𝑁𝑜 𝑣𝑢𝑒𝑙𝑣𝑜 𝑗𝑎𝑚𝑎𝑠

𝑐𝑖𝑛𝑐𝑜

Julián
Una semana después

Estaba en el aeropuerto con mar esperando nuestro vuelo a España, hace una semana que no se nada de María nisiquiera regrese a casa en este tiempo al parecer a ella no le importó tanto como a mi.

— papi, tengo hambre — me miró mar recostandose en mis priernas.

— vamos a comer algo — me levanté y la alce para ir a buscar comida. Entramos a un lugar y pedimos. Para mar Nuggets y para mí solo un jugo de naranja.

— ¿Mami ira con nosotros?.

— no sé mi amor, no me ha llamado— hizo un perchero.

— quiero a mami — amenazó con llorar y lo haría sino venía o llamaba a su madre. Llame a María pero no me atendió, rechazo la llamada; le envié mensaje. Solo los leyó.

— mami no responde— mire a mi hija la cuál apunto a lo lejos. María se acercaba a dónde estábamos con 2 valijas.

-mamita— salió corriendo del lugar para ir a darle un abrazo y ella lo recibió. Solo me pare a lado a lado sin decir nada y sin ninguna expresión en la cara. Era increíble como regresaba a dar la cara re feliz.

Nos estaba llamando al vuelo así que subimos al avión. Nos había tocado juntos. Me senté en mi lugar después de acomodar a mar en el suyo, María estaba a mi lado y tomo mi mano, solo la solté sin decir más.

— ¿Podemos hablar? — me miró después de acomodarme.

— ahora no — le pase el iPad a mar para que se distrajera. El avión despegó después de esas cuatro simple palabras no dijimos más.

Después de horas llegamos a España, fui al hotel a desempacar. Mar se había ido con leo a comprar algunas cosas.

— ¿Podemos hablar? — me repitió la pregunta entrando a la habitación.

— ¿Que querés hablar? ¿Qué todo se está llendo a la mierda? Si. — me senté en el sofá que había.

— tengo que decirte la Posta, yo sé que ni vos ni Marian se lo merecen.

— no metas a la nena en esto.

— me cogía a Thomas.— reí sin gracia —. Lo sabía, tus cambios de humor tan repentinos tus "celos" era porque pensaste que yo hacía lo mismo que vos. ¿Sabes algo? Si lo hice. — me sincere con ella, sus ojos se cristalizaron — ¿estamos igual o solo vos podés hacerlo?

— Me estás jodiendo —. Dijo incrédula y negué —. Ni a palo haces eso— seguía mirándome de la misma manera hasta que se dió cuenta que hablaba en serio — hijo de puta.

— te di mil oportunidades y seguir siendo la misma mierda de persona, si lo hiciste una vez lo volverías a hacer y aquí está el resultado. — estaba vez estaba gritando tratando de escuzarme, estaba furioso era algo que nunca ella lo había visto—. ¿Para que quería casarte? — la mire enojado acercándome a ella mientras está retrocedía— ¿Para que querés formar una familia sino ibas a cumplir lo que conlleva? ¿Que soy yo para vos? ¿Un juguete? ¿Un pelotudo que siempre estuvo para vos? ¿Marían que es para vos? ¿Un juguete también?.— calló a la cama y la hagarre con fuerza de las muñecas— ¿Tengo que ser tu ex para que me quieres de verdad? Que mierda tengo que hacer para que que esté con TU HIJA.

— Julián, me lastimas — ahí caí lo que estaba haciendo — vos tampoco lo cumpliste. No te reconozco, nunca te habías puesto así — murmuró mirándome con los ojos aguados. Mire a la puerta  dejándome ver a leo con mar el los brazos y su llanto desesperado. Había visto todo,  hice llorar a mi hija.

— mar — la intente tocar pero me alejo.— mar perdón.

— harreglen sus cosas, me quedaré con ella — salió leo de la habitación y me senté en el sofá frustrado.

— ya está, deja que leo la tranquilícese — acaricio mi espalda y saque su mano con brusquedad. — tengo que decirte otra cosa.— saco un par de papeles de un sobre —. Estoy embarazada, recién lo se —. Me sentía aturdido y solo repetía eso en mi cabeza.

— no me vengas con eso, María— me dió los papeles y leí todo al último venía una ecografía. Estaba de 6 semanas, un mes y medio. — ¿De quién es? Viniendo se vos me espera cualquier cosa.

— es de vos — me miró con los mismo ojos cristalizados iguales a lo de Marian.

— ¿Quien me lo asegura que es mío?.— la mire a los ojos dejando los papeles a lado — no vuelvo a confiar en vos en mi puta vida.

— si querés hacemos el ADN así te sentís más seguro —. Me tomo la mano y acario está — quiero estar con vos, porfavor.

— pero yo no, déjame solo. — salí al balcón y prendí un porro.

— no podés fumar aquí — me lo saco de la mano y lo tiró al tacho.

— anda a cogerte a tu ex, deja de joderme a mi — me tire a la cama mirando el techo tratando de procesar todo, me sentía fuera de mi. No era yo en este momento, no sabía quién era ni dónde estaba.