𝑜𝑛𝑐𝑒

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María

Había pasado un mes. El peor mes de mi vida y mi embarazo. Todo el tiempo lloraba el recordar a Julián sobre todo cuando Marian me miraba a los ojos y me hacía cualquier pregunta.

Estaba ingresando al hospital, mi hija nacería está noche. No era la fecha acordada el parto se estaba adelantando problemente por todo lo que pasó estos últimos meses.

Estaba en el quirófano esperando tratando de dilatar un poco más pero solo tenía 4 de dilatación y tenía ya 10 horas así.

- tenés poco líquido, tenemos que hacer cesaría -. Me habló la médica que me revisaba cada tanto-. ¿Entrara el padre?-. Tragué saliva y negué.

- entrara mi mamá, Irene se llama-. Asintió y salió a buscarla comenzaron a preparar todo para recibir a Luna.

Al quirófano entro la médica junto a mi mamá y Lucia.

- le pedí que entrara conmigo-. Me miró mi mamá tomando mi mano-. Estaré con vos aquí esperando a la gordita-. Sonreí mirándola, Lucia solo me tomo la mano dando de una sonrisa dejándome tranquila.

Comenzó la operación, no sentía nada solo miraba en techo y algunas veces las expresiones de mi mamá cuando cortaban mi piel.

Después de quince minutos de escuchó el llanto de lunita, mi mamá y Lucia sonrieron haciéndome saber que era ella.

- es rubiecita y gordita-. Hablo la médica pasandocela a Lucia, la puso a mi lado le di un beso sonriendo.

- hola mi vida, te amo mucho -. Paro su llanto y abrió sus ojitos verdes y grandes-. Mi vida hermosa-. La llevaron para revisar que todo estuviera en orden a pesar de que nació cinco semanas antes estaba bien.

Irene y Lucia salieron para avisarle a la familia que todo está bien. Terminaron de suturar y me pasaron a la nena para alimentarla. Observaba cada detalle de su carita, su pequeña nariz, su boca, sus pestaña largas como si fueron de muñequita.

Después de un rato me llevaron a la habitación la cuál estaba repleta de globos, regalos y flores, en especial rosas rosas y rojas solo cerré los ojos un segundo intentando olvidar el momento.

La familia de ambos entraba a la habitación haciéndome miles de preguntas, alzando a la nena y en algunos momentos el ambiente se sentí incómodo cuando me preguntaban por Julián.

- hoy me quedo con vos e Irene con mar para que pueda descansar -. Hablo pilar sentandoce en la silla que estaba a lado mío-.

- está bien, pili-. Sonreí a boca cerrada mientras le daba de comer a la beba-.

- ¿Cómo te sentís?-.

- la verdad, mal-. Hice una pausa y seguí hablando -. Me duele de la cintura para abajo, tantas flores a mi alrededor me hacen sentir en un funeral pero me gustan y creí que en algún momento...-. No me dejó terminar y habló.

- ¿Julián llegaría?-. La mire intentando no llorar-.

- si, pero soy muy ingenua al creer eso. Los milagros no existen-. Acosté a Luna sobre mi pecho para hacerle provechito-. Me la pasé tan mal que Luna llora y hace pucheritos dormida-. Mire el puchero que formaba con su boca y acaricie su manito-.

- descansa, deben estar cansadas de estar recibiendo gente-. Me sonrió a boca cerra al igual que yo, me dormí y escuché un poco lo que hablaba pilar en una llamada.

- me gustaría que estuvieras aquí, es hermosa-. Hablaba entusiasmada-. Es re gordita aunque nació un mes antes no necesito la encubadora.

No abri los ojos para seguir escuchando lo que decía ella y la otra persona, era un hombre con el que hablaba.

- obvio que le di las flores, los conjuntitos y la cuna para la beba, le dije que lo había comprado tu padre no vos-. Frunci el seño al el recordar que Mariano, el padre de Julián, llegó con todo eso que nombró.

- Julián, en algún momento tenés que ver a tus hijas...- ¿dijo Julián? ¿Todo este tiempo me mintió? Las cosas que me dió para mi y las nenas eran porque el las compraba-. Te enviaré fotos de las bebas y vos hablame más seguido.- hablo con el un par de minutos más y corto la llamada para después acostarse en el sofá que estaba a mi lado.

Me quedé maquinado hasta que me dormí después de tanto pensar.

𝑁𝑜 𝑣𝑢𝑒𝑙𝑣𝑜 𝑗𝑎𝑚𝑎𝑠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora