𝑐𝑢𝑎𝑡𝑟𝑜

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María

Estaba regresando a casa, eran las nueve menos quince, había pasado la noche en casa de mi hermana para que Julián no me dijera nada aunque claramente lo haria.

Abrí la puerta y me llegó un olor a panqueques delicioso.

- mami llegooo.- vino hasta a mi mar corriendo.- te tañe, mami- se abrazo de mis piernas a lo que la alze.

- hola mi reina.- le di un beso en la mejilla, fui hasta la cocina y estaba Julián preparando el desayuno. - ¿te ayudo?.- me puse a su lado.

- no.- dijo sin mirarme y siguió cocinando, le trajo el plato del desayuno a mar y otro a mi.

- gracias.- Puse a mar en mi regazo para comenzar a desayunar.- ¿Papá está enojado?.- mire a mar y nego llevándose un bocado a la boca.

- está lico papi.- hablo con la boca llena mirando a su padre.

- que bueno que te gusten mi vida.- dejo un beso en su frente y se sentó con nosotras para desayunar.

- ¿Estás bien?.-
- si.- fue lo único que me respondió y seguido desayunando en silencio.

Después de un rato mar se fue a tomar una sieta y yo me quedé en el living con Julián.

- ¿Estás enojado?.- mire a juli que estaba concentrado en su celular.- Julián, te hablo.- suspiro y lo dejo de lado.

- no, no estoy enojado.

- ¿Por qué me ignoras?, si es lo que pasó ayer te pido perdón por no decirte la verdad pero capaz y te enojabas si me iba a la bresh.

- ¿Por qué me enojaría?.- me miró después de mucho tiempo.- no me enojaría que salgas, también podés salir con tus amigos a divertirte y pasar un rato con ellos. Me molestó que me mintieras diciendo que irías con Belén, te eh dado la confianza suficiente para que puedas decirme lo que vos quieras.

- lo se, juli.- suspiré.- capaz y te molestaría por qué Thomas estaba ahí.

Tengo que decirle la verdad

- si a vos ya no sentís nada está bien, no me preocupa ni me causa nada.

- ¿Seguro?.- me senté a su lado y asintió. - ¿Estaban todo los pibes ayer?

- solo mauro, alejo, Tiago, Belén, Julieta y obviamente Danilo y phontana.- rodé los ojos.

- ¿Julieta nunca te dejará en paz?.- lo mire mal.- siempre está en los mismos lugares que vos.

- ¿Estás celosa? No me la voy a coger obviamente.- me dió un beso.- la invitó Danilo pero si no me crees pregúntale a mar que estaba jugando con ella mientras yo grababa.

- dale, te creo.- le di un beso.- ¿Haces algo la siguiente semana?.

- tengo que irme a España, mi amor.- hice puchero.- ¿Querés ir? Tengo planeado llevarme a mar para que pase tiempo conmigo.

- si voy así estamos los tres juntos, me dieron vacaciones de 5 meses así que tengo mucho tiempo para estar con ustedes.- lo chape.

- no habrá más mentiras entre nosotros, ¿Entendido?- asentí y le di otro beso

Decile me repetí a mi misma en mi mente.

- ya se a que querés llegar con tantos besos.

- ¿A coger? Si- le di otro beso - mentira mi vida, te amo mucho.

- pero también querés coger.- le sonreí.

- ahora no, está mar y puede venir.- le di un pico.- sos tan lindo.

- vos estás más linda.- me dió un beso mientras acariciaba mi cadera.- ponete linda que iremos a un lugar.

- ¿A dónde vamos?

- vos ponete más linda y listo, sin preguntar.- me removí en su entrepierna.- no amor, para.- se quejo y seguí moviendome.

- tremendo lo que me como.- sus manos bajaron a mis nalgas apretando estás - cuando regresemos le mandamos mecha.

- calienta la comida y no come la señorita - dejo besos húmedos en la parte del escote de mi remera - la otra no hace eso.

- la otra no te come a todas horas y todos los días - le susurré al oído - papi, papi seguí papito - imite mis gemidos y nos reímos.

- deja de calentarme y anda a bañarte, sucia.- me dió un pico.- tenés la pata sucia.

- siempre tengo la pata sucia -

- en un rato viene Pili por la nena.- asentí de acuerdo.

- ¿no crees que es mucho para Pilar cuidarla siempre? No es por mal pero tú mamá está enferma y deberíamos dejarla descansar.-

- yo le dije pero no quiere que se quede con una niñera.- suspiré - esa señora no entiende.

- tenemos que buscar una niñera regresando de España.

- si mi vida, lo que vos quieras.- fui a la pieza y entre a la ducha con vapor quedándome un buen rato en ella mientras pensaba lo que había pasado ayer- ¿Necesariamente le tengo que decir?- me pregunte a mi misma y me respondía de la misma manera pensando una y otra vez lo que podía venirse después de esto, fue solo una noche. No recuerdo exactamente nada, solo se que me fui a casa con mi hermana. ¿Estaba en pedo? Probablemente si, al igual que había fumado porro. Seguí metida en mis pensamientos hasta que alguien tocó la puerta.

- ¿Estás bien, amor?.- pregunto juli del otro lado.

- si tranqui - revise entre mis tatuajes que tengo en la clavícula y tenía un pequeño chupete, estaba rojo aunque no era para tanto podía decir que fue un mosquito.
Salí de la tina, me enrede en la toalla y me puse mi ropa interior percatandome de dos detalles. Una mordida, mejor dicho un chupetón grande en mi cadera y el otro en mi culo de lado izquierdo — la puta madre— susurré pensando en como cubrirlos, volví a colocar mi toalla y salí encontrándome con la persona que no quería ver en este momento. Julián acostado en la cama.
Le reste importancia y comencé a ponerme crema en el cuerpo cuidando que no se vieran los chupones aunque un poco tensa por la mirada de Julián

— ¿Que miras tanto?— hable mientras peinaba mi cabello.

— nada, solo que estás muy linda.— se levantó de dónde estaba y se puso atrás de mi —¿ te ayudo?— negué mirándome en el espejo. Me abrazo por la cintura dándome besos en el cuello, hice mi cabello para un lado para que tuviera mayor acceso de un momento a otro amenazó con sacarme la toalla.

— para—. Salí de su lado acomodando mi toalla.

— ¿Todo bien?— me miró confundido.

— si, solo que no quiero. ¿Salimos otro día? No tengo ganas de salir— me escuse.

— si, no te preocupes— volvió a acostarse está vez con su celular muy concentrado.

— ¿Con quién hablas?—. Lo mire mientras me ponían el jean— Julián, te hablo.

— con los pibes—. Hablo sin despejar la mirada del aparato. Le saque el celular y estaba hablando con una mina llamada Avril, no leí nada de la conversación y le lance el celular al piso.

— ¿Con los pibes?— lo mire desafiante— ¿A quien te cogiste?.

— a nadie — levanto el celular del piso— es mi amiga dese hace tiempo.

— no me hagas reír porfa — lo mire con enojo — mientras vos estés conmigo no podés hablar con minas.

—¿Estás escuchando lo que me decís?— me miró sin entender — no sos nadie para prohibirme con quién si y con quién no puedo hablar.

— soy tu esposa y tenés que respetar nuestro matrimonio.— lo mire desafiante— sino te gusta te podés ir.

Salió enojado de la habitación dando un portaso ¿Me pase? Probablemente igual nadie me asegura que es un santo.

𝑁𝑜 𝑣𝑢𝑒𝑙𝑣𝑜 𝑗𝑎𝑚𝑎𝑠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora