𝑑𝑜𝑠

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María

—Así que no somos nada. — enrede mis brazos en su cuello cuando entro a casa.

— Lo dije para que dejaran de joder. — apretó mi culo y lo palmeo.— Que culazo tenés.

— gusta que te pongas así de sucio — lo chapé con ganas. — Ya fue, le hicimos' el hermanito a Mar.

— Sin hermanitos está bien. — Lo miré. — no, no.

—Dale solo uno más. —Hice puchero a lo que negó.

— está bien, pero ¿No me querés dar un ratito? Estoy aburrida.—

— no sabía que se te quita lo aburrido garchando pero intentaremos— lo volví a besar con ganas.— ¿Cómo y dónde querés?.

— como sea solo que sea ya— suspiré cuando bajo sus besos a mi cuello.— me podés tanto— saque su remera.

— menos charla y más acción mamita.— subió mi vestido y toco mi intimidad por encima de la tela de encaje.— ya estabas preparada— metió un dedo de imprevisto a lo que solté un grito ahogado— shhh calladita.— lo bese para no gemir alto aunque estuviésemos solos.— como me encantas becerra.— metió un segundo dedo haciendo que mis piernas tiemblen, me llevo al sillón y me acostó en este sin sacar sus dedos de mi feminidad.— ponete en cuatro.— dicho esto hice lo que me pidió, saco sus dedos de mi parte, me dió una re palmada luego de sacar mi tanga.

— ayyy amor.— grite cuando seguía dándome palmadas fuertes y lo senti tomándome con fuerza de la cadera  pegándome en su bulto.— ¿todo eso?.— me removí para sentirlo más, dió otra palmada y lamió mi parte un par de minutos para después entrar con fuerza sin avisar.— Julián la puta madre ah.— grite cuando lo sentí adentro.

— que buena vista tengo desde acá.— comenzó a moverse más rápido y con fuerza cosa que me exitaba más porque escucharlo gemir era música para mis oídos. Después de un rato nos venimos juntos. Nos separamos para recuperar el aire.

— ¿Uno más?— lo mire y me sonrió así que lo tome como un si, me senté a honcajadas sobre el y metí la punta.— con la punta me basta y me sobra.— habla cerca de sus labios.— que rico estás.

— vos estás deliciosa mamita.— la metió de una y comencé a moverme en un Vaivén de placer, me ayudaba moviendo su cadera y sus manos en mi cintura pero las preferia en mis pechos que rebotaban al tiempo que daba saltos.

— ¿Qué somos entonces?— hable después de llegar. Lo estaba jodiendo estamos más que juntos

— vos mía y yo de vos lo que quiera mi reina.— acaricio mi pierna.

— vos so' mío— le di un pico — todo mío.

— que egoísta— sonrió. — mar se queda con Lu y cata porque hacen pijamada.

— ¿Hoy si voy a poder cenar todo lo que quiera?

— capaz que si.— me beso. — me tenés re loco Ángeles.

— paraaa no me llames así— hice puchero— ño me gu’ta.

— mi bebita linda haciendo pucherito— mordió mi labio y sonreí.

— haceme otra bebita linda y así seremos tres benditas lindas.— lo mire y el nego.

— con dos me basta y sobra.

— siempre me decís lo mismo, daleee.

— estás full giras al igual que yo, no podemos tener otro hijo, amor.— me separé y comencé a cambiarme.— dale amor no te enojes.

— no me enoje.— hable seca y el suspiro para comenzar a cambiarse y salir de la pieza. — ¿A dónde vas?

— a la cocina.—  se fue sin decir más y yo entre a la ducha.

Salí después de un rato largo y me cambié, baje y Julián estaba en el patio fumando porro me re podía verlo fumar no se el porque pero calentaba.

— hace banda no te veía fumando.— me sente en su regazo y le di un beso en la mejilla.

— no me gusta fumar por mar.— apagó el porro— ni por vos.

— mira la luna, está re linda.—

— es la única que te puede mirar así que ojito.— me reí. — te amo mucho amor.

— yo a vos gordito.— me acosté en su pecho y me hizo mimos.

𝑁𝑜 𝑣𝑢𝑒𝑙𝑣𝑜 𝑗𝑎𝑚𝑎𝑠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora