Un imposible a tu medida ❤️‍🩹

Capítulo 11: La pijamada

Me sentía sumamente nerviosa, si ya era bastante quedarme en el departamento de Lillian, con Carlos y César se hacía aún más grande ese nervio.
Durante un buen rato estuvimos platicando, había muchas cosas en común con César, y era divertido pues las cosas en las que no coincidíamos generaban un debate entre los cuatro.

-bueno ya- dijo Lillian, César y yo dejamos de debatir -despues arreglan cuál es mejor, si el soccer o el fútbol americano- nosotros nos empezamos a reír y nos miramos sonrojados

-la neta tendremos que ir a un partido de cada uno para sacar conclusiones- dijo Carlos

-estoy de acuerdo- lo acompañó César

-de acuerdo- dije sonriendo

-hagamos algo de cenar- dijo Lillian -tengo para hacer algo ligero o podemos hacer pizzas-

-pizzas- dijeron los gemelos al unísono y nosotras reímos

Los cuatro nos pusimos de pie y fuimos a la cocina de Lillian, sacamos todos los ingredientes y los pusimos sobre la barra.

-hagamos una competencia- dijo Carlos -la Lillian y yo contra ustedes dos-

-acepto el reto- dije

Comenzamos a preparar las pizzas, afortunadamente Lillian tenía masa para pizza y era más rápido, nosotros decidimos hacer algo sencillo, pepperoni con queso. Tome la masa para comenzar a amasar.

-pon un poco de harina ahí- le dije señalando la barra

-aqui?- dijo lanzándome un poco de harina en la cara, abrí grandes los ojos y le lance un poco a él

Comenzamos una pequeña batalla de harina, a la que se integraron Lillian y Carlos, durante unos minutos la nube de harina no nos permitía respirar bien pero seguíamos la pequeña guerra.

-basta basta- dije poniendo las manos enfrente -vas a tener que limpiar todo esto eh- le dije a César

-vamos- me dijo -me vas a ayudar-

-ya pues, hagamos las pizzas que ya hace hambre, ahorita limpiamos- Carlos tenía su carita sumamente blanca, lo cual me hizo reír al mirarlo

Continuamos haciendo las pizzas, era divertido ya que cada pareja le daba su toque, una vez que terminamos las metimos a hornear, teníamos que esperar 25 minutos para que estuvieran listas.

-si quieren vayan a limpiarse en lo que César y yo limpiamos la cocina- le dije a Lillian

-ahorita lo limpiamos entre todos- dijo Lillian con una sonrisa

-no cuñada- dijo rápido César -vayan a limpiarse ahorita la tn y yo nos apuramos- dijo y miró a Carlos quien por alguna razón asintió

-vamos- dijo Carlos a Lillian y ella asintió, entraron al cuarto de Lillian

-voy por la escoba y el recogedor- me dijo César y yo asentí

Con un trapo comencé a limpiar los muebles y a juntar toda la harina que había sobre ellos, César barría el piso y juntaba toda la harina.

-auch auch- dijo César tallando su ojo

-que te pasa?- le pregunté mirándolo, pero el tenía sus ojos cerrados

-creo que me entró harina al ojo- dijo quejándose

-dejame ver- dije acercándome a él, quitó su mano -intenta abrir el ojo- dije tomando su párpado

-no puedo-

-entonces deja de apretar los ojos- enseguida él dejó de hacer presión en sus ojos, lo cual me permitió abrir su ojo y soplar ligeramente sobre el, ante la acción César dió un pequeño salto y colocó sus manos a los costados de mi cintura -mejor?- le pregunté, el parpadeo un par de veces y me miró

-mejor- me dijo sonriendo

Estábamos sumamente cerca, nuestras miradas se unieron, comencé a sentir como mi cuerpo temblaba, mi corazón se aceleró, estaba en shock, de alguna manera no entendía ni creía real que estuviera en esa situación. César lentamente acercaba su rostro al mío, intentando recortar esa mínima distancia que había entre nosotros, cerré los ojos, su respiración estaba haciéndose una sola con la mía, abrí de golpe los ojos, ya estaba a nada de besarme, pero recordé un pequeño gran detalle, estoy comprometida, así que lo único que pude hacer fue abrazarlo por la nuca y esconder mi cara en su cuello.

-perdon- lo escuché hablar suave

-esta bien- dije aún en su cuello, sentí como me abrazo por la cintura y me aferré a él, el aroma de su piel combinado con su loción, hacia una mezcla perfecta

-no quería incomodarte- me dijo después de unos dos minutos que nos mantuvimos abrazados en silencio, me separé lentamente de él, lo solté y el hizo la misma acción, dí dos pasos para atrás

-no me incomodas- suspiré -pero no son las circunstancias correctas como para hacerlo, me entiendes?- él asintió

-tienes novio y estás próxima a casarte- asentí -no volverá a suceder- me dio media sonrisa y me extendió su mano

-asunto olvidado- estreche mi mano con la suya

-podemos ser amigos?- me preguntó tímido

-ya lo somos- sonreí y le di un abrazo a lo que me correspondió

-los dejamos unos minutos y hacen de las suyas- escuché la voz de Carlos, me separé de César y lo miré, ya venían limpios

-pendejo- dijo César y todos reímos

-bueno pues, vayan a limpiarse ustedes, nosotros terminamos de recoger aquí- dijo Lillian y nosotros asentimos

Yo entré al cuarto de Lillian y César al baño, mientras me limpiaba no podía dejar de pensar en que estuve a punto de besarme con César, si, con César Parra, aquel chico que me hace suspirar cada que lo escucho cantar, cada que veo un vídeo de él o una simple foto, no lo podía creer. Pero por otra parte está Jawy, es mi novio y lo amo, y por eso mismo me voy a casar con él, si Jawy no existiera en mi vida, estoy segura que ese beso con César me hubiera llevado a las nubes y de regreso, pero que tontería estoy pensando, mi novio es Jawy y no puedo pensar en otra persona que no sea él, César es simplemente un amor platónico, que tengo la fortuna de haber conocido, pero se quedará en eso, en un imposible, un imposible a mí medida.

Hola lindas, aquí les dejo capítulo, espero les guste.
Díganme si quieren maratón y sobre todo apoyen cada capítulo con su respectiva estrella para saber que les está gustando la historia. Si quieren maratón pongan estrella en éste capítulo y comenten *Maratón*