Llegué a casa todo agotado.
Realmente había logrado aprovechar el día.
Después de aceptar la propuesta del director, este despejó mi agenda y tuve todo el día para ensayar y despedirme de mis antiguos alumnos.
En el almuerzo me reuní con KeyHyung y los chicos y les conté la noticia.
Él me dijo que no entendía porque me había negado en un primer momento cuando obviamente era la oportunidad de mi vida.
Y… tenía razón.
Desde que tengo memoria la mayor traba para lograr mis sueños ha sido el dinero, o mejor dicho la falta de este.
A veces pensamos que con el talento suficiente podemos lograr grandes cosas pero… al menos en mi país no es así.
Y esta situación era un claro ejemplo.
A mis 25 años, debido a mi sacrificio y entrega haciendo las cosas que tanto me gustan, bailar y enseñar, era reconocido como uno de los mejores profesores del país y enseñaba en una prestigiosa academia, pero por falta de recursos, no podía lograr mis sueños de crear mi propio lugar de enseñanza… y me frustraba un poco… bastante, que con el chasquido de los dedos estos… hijos de papá, hayan conseguido que yo, el exclusivo profesor de baile de la JYP, sea su niñero.
Ya en el apartamento decidí darme un baño y comer una ensalada de frutas para equilibrar la pizza del almuerzo.
Key Hyung siempre me hacía salirme de la dieta, la próxima vez le reclamaré un poco. Acaso quiere que engorde?
Acaricié mi abdomen y observé que estaba plano por lo que suspiré contento.
Tomé las cosas que había traído del trabajo y me dirigí al cuarto.
No pude evitar mirarme en el espejo de cuerpo entero que tengo en la habitación, qué decir? Soy bastante narcisista.
Levanté mi pijama de dormir y cheque nuevamente mi abdomen.
Sí, es verdad que estaba plano, pero no pude evitar el puchero en mis labios por el enfado.
Por qué demonios no tenía definición ninguna?
Es verdad que no hacía abdominales… pero todas las horas de baile eran suficiente ejercicio.
Mi amigo Hoseok a.k.a J-Hope entrenaba mucho menos que yo y estaba con sus chocolates definidos, ni que decir de Jimin.
Creo que en realidad mis músculos me odian, parecía el abdomen de un bebé.
Miré enfadado mi reflejo…
¡!!Yo también quería tener una tableta de chocolate!!!!
Suspiré derrotado y me dirigí a la cama en donde había dejado los papeles que me había dado el director antes de venir.
Al parecer eran los expedientes de mis… próximos problemas.
Dispersé un poco los documentos armando un abanico de papeles enfrente de mí. Eran 1..2..3..4 y… 4.
Mi rostro se llenó de confusión.
Eran 4?
Podría jurar que el director me dijo que eran 5 chicos.
Me levanté y busqué por toda la casa por si había dejado caer los papeles de alguno de los chicos.
No encontré nada.
Pensé un poco... no los pude perder en el camino, ya que desde la oficina del director los guardé en el fondo de mi mochila y no la abrí más hasta llegar a casa, así que no fue así como los perdí.
Tal vez se habían quedado en el despacho del director?
Di una última hojeada a la casa y la mochila, y me dirigí al cuarto.
Quizás escuché mal... quizás solo eran 4.
Volví a sentarme en la cama… y comencé a conocer al enemigo.
El primero que tomé en mis manos fue el del chico llamado Yang Jeongin… Yang… esperaba que no fuera hijo de la corporación Yang… leí un poco… y obviamente era el hijo menor de los famosos y súper millonarios Yang, no pude evitar una mueca de repugnancia.
Enseguida pude ir reconociendo los apellidos. Estaban los mellizos Lee, Yongbok y Minho, de la empresa hotelera Lee Twins, tan iguales en carácter como eran de diferentes en físico decían. Y por último el heredero de la SeoWinner Entertainment, Seo Changbin.
Todos ellos eran como celebridades en la sociedad coreana, incluso yo, un marginado social, conocía de sus “hazañas”.
Claro que no sabía sus nombres reales, pero cuántas veces no escuché de ellos en la TV?
Y…. ahora que hago un poco de memoria… creo que en realidad si los conozco a todos. Bueno aunque es difícil relacionar a los niños adorables y adolescentes desgarbados que eran compañeros de juego y escuela de Baby Seung cuando yo era su niñero.
Aunque nunca me relacioné mucho con ellos, ya que tenían a sus propios cuidadores y yo no podía apartar mis ojos de Seung, él era mi responsabilidad, no ellos.
Pero tengo un leve recuerdo de como lucían antes… y que puedo decir... ahora son… unos hermosos jóvenes, aunque mi Seung no se queda atrás, debo decir que la élite de Corea tiene buenos genes.
Sentí un poco de nostalgia al acordarme de mis tiempos de niñero de Seung.
Nunca voy agradecer lo suficiente que los padres de Seungmin me hayan dado la posibilidad de cuidar a su hijo. Es lo mejor que me pudo pasar en la vida.
Dejé de andar durmiendo en la calle, pasar hambre y no acudir a la escuela.
Ellos se apiadaron de ese pobre niño de 10 años abandonado por la vida, y me dieron refugio.
Recordar el pasado era también… doloroso. Creo que la primera intención de los padres de Seung al ver mi situación fue adoptarme pero mi familia… si a eso se le puede llamar familia, enseguida trató de sacar provecho, después de casi dos meses en la calle, después que me abandonaron como saco de pulgas, en el momento en que apareció la familia de Seungmin decidieron que era una mina de oro andante al ver el interés de estos maravillosos señores por ayudarme, por lo tanto hicieron de todo para quedarse con mi custodia y a si chantajear a los padres de Seung, que solo estaban interesados en mi bienestar.
Para ese momento ya me había encariñado tanto con Baby Minnie, y él era como una pequeña garrapata amorosa pegada a mí, por lo que sus padres, en una manera de mantenerme bajo sus alas, y a la vez mantener el hermoso lazo que habíamos creado Seung y yo, me contrataron como niñero.
Más que un trabajo era una protección y bendición, y en un final el dinero que me daban por cuidar a Seung, lo cuál hubiera hecho gratis y ellos lo sabían, me lo quitaban mis “padres”.
Cuando la mamá de Seung descubrió esto, decidió poner el dinero en una cuenta en el banco a mi nombre, lo cual ocasionó un gran disgusto en mis progenitores quienes me prohibieron ir a la casa de Seung y decidieron que nos mudaríamos.
En ese momento decidí escapar, pero fui… secuestrado por mis propios padres. Me amarraron y me montaron en un carro que al parecer era robado, y a mi insistencia por escapar, recibí la paliza de mi vida.
No fue la primera vez que me pegaban, pero si la más fuerte, perdí el conocimiento y en mi último momento consciente recordé que Seung estaba esperando esa tarde a su Hyung para jugar, y caí en la oscuridad con lágrimas en los ojos.
Al parecer estuve inconsciente por 3 días. Un escalofrío recorre mi cuerpo cuando pienso que pude haber muerto.
Desperté en el hospital con muchos aparatos y tubos sobre mí, pero lo que realmente me importó fue que sentía unas cálidas manos envolviendo la mía, era el pequeño Seung quien dormido con la cabeza reposando en la cama sostenía firmemente mi mano.
Recuerdo lo feliz que me sentí al verlo, tan tierno y angelical, tan ajeno a la maldad del mundo. Recuerdo haber apretado su mano devolviendo la calidez, lo que hizo que despertara y me dedicara una de las sonrisas más bellas que alguna vez he visto. Me abrazó fuerte mientras gritaba un “hyung despertaste” que provocó que sus padres aparecieran alarmados y con lágrimas en los ojos se unieran al abrazo
Recuerdo también que mi cuerpo dolía, pero fue el momento más feliz de mi vida.
Me sentí querido, y en familia por primera vez... yo tenía 12 años.
Los Kim con mucha tristeza y pena me contaron lo acontecido.
En el momento en que la policía dio con mis padres, estos escaparon dejándome moribundo a un lado de la carretera, y enseguida me trajeron al hospital, donde fui atendido.
Por pura suerte no había quedado lesionado de por vida.
Mis padres en la persecución, tuvieron un accidente y murieron en el acto.
Podría decir que me dolió, pero... sería una mentira.
Esas personas jamás se comportaron como padres.
Pueden pensar que soy malo, pero la noticia hasta me alegró, sentí que me quitaban un peso de encima.
No puedo recordar un momento de mi vida en que haya sido feliz junto a ellos.
Después de eso las cosas mejoraron. Me fui a vivir con la familia de Seung, pero siempre como un trabajador más, a pesar de que era menor de edad, me las arreglé para mantener mi autonomía.
Los padres de Seung seguían con sus intenciones de adoptarme… pero yo no acepté.
No me arrepentí en ese momento, y no me arrepiento ahora.
Personas tan buenas no merecen una mancha como yo en su familia… y Seung no merece un hermano como yo.
Para mí, habían hecho suficiente con aparecer en mi vida, por lo tanto, con la ayuda de los servicios sociales evité la adopción de su parte y a la vez de alguien más. Solo quedó en tutorías.
Pero… yo siempre he sido débil y necesitaba del cariño de esas personas, del cariño de Seung, por lo que al final, acepté su oferta de vivir en su casa, pero bajo mis condiciones.
Me fui a vivir en la pequeña cabaña del jardinero, el cual no vivia allí, y decidí pagar mi estadía con mi trabajo.
Primeramente ellos se negaron, pero luego aceptaron mi tozudez.
Cuidar a Seung y jugar con él para mí no era un trabajo, por lo tanto apenas regresaba de la escuela ayudaba al jardinero, a las sirvientas, a las cocineras, al que pudiera, en esa casa todo el mundo era muy bueno y yo me sentía útil.
Desde que logré regresar a la escuela una vez conocí a los Kim, me comencé a interesar en la danza, amaba bailar. Mis profesores siempre dijeron que tenía un gran futuro por delante.
Al terminar la secundaria recibí una beca para la mejor academia de baile del país y mi felicidad no tenía límite, pensaba que al fin la suerte estaba tocando mi puerta.
A la primera persona que fui a contarle fue a Seung, y me llevé un fiasco cuando, como niño al fin, Seung me confesó la verdad como secreto, que eso era un regalo de sus padres.
Mi desilusión fue extrema, ya que no había sido por mi talento, si no por la intervención de los Kim, que había logrado la beca. Está de más que diga que la rechacé, ya le debía demasiado a esa familia como para también hacerlos responsables de mi carrera.
No fui a la mejor academia de baile, pero por mis propios méritos fui a la segunda mejor.
Fueron años de mucho sacrificio pero valió la pena por cada reconocimiento y premio que he recibido, convirtiéndome en la persona que soy hoy.
Tuve momentos duros, como el aceptar que era gay, y admitirlo ante los Kim, pero estos me apoyaron siempre diciendo que eso no cambiaba quien era ni lo que ellos sentían por mí.
Con Seung fue… un poco distinto. Por los valores que le enseñamos sé que él no rechaza mi elección sexual, pero… supongo que fue raro verme con mi primer novio y todo eso… él me miraba de una forma extraña, pero nunca me dijo nada, él es muy reservado.
Sonreí un poco ante el recuerdo de cuando llevé por primera y única vez un novio a conocer a los Kim, Seung y su padre eran como dos perros celosos, parecía que yo fuera una chica.
Papá Kim le preguntó hasta del mal que se iba a morir, y un adolescente Seungmin amenazó a mi novio con que si me lastimaba era hombre muerto. Mi novio estuvo súper asustado. La única normal fue mamá Kim que solo sonrió toda la noche divertida por la actitud de su hijo y su marido. Después de eso decidí que era mejor evitarnos a todos el trauma de conocer a mis novios.
Cuando cumplí 20 años ya era toda una sensación en la danza, fue cuando recibí la noticia de que Seung se iba a estudiar a los Estados Unidos, y los Kim con él.
Para ese momento ya estaba viviendo solo, pero iba a verlos todos los días terminada mi jornada y pasaba todos los fines de semanas con Seungmin por lo que la noticia me entristeció mucho.
Estaba feliz por él… pero nuevamente, me iba a quedar solo.
Eso pasó hace 5 años, y seguimos tan unidos aunque no nos veamos, lo que me recuerda que no solamente debo hacer video llamadas con Seung, papá Kim debe estar enfado de que solo le escriba. Pero primero voy a llamar a Seung que le prometí que lo haría en la noche.
Tomé mi celular y le marqué.
Me daba que estaba apagado. Intenté con mamá y papá Kim y sucedió lo mismo.
Habría pasado algo?
Enseguida me preocupé y volví a insistir... nada.
Decidí llamar a su casa en Los Angeles, y tampoco respondía nadie, solo salió la contestadora.
Dejé un breve mensaje pidiendo que me llamaran, que estaba preocupado, y además mandé textos a todos sus móviles para que me respondieran apenas los vieran.
No podía hacer más desde aquí de Corea.
Esperaría a la mañana, si todavía no sabía nada de ellos pediría un préstamo en el banco y viajaría USA.
Me revolví frustrado en la cama y noté los expedientes de "mis problemas". Tomé la foto de cada uno y las observé un rato.
Luego suspiré y recogí todo, lo puse en el escritorio, y me acosté en la cama. Estaba agotado.
Realmente no me interesaba algo más que el nombre de los chicos, por eso no presté mucha atención a sus expedientes. Para mí, cuando comenzaba a preparar a mis alumnos, no importaba nada más que el ahora.
Mañana los veré bailar, y de allí decidiré el enfoqué que llevarán mis clases, y en cuanto a mi trabajo sobre su conducta… solo me puedo limitar a enseñarles a comportarse en el salón de baile de allí en fuera no son mi responsabilidad y en ninguna parte del contrato lo dice.
Sonreí travieso, y esa mueca desapareció en el instante en que recordé a los Kim.
Ellos son mi prioridad así que, si mañana no sé de ellos… adiós a los riquillos.
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Me desperté con el tono de mensaje de mi móvil. Me restregué los ojos y tomé la cosa chillando. Tenía 3 mensajes de los Kim, uno por cada miembro de la familia.
Al parecer estaban viajando juntos y se quedaron sin recepción, no quisieron mandarme un mensaje antes ni llamarme porque pensaron que estaría durmiendo.
Sonreí aliviado y decidí levantarme para prepararme para el trabajo.
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Llegué a la academia y pude notar en el parqueo 4 autos lujosos de distintos colores.
Suspiré y toqué mi sien.
Ya debían haber llegado… "los problemas".
Ingresé a la academia y nuevamente la recepcionista me dijo que el director quería verme. Asentí resignado y me dirigí a conocer a mis pupilos.
Entré a la oficina después de recibir el “adelante” y enseguida noté la atmosfera tensa.
Como suponía, ellos no estaban aquí porque querían, los habían obligado, se podía ver en sus rostros incómodos.
Me preguntaba qué tipo de chantaje habrían utilizado para hacerlos venir?
Saludé al director y todos los chicos me miraron con fastidio, aunque pude notar algo de admiración en sus ojos.
Que puedo decir además de una personalidad de la danza soy hermoso!! Es obvio que iban a admirarme. Les dediqué mi mejor sonrisa y me presenté.
-Buenos días soy Hwang Hyunjin, y al parecer seré su… profesor de baile – me miraron de arriba abajo, y yo me sentí un poco cohibido. Los 4 chicos eran extremadamente guapos y me observaron de una forma que me hizo sentir incómodo. Titube un poco antes de volver a hablar – espero nos llevemos bien – hice una leve inclinación y miré al director algo apenado.
El director garraspó su garganta, y me miró algo cofundido con mi comportamiento, claro, no era a él a quien casi habían desvestido con la mirada.
-Bueno Hwang, falta uno de los chicos – lo miré asombrado. Entonces si eran 5? – debe estar en camino de… - el director fue interrumpido cuando abrieron la puerta, lo que provocó que yo fuera empujado hacia delante y uno de los chicos Yongbok? Me sostuviera.
-Ya estoy aquí, disculpe la tardanza – esa voz… me giré a la velocidad de la luz para confirmar mis sospechas.
-Seungmin?? - él solo me miró y me dedicó esa sonrisa hermosa que es solo para mí.
Y yo no pude más que corresponderle esa sonrisa, y sin que tuviera ni siquiera tiempo de pensarlo mi cuerpo se movió solo, me lancé a abrazarlo y me agarré como koala a su cuerpo.
-Te extrañé tanto Baby Minnie!!!- le dije mientras lo apretaba más contra mí.
Al fin, después de 5 años volvía a sentir su calidez, después de 5 años... tenía a Seungmin de nuevo conmigo.

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SKZ Dance Academy
FanfictionEl sueño de Hyunjin es abrir su propia academia de danza. Que se lo impide por ahora, solo la falta de dinero. Pero, que pasará cuando le hagan una oferta que no puede rechazar pero que lo lanzará a tener que ocuparse de 5 alumnos complicados??? #H...