Capítulo 49: Golf

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Hacia cuatro días que habíamos llegado de California, y  no había día que César no fuera por mi al departamento y al trabajo, era muy detallista y me procuraba demasiado, era jueves, los plebes propusieron ir a jugar golf y a cenar, Carlos y César pasarían por Lillian y por mi, ya estábamos listas y los plebes nos enviaron un mensaje de que estaban abajo, salimos del departamento y al llegar al estacionamiento vimos a los gemelos recargados en el carro de Carlos, ambos nos sonrieron y se acercaron a nosotras. Lillian saludó con un pico a Carlos y un beso en la mejilla a César, yo saludé con un beso en la mejilla a ambos.

-asi nomás?- me preguntó César al recibir el beso en la mejilla

-ya cuñada que te haces- dijo Carlos haciéndonos bulla -saludalo bien- sentí como me sonroje, y esque aunque ellos eran los principales cómplices de ésto, al igual que Cristhian, aún me daba pena que nos vieran besándonos o siendo cariñosos

-ya amiga- dijo Lillian -mira como dejas al César- miré a César y hacia pucheros, solo reí y pose un beso fugaz en sus labios

-ayaaamadre- dijo Carlos en su tonito chillón -si si se ven perros juntos-

-ya vámonos que me voy a volver un jitomate aquí- dije sonrojada, César posó un beso en mi mejilla y subimos al auto

Carlos arrancó el auto, César y yo íbamos en la parte de atrás y Lillian de copiloto, César entrelazó su mano con la mía y ambos nos sonreímos.

-y el Cristhian?- pregunté después de un rato

-fue por la Andrea- dijo el Carlos mirándome por el retrovisor

-hablando del rey de roma- dijo César mirando su teléfono -me acaba de mandar un mensaje-

-que dice?- preguntó Carlos

-"perrillo, pasé por la Andrea pero la gorda se pegó con ella, para que te andes con cuidado cuando lleguen"- leyó y me miró

-pinche gorda- dijo Lillian -ya se había tardado en auto invitarse a nuestros planes- se notaba molesta

-no van a poder andar cariñosos plebes- nos dejó Carlos mirándonos rápido por el retrovisor

-cualquier cosa o comentario que diga no le hagas caso- dijo César apretando mi mano

-tranquilo- sonreí -solo tratemos de pasarla bien- dije y el asintió

Llegamos hasta el lugar, César me ayudó a bajar del auto, Carlos se aseguró de cerrarlo bien y caminamos hasta el lugar.

-Cesar!- dijo emocionada la morena, abrió sus brazos y se colgó del cuello de él

-que rollo gorda- dijo tranquilo y sin corresponder el abrazo

-hace días no nos vemos- dijo haciendo un puchero y separándose de él

-he estado ocupado- dijo sin importancia

-hola tn- dijo Andrea sonriendo y yo le correspondí, nos dimos un fugaz abrazo

-hola Cris- dije y él me correspondió, nos saludamos con un beso en la mejilla

-tn?- preguntó la gorda entrecerrando los ojos, me miró y luego miró a César -ella es tn?- le preguntó con cierto desagrado

-tienes algún problema con ello?- pregunté desafiandola, que estuviera un poco más alta que yo, no me intimidaba

-no ninguno- dijo mirándome de arriba abajo

-ya se conocian- dijo Andrea -la conocimos en casa de mis primos-

-ya te recuerdo- dijo la gorda aún analizandome

-pues ya entremos- dijo Carlos para cortar la tensión en el ambiente

Un imposible a tu medida ❤️‍🩹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora