༺.34.༻

7.5K 601 22
                                    

|| ꧁) ༒ (꧂ ||

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

|| ꧁) ༒ (꧂ ||

꧁𝕯𝖊𝖘𝖊𝖔꧂

Naia.

Un carraspeo hizo que William y yo nos separaramos y por primera vez pude ver a la mujer que estaba en la habitación y sentí un poco de vergüenza.

—Un hermoso rencuentro con mucha pasión pero no olviden que estoy aquí por favor— suspira —Que monstruo tán indecente eres Azquen—

Ella otra vez decía esa palabra.

¿Qué significa?

Me fijé bien en ella, era una mujer hermosa, parecía una diosa, majestuosa y de belleza exuberante, lo que más llama la atención de ella es su larga cabellera blanca como la nieve.

Realmente parece una diosa esta mujer.

¿Quien será?

Limpié los rastros de lágrimas que quedaban en mis mejillas.

—Disculpe señorita pero... ¿Quién es usted?—

—Bueno, algunos me llaman la bruja legendaria o la bruja original, pero mi nombre es Marus—

Marus... lindo nombre.

—Naia, Marus me ayudó a desaparecer la maldición de Maglea de tu cuerpo—

—¡Oh cielos! Disculpe mi ignorancia, le agradezco mucho el haberme sacado de allí, yo en serio pensé que moriría—

Tenía escalofríos solo de pensar en volver a ese lugar.

No quiero volver nunca más, no quiero volver a sentír esa sensación de frío y soledad, no quiero estár separada de William otra vez.

—Era mi deber, no podía dejar que muriese un inocente por culpa de mi hija—

—Su hija...—

—Si, soy la madre de Maglea—

—Yo siento...

—Tranquila, no te disculpes, es su destino por no cumplir las leyes—

Ella observo a William por unos instantes y luego volvió su vista hacia mí.

—Mi deber aquí ha terminado, debo volver a mi reino... Hasta pronto Naia, adios... Azquen—

Pude ver como ella desaparecía de la nada como si nunca hubiese estado allí.

Mi mirada se posa en William y nos quedamos observando por algunos minutos, extrañé tánto su mirada, extrañé tánto poder verlo, poder tocarlo, extrañé todo de el, no puedo imaginarme un mundo en el que no esté William, simplemente no puedo hacerlo, no puedo vivir ya sin el.

Lo necesito demasiado.

—¿Me observarás todo el día pequeña?—

Fue imposible que mis ojos no se llenaran de lágrimas nuevamente y yo solo me abalance hacia el y gustoso me recibió en sus brazos para apretarme contra su fornido pecho, su calor, su olor, su tacto, había extrañado todo de el.

Princesa de una bestia ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora