Capítulo 17: Remordimiento

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Al día siguiente me desperté por el sonido de mi celular, lo tome rápido y salí de la habitación para no despertar a César.

-bueno- contesté caminando al jardín, con un tono bajo de voz

-hola amor- escuché la voz de Jawy del otro lado, inmediatamente me empezó el remordimiento, recordando lo que había sucedido anoche

-hola amor- dije saliendo completamente al jardín -como estás?-

-extrañandote- hasta parece que sabe lo que hice

-yo también- dije con una mueca -como les va con el proyecto?-

-mal- suspiró -es probable que nos quedemos dos semanas-

-es mucho- dije quejándome

-estaba pensando en que te vengas para acá, no me gusta que estés sola- pensé unos segundos

-no amor, pero tengo que atender la sucursal acá, y lo sabes- eso era verdad

-de acuerdo- dijo de mala gana

Después de un rato colgamos la llamada, yo me encontraba sentada en la orilla de un camastro, recargue mis brazos en mis rodillas y escondí mi cara entre ellos. Sentí que alguien se sentó a mi lado, alce la mirada y me encontré a Juanpa.

-que tal tu noche?- preguntó con una gran sonrisa

-no me preguntes- dije tapándo mi rostro con mis manos

-se besaron?- preguntó sin más y yo solo asentí sin descubrir mi rostro -se nota que traes bien clavado a ese wey-

-como?- lo mire -tu que sabes?-

-solo sé que te mira con ojos de amor- dijo sonriendo y mirando al frente -de tus últimos 3 novios- me volvió a mirar -ninguno te había mirado así-

-no hagas que me confunda más- dije frustrada -sabes que estoy...-

-comprometida- me interrumpió -lo sé, te la pasas diciéndolo todo el tiempo- suspiró -pero sabes una cosa?- lo miré -me bastó con conocer un solo día a ese cabrón que está adentro- señaló la casa -para saber que él y tú tienen una química cañona, una química que ni con Alejandro has tenido, y lo sabes-

-pero me voy a casar con Jawy- dije mirando mi mano, tenía aquel anillo de compromiso

-y es lo que en verdad quieres?- me miró -olvidate de César, aquí la pregunta es.. ¿en verdad quieres casarte con él?- me quedé pensando unos segundos

No podía dejar mi relación de años, a quien había cambiado por estar bien conmigo, quien me ha apoyado en momentos difíciles, quien me ha ayudado a superarme como persona, por una simple ilusión, porque eso era, solo una ilusión, además, muchas niñas deben estar detrás de César, tan solo aquella que ayer lo besó frente a mi....

-si, si quiero- dije segura y mi amigo puso una cara de sorprendido

-quiero que sepas que no estoy de acuerdo- dijo negando con la cabeza -pero te apoyo- sonreí -entonces tienes que bajar a César de esa nube a la que lo subiste-

-quedamos que hoy olvidariamos todo- dije jugando con mis manos -no pasará otra vez-

-gatita- acarició mi espalda -ambos ya probaron algo que a los dos les gustó, y dudo mucho que no se vuelva a repetir- iba a hablar pero me detuvo -no olvides que yo estaré aquí decidas lo que decidas, solo recuerda que aquí no puede haber tres ganadores-

Después de esa plática Juanpa y yo regresamos a la casa, al entrar ya todos estaban despiertos y entre todos hicimos el desayuno, César trataba de acercarse a mi pero yo lo evitaba un poco, claramente lo notó y dejó de insistir. Después de desayunar decidimos ir a casa de Lillian a alistarnos, nos fuimos en el auto de Juanpa y quedamos de vernos a las 3pm ahí en la casa de los Parra. Juanpa se metió a bañar y Lillian y yo nos quedamos platicando en la sala de su departamento.

Un imposible a tu medida ❤️‍🩹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora