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El cuerpo de Lee llevaba retorciéndose ya un buen rato, y Hyunjin miraba con suma preocupación lo que estaba sucediendo. Sabía que en cualquier momento el cuerpo del humano podía sucumbir. Así que, sabiendo que si se trataba de Jisung, lo odiaría, decidió mandar todo a la mierda.

Se acercó a zancadas al cuerpo que permanecía levitando y tomó con fuerza la muñeca del humano, tirando de él al suelo, apoyando la cabeza del humano sobre sus piernas.

—Por favor... rescatalo. —rogó el primo, ahogándose en lágrimas de desesperación.

El pelirrojo asintió y, sin meditarlo mucho, tomó el rostro de Minho entre sus manos, cerrando los ojos y siendo enviado directamente hacia donde se encontraba el alma del humano en esos momentos.



Seungmin miraba preocupado al alien, que ahora permanecía con sus ojos grises, concentrado en encontrar a Minho. Desvió la vista hacia Chan, que lo miraba preocupado.

—Estarán bien. —susurró.

Pero ni siquiera eso logró calmar un poco a Yamazaki, que seguía mirando la escena con el corazón en la mano.

—Solo hay que esperar. —volvió a afirmar el alien de mechas rosadas.

—¿Cómo...?, ¿Cómo es posible? —preguntó Chris, sin quitar la vista de su amigo.

—Probablemente cuando el padre de Jisung intentó suprimir sus recuerdos dejó un poco de su esencia en él sin darse cuenta —comentó, ladeando la cabeza—. Es algo que raramente ocurre, pero tú y yo sabemos que por algo no se debe jugar con otras mentes —siguió conversando como si nada, cosa que desconcertó a Kento, que lo miró con su ceño fruncido—. No me mires así, Kento. Es una posibilidad, ínfima, pero real.

—¿Crees que lo hizo a propósito?

El alien se encogió de hombros.

—No me sorprendería si fuera así, tenía que poder tener alguna forma de conectar y saber sobre el chico, después de todo, es lo que pidió Lee So-han. Ahora el problema es ¿Cómo se enteró Jisung de eso?

Bang soltó un suspiro.

El astrónomo soltó un quejido y en cosa de segundos se sentó, luchando por aire, mientras Hyunjin caía de espaldas, agotado.

Ni siquiera tuvo tiempo de recomponerse del todo cuando tenía a su primo sobre él, abrazándolo y gritando un sinfín de cosas que en esos momentos no podía entender.

—Ya, lo vas a ahogar más de lo que ya está —lo regañó Chan, acercándose a su amigo y agachándose a su altura para examinarlo—. ¿Te encuentras bien?

Minho asintió una vez que pudo sentir su corazón latir con normalidad, incapaz de hablar, incapaz de poder contar su breve conversación antes de que el pelirrojo interviniera.

Se giró a verlo.

—¿Cómo entraste? —preguntó—. ¿Por qué entraste?
El alien abrió sus ojos solo para que el tonto humano pudiera ver como los rodaba.

—Rodar los ojos es tu acción favorita, ¿No? —se quejó.

—No puedes odiarme por intervenir, humano, si seguías en trance lo más probable es que hubieras muerto —soltó como si nada—. Esa comunicación no es apta para tu raza.

—¿Y por qué fui capaz de hacerlo entonces? —cuestionó.

—Porque asumo que Jisung encontró un vínculo —respondió, aún recostado y observando las ramas de los árboles batirse—, y antes de que me preguntes, no tengo ni la menor idea de cómo, eso debes preguntárselo cuando lo veas.

𝚟𝚘𝚢𝚊𝚐𝚎𝚛 || MINSUNGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora