𝑑𝑖𝑒𝑠

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María

Y así fue, ese garche fue el final de lo nuestro, no quedaba nada de el en aquella casa, solo recuerdos de risas, peleas, llantos.

Se había ido dejándole sola con dos hijos, sin decirme si algún día volvería a verlo, sin decirme si algún día encontraría a sus bebés.

Desperté al no sentir su presencia a mi lado, me puse su remera que estaba en el piso y me levanté buscándolo por todos lados.

— Julián—. Lo llame sin obtener respuesta alguna, lo busque en el baño de la pieza y la cocina, no estaba. En el living había un ramo grande de rosas rojas es ahí donde comenzó mi odio hacia ellas.

Las tome sonriendo, una ilusa creyendo que era un detalle lindo como siempre lo hacia. Fue todo lo contrario, tenía una carta, una carta donde se despedía de mi, de mar y el bebé que venía en camino.

”no fui la mejor persona, no lo estoy siendo en este momento.
Estarán mejor si no estoy cerca de ustedes, quiero que sepan que les amo y siempre llevaré su recuerdo en mi mente.
Gracias por todo y perdón por ser la mierda de persona que jure nunca serlo.
No pude cambiar Mari, mereces ser libre, mereces mucho más amor de lo que te puedo dar, gracias por estos años tan lindos y nuestros hijos, sos una gran mujer que merece lo mejor del mundo y eso no era yo.
Te amo y por eso te dejo ser feliz lejos de mi.
Perdón por decirlo de esta manera y pasar los últimos días con ustedes alejados.
Te pido perdón por todo, no tengo rencor hacía vos pero vos si lo harás hacía mi y no te culpo.
Perdón otra vez"

Mis lágrimas saliendo y corrí rápido a la pieza buscando su ropa pero ya no estaba, el lado del Placard estaba vacío, revice la mesita de noche y estaba en anillo de promesa y el de matrimonio junto a una foto de la primera vez que tuvimos a mar en nuestros brazos.

— no me podés hacer esto, vos no—. Sentís mi corazón romperse en mil pedazos, tome mi celular y lo llame, me enviaba al buzón directo, me bloqueó de todas las redes y comenzó mi desesperación, llame a su equipo, sus amigos y su familia, nadie sabía nada de él. Estaban los autos, las llaves tal y como el las dejaba solo se había llevado su ropa y mi corazón con el.

Me dejó sola, me dejó sola y con el corazón roto,  sola y con dos nenes para criar, sola y sin alguna señal si en algún momento volverá.

— mami—. Entro mar a la habitación y me abrazo —. ¿Y papi?.

— se fue—. Fue lo único que pude decir para terminar de quebrarme abrazada a ella, era lo único que me quedaba de él, Marian era su padre solo en nena, físicamente era él y su forma de ser es igual a la de él.
La abrace fuerte como si ella también se fuese a ir, aunque se que no lo haría pero me sentía una mierda aunque está vez el fue la mierda.

— la abuela pili esta afuera.—
— anda a abrir vida, ahora bajo—. Asintió y bajo corriendo, no entendía la situación problemente cree que su papá se fue por laburo.

Baje luego de lavarme la cara para que no me viera tan mal.

—¿Sabes algo de Julián?—. Me preguntó Pilar a lo que negué.

— se fue, no sé a dónde, solo me dejó unas rosas y una nota despidiéndose—. No la mire en ningún momento porque me volvería a quebrar.

— Mari yo…— buscaba palabras para poder expresar lo que sentía—. Lo siento, no te vamos a dejar sola, sos parte de nosotros.

— tranquila, no es tu culpa. Estaré bien al igual que los nenes—. Trague saliva intentando no llorar.

— amor, ve a tu habitación—. Lu le hablo a mar y está subio—.

— iré con ella—. Subió pilar con la nena y ahí fue donde pude llorar y expresar todo. Lucía me abrazo fuerte.

— no sé que que hice mal—. Dije en medio del llanto—. No sé que hacer.

— te vamos a apoyar, no es tu culpa la vaga que hizo Julián, vos lo intentaste y el no, no es tu culpa. Si queres llorar, gritar, enojarte hacelo, decime lo que quiera, no te lastimes más ni lastimes a este angelito que tenés ahí adentro, no lastimes a mar. Vos sos fuerte.

— no puedo, Lu. No puedo sola, no puedo—. Me limpie las lágrimas—.

— no te dejare sola, sos parte de la familia ahora. No fue tu culpa nada de lo que pasó—. Suspiro—. Encontraré la forma de buscarlo por los nenes mínimo—.

— no, no quiero volver a verlo en mi vida. Ni verlo cerca de MIS hijos —. Me levanté.

Estaba desesperada. Desesperada y estresada pensando en que haría sola q cargo de dos personitas chiquitas.

𝑁𝑜 𝑣𝑢𝑒𝑙𝑣𝑜 𝑗𝑎𝑚𝑎𝑠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora