CAPÍTULO 72: EXTRA 3

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Han pasado varios meses desde que la vi. He estado yendo a todas partes para encontrarla, sin resultado positivo. Ha desaparecido del mapa. Estoy tan seguro que mintió sobre cambiarse. Desde el encuentro que tuvimos en la fiesta, estuvimos saliendo varias veces. Nunca explicamos que éramos. Ella pensó que estaba en la universidad. ¿Será por la chaqueta que tomé prestada de un hermano mayor?

Es mayor por nueve años.

Suspiro y arrimo mi espalda en un árbol del campus de mi secundaria. Ya empezaron las clases. Este es mi último año, luego seré universitario.

—Has estado bien pensativo desde hace tiempo —habla nada menos que Cayden Astrada—. ¿Será por una chica?

Sí. Una chica que escapó de mis manos.

—Eso no te importa.

—Como siempre el frío vicepresidente del consejo estudiantil —comenta entre una risita—. Pensé que esa fiesta te iba a ayudar en cambiar un poco. Ya sabes, estar alrededor de personas.

—Prefiero la paz que el estrés.

—Oh, vamos, hombre. —Se sienta a mi lado y cierra el libro que tengo en mis manos—. ¿Seguirás leyendo libros sobre plantas? ¿Acaso quieres crear un campo?

—Un huerto —corrijo.

—Lo que sea —Menea la mano—. Este es tu último año. ¡Disfrútalo!

Disfrutarlo.

El año que viene no estaré aquí, sino, en el exterior siguiendo la universidad.

La extraño. Pasarla con ella fue emocionante. No pensé que así sería estar con una chica. Ya no me interesa su edad. Dejó de importarme cuando la besé. Si la vuelvo a encontrar, no la dejaré ir. Guardo el libro sobre plantas en mi mochila y me levanto de ahí. Tengo un discurso que dar.

—¿Ya te vas? Tengo que decirte una noticia escalofriante de mi familia.

—Puedes hacerlo.

—¡Oh! —exclama, mirando hacia el patio—. Ahí está mi prima. La nueva profesora de literatura. ¿Lo puedes creer?

Elevo el rostro y miro hacia su dirección con tranquilidad.

Suelto la mochila de mis manos y observo sorprendido la persona con quien está el profesor de matemáticas. ¿Ella es una profesora? La vestimenta que carga es bien seria. Río. Parece que se ha disfrazado.

Cayden jadea.

—No pensé que tuvieras una prima que es profesora.

—Has reído. ¡Lo has hecho!

Recojo mi mochila.

—Te lo has imaginado, Astrada —contesto—. Iré a ensayar mi discurso.

—¡Tú nunca ensayas!

Cierto.

—Esta vez, quiero hacerlo. Debo presentarme bien ante las personas nuevas que estarán en el auditorio —cuento a medida que camino de ahí. Sonrío bien grande. La encontré de nuevo—. Será interesante verte casi todos los días, Asha.

Ante las palabras que suelta Cayden, me alejo de ahí con una sonrisa en los labios.

"Si el destino, nos vuelve a encontrar más adelante. No me dejes ir".

No te dejaré ir, Asha.

No te dejaré ir, Asha

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PROBLEMÁTICO AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora