Asha Bolton, es una profesora de Literatura que pasa por un proceso de ruptura de su expareja de años. Aceptó ir a escondidas a una fiesta de adolescentes para supervisar a sus primos, sin imaginar que, dentro de ello, se encontraría con Allister, e...
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Le indiqué a Elicia que fuera con los chicos, mientras voy a comprar una cerveza bien helada. Hay muchas familias y amigos que pasan de un lado al otro. El complejo es bonito y un poco caro. Compro y abro la lata, bebiendo el alcohol con ganas. No está mal hacer esto de vez en cuando. Disfrutar de mi propia compañía, es fenomenal.
—Bebiendo sola. Es la segunda vez que te veo hacerlo —habla Arwin apareciendo sin camisa. Me atraganto con la cerveza al verlo con el dorso desnudo. ¡Tiene espectaculares músculos!—. Lo siento. No quise asustarte.
Más que asustarme, me sorprendió.
Un manjar para una chica.
—No. —Seco mi boca con mi mano—. ¿Y los chicos?
—Están con tu prima —responde. Compra una cerveza. Ambos somos adultos—. ¿Siempre bebes sola?
—No siempre, pero cuando necesito pensar, lo hago.
—Ese día que estabas en bar, ¿también pensabas?
Bebo otro trago de cerveza.
—Sí. Aunque, no recuerdo mucho que estaba pensando —confieso—. A veces, suelo invitar a mi amigo Luca a beber conmigo. Son los momentos que necesito compartir con alguien.
Él sonríe.
—¿Hay un lugar para mí en esos momentos?
Está coqueteando.
Aclaro mi garganta y miro a otra parte. Su rostro es de mi gusto. No es nada bueno para mi sistema de autodefensa de chicos. ¿Si estuviera mareada pasaría algo con nosotros?
Temo saber la verdad a esa pregunta.
—Claro. Puedes decirme y bebemos con mi amigo Luca —indico sonriendo—. No está mal reunirse.
Ríe.
—¿Y solos?
—Por el momento, no hay mucha confianza, Arwin —confieso. Él sigue riendo—. Solo digo la verdad.
—Eres maravillosa, Asha —contesta, bebiendo un trago de su cerveza en lata—. Eres diferente a las mujeres que frecuento.
Una confesión directa.
—A pesar que bromeo con Luca, no soy una mujer de salidas sexuales —indico sonriendo—. Por eso, debes ser claro conmigo en este momento, Arwin —Hago una pausa y dejo de sonreír—. ¿Qué quieres de mí? Si buscas sexo, déjame decirte que vayas a buscar en otra parte. Tengo mucha dignidad. Solo mantengo relaciones sexuales con el hombre que amo.
Por un momento, su mirada se torna de un aspecto extraño.
¿Qué esa emoción? ¿Se lo molestó? Solo le dije la verdad.
