Donghae sabe que Hyukjae y los demás están liberando la batalla más difícil de sus vidas: sanarse a sí mismos.
Personas de su pasado, recuerdos, sufrimiento...
¿Ellos lograrán recuperarse para llevar un vida tranquila al lado de Donghae?
»Género: D...
—Solo faltas tú, tu futuro esposo ya está en el pasillo. —Le aviso antes de volver a sonreír. —Iré a preparar mi cámara pero todo está listo.
Donghae asintió y se miro una última vez en el espejo mientras salía al pasillo, Hyukjae murmuraba cosas sin percatarse de su presencia. Posiblemente estaba hablando con alguna otra identidad.
—¿Alguno se quiere oponer? —Interrumpió la conversación, Hyukjae lo volteo a ver pero no pudo responder.
—Te ves... —Trago saliva. —Precioso.
—Tú no te quedas atrás. —Donghae le sonrió.
"wow, se ve como un príncipe"
"El principe de los idiotas"
"¡Eunhyuk!"
—Ignorare eso. —Hyukjae dijo. —Vamos, ya nos están esperando. —Extendió su mano, Donghae la tomó con firmeza mientras mantenía una gran sonrisa en su rostro.
Bajaron a la primera planta, el lugar estaba adornado pero al salir al jardín quedaron maravillados, cortesía de Sora, estaba adornado con flores blancas.
Apenas eran diez invitados contando a Mackson a quién le habían comprado un smooking para que se viera elegante.
Jun quien iba a oficializar la misa los esperaba debajo del arco de flores. Entre aplausos caminaron de la mano hasta ese lugar, Jun les hizo una indicación que se dieran una reverencia antes de comenzar a hablar sobre el amor y el compañerismo.
"Puta que aburrido, ya besalo, Hyukjae"
"Eunhyuk, comportate"
"Las ganotas que siente Hyukjae hasta de follarlo me inquietan"
"¿Qué es follarlo?"
"Follar es cuando alguien quiere darle mucho amor a otra persona"
"¡Yo los quiero follar!"
Hyukjae reprimió una carcajada al escuchar a los demás, Donghae lo miro extrañado pero supo que luego le contaría.
Tratando de ignorar la discusión de las identidades, se enfocó en Donghae, a decir verdad tampoco le interesaba escuchar a su cuñado más que besar a Donghae.
—Yo, Lee Donghae, los tomó a todos pero especialmente a ti Hyukjae. —Hizo reir a los presentes. —Para amarte y respetarlos, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, serte fiel todos los días de mi vida hasta que la muerte nos separe. —Le puso el anillo de oro que habían elegido, Hyukjae sonrió.
—Yo, Lee Hyukjae, te tomó a ti Donghae como mi esposo para amarte y respetarte en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, serte fiel todos los días de mi vida hasta que la muerte nos separe. —Pero aún no le puso el anillo. —Y nosotros, te agradecemos por todo lo que has hecho por nosotros, por confiar y estar a nuestro lado a pesar de la adversidades y el mal genio de Eunhyuk, en nombre de todos, gracias Donghae.
A estas alturas, Donghae había comenzado a llorar mostrando una gran sonrisa, puso el anillo y ni siquiera Jun tuvo tiempo para decir que podían besarse porque Donghae lo tomó de las mejillas y le planto un beso haciendo reír a Hyukjae.
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—¿Cómo te sientes? —Le preguntó el psiquiatra justo antes de obtener su permiso para salir del país.
—Feliz, demasiado. —Miro de reojo su anillo mostrando una sonrisa.
—¿Quieres contarme sobre tu ceremonia? —Le preguntó y asintió efusivamente.
—Fue hermoso, estuvo mi hermana y mi cuñado, nuestro jefe de editorial junto a su esposa y mi jefe de diseño, Ryeowook es muy amable y su novio. —Le aseguro. —Tambien la escritora con la que trabajo y la amiga de Donghae y su acompañante, Mackson también estuvo.
—¿Tus padres o los de Donghae?
—Ninguno, Donghae intento hablar con sus padres pero se negaron así que desistió y bueno, yo aún no me siento listo. —Le dijo pero no se mostró desanimado.
—¿Y cómo te has sentido desde el juicio?
—Por primera vez en nuestra vida, dormimos tranquilos. —Expreso. —El saber que ellos están en la cárcel y no saldrán, nos hacen sentir seguros. Hay veces que tenemos pesadillas pero Donghae nos recuerda que estamos bien y logramos conciliar el sueño. Sabemos que aún tenemos muchas cosas por trabajar pero siento que estamos en sintonía.
—Entonces hablaré con el psicólogo Kim para empezar a reorganizar sus terapias, ahora quizá podamos trabajar desde la raíz sin dificultades. —Le aviso.
Hyukjae se sentía feliz y sentía la tranquilidad de los demás, salió del consultorio con una sonrisa y su hoja de autorización para viajar, Donghae lo esperaba con su libro en mano.
—Ahora si podemos ir a Australia. —Le enseño la hoja feliz.
—Asumo que les fue bien. —Rió ligeramente levantándose, Hyukjae le sonreía ampliamente.
—Más que bien, todo va excelente.
—Ya que estás de tan bien humor, ¿comemos afuera? —Se aventuró a preguntar. —Hace mucho que no lo hacemos.
—Vamos al lugar de nuestra primera cita. —Le pidió feliz, Donghae no dudo en acceder aún cuando sabía que estaba más lejos pero no le importaba.
Decidieron ir en autobús, Hyukjae iba contento aunque en ningún momento soltó la mano del castaño, era la primera vez que lo veía así y no con cara de fastidio por tener que salir.
—Hae, ¿el mundo siempre ha sido así de maravilloso? —Le preguntó estrujando el corazón del castaño.
—No sé si siempre pero al menos desde que estoy contigo, sé que si. —Le contesto dándole un beso al dorso de su mano.
—Mi esposo tan lindo. —Hyukjae le dió un beso en la mejilla. Donghae soltó una risa mientras se ponía rojo, se sentía raro pero le encantaba. —Ya debemos bajar.
Donghae asintió bajando primero, Hyukjae lo abrazo por atrás y no lo quería soltar, era muy meloso desde su ceremonia.
—Nos vamos a caer, amor. —Le dijo riendo
—Yo te sostendré. —Le dijo mientras lo apretaba más entre sus brazos. —Así como tú lo has hecho con nosotros. —Donghae se detuvo y dió media vuelta.
Sin miedo, le dió un beso en público.
Rara vez sucedia pero se alegro mucho cuando fue correspondido.
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