugar.