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La cena pasó conmigo avergonzado, y los chicos aprovechándose de esto para burlarse un poco más.
Era injusto!!
Los que debían estar apenados eran ellos!!! Los pervertidos eran ellos!!
Y sin embargo era yo quien estaba casi atragantándose con la comida con la vista baja, solo para no ver la cara de ninguno de mis alumnos… ni siquiera la de Seung.
- Huroncito…Huroncito- la voz de mamá Kim me sacó de mi ensimismamiento – Jinnie recuerdas aquella vez que Seung se bañó en chocolate porque quería tener muchos lunares como tú?? – sonreí al recordar a un pequeño Seungmin todo sucio y  asentí todavía masticando la comida… me había llenado tanto la boca que ahora parecía una ardilla con los cachetes llenos de nueces – Ese día fue muy divertido – suspiró perdida en los recuerdos y yo volví a sonreír como pude.
- Mamá!!! Se supone que esta cena es para conocer a Hyung no para que cuentes historias raras de mí!! – Seung estaba todo sonrojado y miraba a su madre enojado. Su cara me causó mucha más gracia que el recuerdo, por lo que tuve que tapar mi boca con mi mano para que no se me escapara la comida.
- Ah Seung pero la mejor parte de ese día fue verte pasar corriendo con el trasero pálido descubierto… seguido de Jinnie también con el trasero afuera, persiguiéndote cuando te le escapaste del baño – casi muero ahogado por la comida que me quedaba en la boca. Tosí aparatosamente y recibí unos golpes en la espalda por parte de Minho quien estaba a mi derecha y Felix me acercó un vaso con agua desde mi izquierda… sí, se me olvidó mencionar que me encontraba rodeado.
Como buena anfitriona Sasha Kim se había colocado en la cabecera de la mesa, los mellizos se adelantaron a los demás rápidamente y tomaron lugar uno a cada lado mío, Jeongin y Changbin tomaron lugar al frente de mí, y mi baby Seung se sentó en la esquina de la mesa de frente a su mamá con un suspiro resignado. Desgraciadamente Tae joo no pudo unirse a nosotros debido al trabajo.
-Ya está bien Minho… deja de tocarlo – sentí la voz brusca de Seungmin intimidando al mellizo de moreno.

Aun tosiendo, lo que con menos intensidad, miré a Seung y recordé el tema que me había provocado el ataque.
Ese día Seungmin había escuchado a unos chicos de mi escuela burlándose de mi, de mi pelo y hasta de mis lunares, y cuando llegué a casa lo encontré bañado en chocolate. Seung tenía como 7 u 8 años por ese entonces, y cuando con su carita llena de dulce me dijo que yo era la persona más hermosa que conocía y que ojalá él pudiera ser como yo… no pude evitar que las lágrimas acudieran a mi rostro. Estaba apenas comenzando a ser un adolescente, y de paso, con muchos problemas pero… el tener a alguien tan inocente que te reconforte… Seung se convirtió en mi pequeño pedazo de cielo.
Miré a Seungmin quien me observó sonrojado, en mi cara una sonrisa nostálgica, todo era mucho más fácil en esos tiempos… bueno no todo.
Recuerdo que cuando logré llevar casi a la fuerza a Baby Seung al baño, por que según él iba a permanecer con el chocolate para que los lunares salieran, el pequeño Seungmin se escapó corriendo del baño cuando ya ambos estábamos sin ropa, haciendo que lo persiguiera por toda la casa, como dios nos trajo al mundo… provocando la escena que contaba mamá Kim.
A pesar de la vergüenza que sentí al darme cuenta de que había recorrido toda la mansión tras Seungmin, desnudo, solo puedo recordar el momento con diversión, aunque las burlas de Sasha y los empleados de la casa me acompañaron por mucho tiempo.
Le sonreí a Seung mientras tomaba otro poco de agua, librándome ya finalmente de cualquier rastro de la tos.
-Recuerdo que Hyunjin tenía un lindo lunar en su pompa derecha y Seung en la izquierda – sentí una explosión de calor en mi cara. Miré a mamá Kim quien se veía muy divertida en sus recuerdos, con los ojos abiertos.
Cómo decía esas cosas delante de los chicos?
En serio… los padres vienen genéticamente diseñados para avergonzar a sus hijos o es algo que aprenden con el tiempo?
- Mamá!!! En serio?? Se supone que tenías que compartir eso???- Seungmin se paró enojado de la mesa y se marchó del comedor. No me dio tiempo a decir nada.
Sasha Kim suspiró y con un gesto de la mano le restó importancia al asunto.
-  Bueno… también te avergoncé huroncito? – asentí todavía sonrojado, ella volvió a suspirar – lo siento Hyunjinnie… sabes que no fue mi intención… solo recordaba… fue un lindo momento. – ahora Sasha lucía triste. Seung y ella siempre tenían este tipo de problemas.
- Son lindos recuerdos mamá Kim… - me miró y pude ver sus ojos turbios, pero se recompuso y asintió – solo… que sabes que Baby Seung es… un poco sensible con esas cosas…
-Seungmin siempre ha sido reservado – dijo Changbin y todos los chicos asintieron.
-Supongo que la historia en sí… es un poco vergonzosa – sonrió Jeongin – pero él a veces exagera… nosotros lo conocemos incluso antes que tú Hyung… así que no tiene nada de lo que avergonzarse.
Todos volvieron a asentir y sonreí ante la comprensión de mis alumnos, supongo que el que sean amigos de la infancia tiene sus ventajas… todos se conocen bastante.
-Pero bueno dejando a un lado a Seung, señora Kim? – Jeongin se dirigió a Sasha sin apartar la vista de mí – en serio Hyung tiene un lindo lunar en su pompis derecha? – me levanté como un resorte de mi asiento apartando mi vista de aquel diablo pequeño solo de tamaño, y miré a mamá Kim insultado.
-Mamá Kim te prohíbo que le respondas alguna pregunta a estos descarados – lancé miradas venenosas a todos los chicos quienes se veían interesados en la respuesta a la  pregunta de Jeongin y ahora me miraban divertidos por mi reacción. – voy a buscar a Seung… con permiso.
Salí apresurado del comedor… y rodeé mis ojos al escuchar a Sasha preguntarle a los chicos que querían saber de mí. Me detuve un momento dudando en sí volver e impedir que mamá Kim dijera algo comprometedor o buscar a Seungmin.
Suspiré y seguí caminando en busca de Seung.
Baby Seung me necesitaba, sin querer parecer presumido en estos momentos era la única persona capaz de calmarlo… y además… incluso si volvía, Sasha Kim le diría a los chicos lo que ella quisiera… por alguna razón que no comprendía, mamá Kim encontraba toda esta situación con mis alumnos divertida. Definitivamente tendría que hablar con papá Kim sobre buscarle pasatiempos a Sasha… al parecer le estaba faltando algo en que entretenerse.
Me dirigí sin dudas al balcón más alejado del segundo piso, ese siempre ha sido el lugar de refugio de Baby Seung.
Abrí la puerta y el fresco de la noche golpeó mi cara, Seungmin se encontraba apoyado en el balcón contemplando la vista mientras el aire despeinaba su cabello cenizo. Sé que había notado que estaba allí, por eso no me extrañó que no se sobresaltara cuando lo abracé por la espalda, rodeando su cuerpo con mis brazos. Al estar él inclinado me permitió apoyar la barbilla en su hombro.
-Estás enfadado Baby Seung? – le susurré en el oído y sentí que se estremeció.
-No contigo Hyung  -dijo mientras colocaba una de sus manos sobre las mías que lo abrazaban.
-Sabes que tu mamá no lo hizo… con malas intenciones ella… simplemente recordó y… no pensó mucho en que nos causaría bochorno… - no me respondió, esperé unos minutos y continuaba callado. Suspiré y lo volteé para poder ver sus ojos.
-Seung… estás actuando extraño hoy… - lo miré fijamente – primero me miras de esa forma extraña cuando estabas con los chicos… - fruncí el ceño – y ahora te enfadas por una bobería con tú mamá, sé que eres un poco sensible con respecto a tus cosas pero…- me miró un poco confundido mientras interrumpía mis palabras.
-De qué forma te miré cuando estaba con los chico? – levantó una ceja de forma interrogante. Por un momento me quedé sin entender hasta que recordé mis palabras y la mirada lujuriosa de Seung cuando íbamos a cenar… fue incómodo.
-Cuando… tú… ellos… cuando estaban en la sala y… nosotros íbamos a-a pasar a cenar – no sé por qué me puse nervioso de repente, retorcí mis dedos entre mis manos – uh ustedes… ellos me miraban… como... como si me desearan… - su mirada fija en mí y su silencio me estaban haciendo más difícil el hablar, aclaré mi garganta y alejando mi vista de él continué, con lo que me había molestado antes – me refiero a dese-o se-xual – suspiré frustrado al estarme comportando como un niño tartamudeando. – ellos me miraron así… y... tú ... me pareció que también lo hiciste. – terminé de hablar dejando escapar la incógnita que tenía hace un rato.
Por qué Seung también me miró como si me deseara?
-Qué te mirara así… te pareció… extraño? – había algo de rubor en sus mejillas, mientras yo fruncía el ceño al sentirme algo intimidado por su mirada penetrante.
-Más que extraño fue… desagradable – dije sin pensar, fruncí aún más el ceño al percatarme de la palabra que había usado…
Desagradable?
Realmente esa no era la palabra adecuada para describir lo que había sentido, o tal vez si lo era… pero no en el sentido que había sonado.
Había sido desagradable para mí darme cuenta de que algo muy dentro de mí se había sentido más que halagado… tal vez incluso hasta algo excitado al sentir todas esas miradas sobre mí… y aunque me duela admitirlo… sentí lo mismo con la mirada de Seung.
Al continuar en silencio lo miré un poco asustado. Él no se habría dado cuenta de lo que sentí no?
-Así qué… fue… desagradable para ti que yo… te mirara de esa forma no? – quedé confundido al notar cierto rastro de amargura y tristeza en sus palabras. Fruncí el ceño.
-Creo que yo no me expliqué bien… lo que pasa es que… - fui interrumpido nuevamente.
-No te preocupes Hyung te explicaste realmente bien… yo me disculpo… solo siento haber sido… desagradable… yo solo… bromeaba… disculpa si te… desagradó – sus voz sonaba un poco rota, creo que de alguna manera dañé sus sentimientos… pero que no había que ser muy inteligente Hyunjin!!! Me reprendí a mí mismo… si fuera al revés, y fuera él quien me dijera que mi mirada era desagradable yo estaría llorando y amenazándolo con tirarme del balcón. Intenté hablar pero él, apartó sus ojos de mí, y continuó- pensé… pensé que si hacía lo mismo que ellos… no me verían como enemigo… y… y podrían confiar más en mí… en lo que… a ti respecta… siento que mi… broma haya sido... desagradable… deberíamos volver – y sin darme tiempo a nada pasó por mi lado dejándome solo y confundido en el balcón.
Pasé unos minutos mirando a la nada intentando comprender que había pasado… sé que había lastimado los sentimientos de Seung… y que tendría que buscar la forma de disculparme pero… sentía que había algo que había pasado por alto… y no tenía idea de que era.
La brisa nocturna hizo que se erizara mi piel, lo que me hizo reaccionar. Suspiré y decidí volver con los demás.
Cuando llegué siguiendo las voces y el bullicio, todos se habían trasladado a la sala de juegos. Me topé a mamá Kim saliendo de la misma y esta me miró asombrada para luego fruncir el ceño.
-Pensé que habían sido ideas mías pero… pasó algo entre Seung y tú – su pregunta me había devuelto al balcón. Fruncí el ceño yo también.
-No lo sé… pero... no te preocupes… lo arreglaré – le sonreí un poco forzado y ella suspiró para luego sonreír.
-Está bien lo dejo en tus manos… tú eres el que tiene un doctorado en Seungmin – ambos sonreímos por su broma, cuando nos asustamos por un grito dentro de la habitación. Mi intención fui dirigirme rápidamente, preocupado, a ver qué había pasado, pero la mano de Sasha me detuvo, negó con la cabeza y sonrió nuevamente.
-Solo están jugando… son un poco bulliciosos pero no hacen nada malo… creo que gritar es parte de su terapia anti estrés- la miré alzando una ceja sin tener mucha idea de lo que hablaba. – dejé algunos bocadillos y bebidas… pero si necesitan algo más no duden en pedirlo – besó mi frente y comenzó a retirarse – dumpling querido, mañana tengo que levantarme temprano y con esto de que no me acostumbro al cambio de horario… pues estoy muy agotada así que los dejo… nos vemos mañana sí? – y con estas palabras desapareció por las escaleras.
Miré la puerta de donde escapaban ruidos y gritos de frustración. Supongo que jugaban videojuegos, ahora podía identificar los gritos de ánimo y de derrota.
Esta era mi oportunidad. Podía huir en estos momentos y los diablillos ni lo notarían. Comencé a alejarme con cuidado de la puerta.
El recuerdo del balcón me hizo detener mi huida. Debía hacer las paces con Seungmin.
Suspiré y di media vuelta e ingresé en la sala de juegos.
El lugar contaba con una gran pantalla plana que abarcaba la mayor parte de una pared, con una consola de juegos delante y un sofá extra grande y cómodo de color negro. Alrededor había otros sillones, así como un futbolín, una mesa de billar y un aparato de karaoke.
Los chicos se encontraban en una batalla campal donde Jeongin y Felix luchaban por la supremacía en alguna clase de juego de guerra, y Changbin y Minho animaban la batalla apoyando cada uno a uno de los concursantes. Sentado en un sillón aparte estaba Seung con una bebida de algo que parecía refresco en la mano, y una sonrisa mientras observaba la locura de la sala.
-Hyung volviste!!! – el grito de Minho provocó que me congelara en el lugar por la repentina detención del caos. Todos voltearon a verme excepto Seung que ahora me ignoraba mientras bebía plácidamente.
-Me asustaste Minho– le dije llevándome una mano al corazón.
-Quieres jugar con nosotros? – me preguntó Jeongin.
-Lo siento no sé jugar eso –le respondí un poco apenado.
-No te preocupes Hyung yo te enseño – me respondió Felix con aquellas lindas pecas adornando su rostro.
-No lo sé… yo… no soy muy bueno en los videojuegos – sonreí apenado.
-No te preocupes Hyung solo tienes que intentarlo, nosotros te ayudaremos, verás que fácil es – habló esta vez Changbin sonriendo, dejándome un poco deslumbrado con su sonrisa.
-Yo… no sé… yo – eran demasiadas sonrisas para mi pobre corazón. Busqué la mirada de Seung para que me ayudara a decidir… pero él continuaba ignorando la situación, fruncí el ceño, y lo vi apretar el vaso en su mano cuando Felix tomó mi mano.
-Dale Hyung por favor juega con nosotros sí? – me dijo Felix con un hermoso puchero en su rostro. La situación me hizo recordar el sueño, pero en la realidad no me sentía para nada amenazado. Sonreí inconscientemente, y antes de asentir ya sin tener excusas para negarme, volví a mirar a Seung… y continuaba ignorándome!!!
Ok, ya se había pasado… sabía que no me gusta que no me preste atención… el culpable había sido yo, pero su actitud infantil me estaba enfadando. Pues bien yo también lo ignoraría… tampoco es que me fuera a costar mucho trabajo teniendo a estos cuatros hermosos chicos buscando mi atención… la cual les di totalmente.
Me senté en el sofá y ellos se sentaron dos a cada lado mío, dejándome en el medio sin mucho espacio para moverme pero sin llegar a sentirme incómodo.
Entre gritos animándome, gritos por mis derrotas, risas y peleas juguetonas entre los chico, bebiendo alguna clase de bebida que preparó Jeongin, la cual estoy seguro que contenía un 90% de alcohol, pasó parte de la noche… y a medida que el alcohol comenzó a hacer efecto… mi actitud de profesor responsable desapareció… y entoné junto a mis alumnos “We like to party” como el más grande VIP de la historia de BigBang.
Recuerdo en algún momento haberle preguntado a Seungmin si continuaba enojado y si quería bailar… y también recuerdo que en algún momento desapareció sin que me percatara.
Bailé como hacia tiempo no lo hacía… y de alguna manera terminamos durmiendo todos en el piso, de una forma… un tanto rara. Recuerdo que desperté en la madrugada, o tal vez solo fue otro sueño… no estoy seguro… pero todos los chicos estaban sobre mí.
Me levanté desorientado y comencé a llamar a Seungmin desesperado porque recordaba que había desaparecido. Miraba a mi lado asustado sin encontrarlo cuando escuché un suspiro, y lo vi acercarse desde uno de los sillones.
Aún mantenía una bebida en la mano, la cual dejó a un lado, y se agachó quedando a mi altura. Lo miré con los ojos empañados… lo extrañé tanto, donde se había metido? Por qué no bailó conmigo y los chicos?
-Estoy aquí Hyung no llores – se acercó y acarició mi pelo, mientras yo seguía repitiendo su nombre mientras lloraba. Si lo admito… el alcohol me pone sentimental.
Abracé fuerte a Seung, quien se sorprendió por el movimiento repentino. Estábamos algo incómodos porque algunos brazos y piernas ajenas continuaban sobre mí, pero eso no me importó. Me abracé de Seung como si hiciera siglos que no lo veía… porque así era como me sentía.
-Llevame a mi cama Seung – le pedí como si fuera un niño que acababa de tener una pesadilla. El suspiró y sin mucho cuidado, bruscamente, y sin separar mis brazos de su cuello, apartó a los chicos de mí. Sentí unas quejas, pero al parecer todos estaban lo suficientemente borrachos para no despertar, mi cabeza también daba vueltas. Después de despejar el “camino”… como si no pesara más que una pluma, Seungmin me levantó en sus brazos como una princesa y me sacó de la sala de juegos dirigiéndose al segundo piso.
Durante todo el camino lo observé con una sonrisa en mis labios. Parecía que era una damisela a la que habían rescatado y que mi Baby Seung era mi héroe. Amplié mi sonrisa con esos pensamientos.
-De qué te ríes Hyung?- me preguntó sin siquiera mirarme. Alcé una ceja asombrado por lo perceptivo que era.
-Aun estás enojado?- le respondí con otra pregunta.
-Nunca estuve enojado Hyung – fruncí el ceño… si no estaba enojado… entonces porque me había ignorado?
Entramos a su cuarto y me dejó en la cama con mucho cuidado.
-Tú cuarto no está arreglado – dijo como respuesta a mi mirada inquisitiva.
-Si no estabas enojado por qué me ignorabas? – le pregunté mientras lo volvía a abrazar por el cuello, para poder mirarlo a los ojos mientras estaba acostado, ya que me daba vueltas la cabeza.
-Solo… comprendí que… - me miró fijamente, para luego mirar algún punto a su izquierda – que eres lo suficientemente mayor para detener o… - tragó en seco – dejar avanzar las intenciones de los chicos, yo no pienso intervenir más… no quiero… ser desagradable… para ti.
-Lo entendiste todo mal – hice que se tumbara y apoyé mi cabeza en su pecho mientras lo rodeaba con mis brazos y lo apretaba fuerte. – tú nunca serás desagradable para mí, tú… eres mi Baby Seung… y yo te quiero mucho. – cerré los ojos mientras sentía como Seungmin acariciaba mi pelo haciéndome ir cayendo en la inconsciencia, aunque me pareció oír unas palabras a lo lejos, como en un susurro.
- Hay veces que querer no es suficiente Hyung.

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