Asha Bolton, es una profesora de Literatura que pasa por un proceso de ruptura de su expareja de años. Aceptó ir a escondidas a una fiesta de adolescentes para supervisar a sus primos, sin imaginar que, dentro de ello, se encontraría con Allister, e...
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"Siempre estás rodeada de menores". "Tu modo de ser no es de una adulta" "Aún sigues chillando como loca por ver dibujos animados". "Debes entenderme. Tú no eres de mi mundo". Esas fueron las frases que decía mi exnovio, quien me engañó con alguien menor de diez años que él. Tras vivir por varios meses a su lado y disfrutar de lo enamorada que estaba, supe la verdad de una manera tan asquerosa posible.
No valía la pena seguir con alguien que no sabía valorarme.
Con el corazón roto, decidí cambiar de ambiente e irme lejos de lo que me hace daño. Acepté la propuesta de empleo que mi amigo Luca propuso. En el duelo de ruptura, todo se vale, menos continuar en la depresión y no avanzar. O eso es mi lema. Llora todo lo que tengas dentro, pero luego levántate. La vida es corta para seguir llorando por algo que no vale la pena.
¡Buen lema para mí!
Aunque....
—¡Me duele mi corazón! —exclamo entre mocos a mi amigo Luca. Él está bebiendo a mi lado—. ¿Cómo logro superarlo?
—Quisiera decirte que, acostándote con otros, pero sé cómo eres, Asha.
¿Acostarme? No. Pensarlo me da asco.
—Mis amigos de Facebook, siempre me dicen eso. Que vaya a buscar un palo donde sentarme. —Meneo la mano por el aire y bebo de un zango el vaso de cerveza—. Otros quisieron aprovecharse de ello y.... Ya sabes.
—No te preocupes, Asha. Conocerás alguien mejor y podrás superarlo.
Río sin ganas.
—No deseo que alguien me ayude a superarlo. ¡Yo quiero hacerlo sola! —Golpeo suave mi pecho—. Así estaré más orgullosa de mí misma. Solo que.... ¡Duele mucho la herida!
—Es normal en una ruptura. No olvides que eso no es eterno.
Elevo el rostro y lo veo borroso por las lágrimas.
—Y si..... ¿Tenemos sexo?
Él se atora con la cerveza que va en mal camino.
—Estás muy ebria.
—Sí. Toda mi cabeza está mareada —espeto con una sonrisa en mis labios—. ¿No quieres? Estoy en mis días donde necesito de contacto masculino y......
—No tendremos sexo, Asha.
—¡Luca!
—Mejor, vamos a la casa de tus primos —propone, levantándose de la mesa—. Estás hablando tonterías con tu amigo de años.
—Podemos ser amigos con derechos.
—No seré tu amigo con derecho —objeta, levantándome—. Vamos a casa.
